
—¿Cómo es el modelo de negocios de UAG y Granosur?
—Nuestro esquema de negocios se sustenta en estas dos empresas, si bien tenemos varias otras sociedades funcionando, pero que de todos modos caen sobre estos dos grandes paraguas. UAG tiene cerca de 83.000 hectáreas en propiedad en Uruguay, las cuales alquila en su gran mayoría. El área de producción propia es de 7.000 hectáreas, aproximadamente.
—¿Podríamos decir que Granosur es la pata comercial?
—Granosur tiene plantas de silo modernas y nuevas, con todo el equipo comercial que trabaja en ellas. Hay una en Paysandú, una en Montevideo, una de las plantas que fue del Ministerio en Tacuarembó y tenemos algunas sociedades con empresas donde tenemos participación, como una en Young llamada Loginpro. Así damos servicio a la industria local, compramos granos, tenemos un equipo técnico comercial con el que asesoramos a los productores, vendemos insumos y operamos fundamentalmente en el mercado de granos de secano: colza, cebada, trigo, maíz y soja. En lo referido al mercado de exportación, participamos principalmente con la soja, trabajando codo a codo con las distintas multinacionales.
—UAG maneja el área de las tierras entonces, al tiempo que Granosur está en el área comercial…
—Sí, UAG es tenedor de tierra, mientras que Granosur es la pata comercial. Compramos y vendemos insumos y granos, y damos servicios de planta para la industria local y la exportación.
—En cierto momento, UAG tenía una participación más grande como productor. ¿Qué pasó con eso ahora?
—La empresa pasó de ser un mega productor de más de 100.000 hectáreas, a este esquema que te estoy mencionando. Los números no acompañaban y la operativa era compleja. Hace 4 años y medio que estoy en la empresa y desde hacía unos años se estaba recorriendo este camino. Se decidió desarmar la producción y alquilar la tierra, también esto se hizo como forma de reorganizarse y para dar cumplimiento a ciertos acuerdos que teníamos.
—¿Ahora están volviendo a crecer?
—Retomamos sí un área de producción, pero es algo medido. En agricultura de secano trabajamos nosotros, pero todo lo que es arroz, ganadería y forestación se alquila. Gran parte de la agricultura también la alquilamos a productores.

—¿Hacen riego?
—Sí, es algo en lo que estamos intentando crecer y profesionalizarnos. Hemos adquirido pivots para riego y lo venimos probando en distintas chacras.
—¿Están incrementando participación en tenencia de tierras?
—Siempre se están analizando nuevas oportunidades de crecer. Hay confianza de los inversores en el país y la empresa sigue apostando, se siguen mirando nuevas oportunidades. Los inversores son principalmente europeos y el tema de la seguridad jurídica y las reglas claras es fundamental. Hay mucha información sobre el negocio, hay estadísticas de lo que ha pasado con los valores de la tierra y se pueden hacer series históricas. Los inversores ven el rendimiento de sus inversiones y saben que hay un porcentaje que va a retornar en arrendamientos, pero otro que será la apreciación del activo. Eso, todo junto, hace que sea un negocio interesante. Con las cosas que pasan en el mundo, las guerras, la gran volatilidad que hay, se refuerza el posicionamiento de Uruguay como buen destino de la inversión.
—¿Hay interés por la región?
—Comparando la región, el país donde hay más interés es en Uruguay. Actualmente UAG no está en ningún otro país de la región y no hemos comprado tierras en ningún otro lado, si bien esto se ha evaluado. Es clave para los inversiores que no se cambien las reglas de juego, es central. Eso pega directamente en este tipo de inversiones. En Uruguay ha habido una línea, no hubo grandes cambios. Hay estabilidad.
—¿Y el tema impositivo?
—También es central para este tipo de empresas. Más allá de lo que mencionaba de la valorización del activo y de las reglas de juego claras, la composición del negocio y la rentabilidad son fundamentales.
—¿En qué departamentos tienen presencia Granosur y UAG?
—En el área comercial hay presencia en Melo, Cardona, Durazno, Paysandú, Mercedes y Montevideo. Equipo comercial, de logística, plantas. Esto junto a una oficina central en Montevideo que da el soporte a toda la operación. Además hay un gerente de producción que junto a su equipo se encarga de la producción propia y del seguimiento de los arrendamientos.
—¿Cómo están viendo la actualidad del negocio agrícola?
—Está en una situación complicada. La estructura de costos, la energía, el transporte y los fertilizantes están caros. Con los precios actuales es desafiante. Para el invierno está siendo complicado. La colza con buenos resultados productivos muestra un negocio, pero el trigo y la cebada en varias zonas del país quedan “fuera de combate”. Hay que sacar arriba de 4.500 kilos o no hay negocio, y sabemos que no en todas las regiones se consiguen esos rendimientos.
—¿Y la soja?
—La soja siempre se defiende, además es menos intensiva en insumos, pero con esta relación insumo/producto son años en los que tiene que andar todo bien para cerrar el negocio. La agricultura es así. El aprendizaje es que tenemos que promediar con muchos años de ganancias y pérdidas, y que en ese conjunto de años el promedio sea positivo. No hay manera de tener certezas de buenos resultados en años donde la parte climática responde muy distinto. Hay que focalizarse en hacer las cosas bien productivamente, y tener espalda para soportar años negativos.
—¿El negocio se compone entonces con buena parte de la producción a través de arrendatarios?
—La producción sí. Tenemos alquileres en producto, con lo cual acompañamos también cuando viene la mala y capturamos las subas de precio. Hacemos hincapie en lo importante de tener un portafolio diversificado. Cuando pasa como ahora, que baja el arroz pero sube la ganadería, nosotros tenemos que estar preparados para tomarlo.
El futuro de UAG y Granosur en Uruguay.
La empresa, que fuera fundada por Juan Sartori en 2008, quien tuvo además una participación activa durante varios años, hoy está encabezada por capitales extranjeros que encuentran en Uruguay un buen destino para sus inversiones, como refugio de capital y como polo productivo, amparado en las reglas de juego claras y las certezas que nuestro país transmite.
—¿Cómo será el futuro de las UAG en Uruguay?
—Nosotros tenemos un propósito como empresa que es el de potenciar proyectos productivos, que además están generando un impacto positivo en el entorno y en la zona donde se realizan. Buscamos conectar gente que tiene los recursos para producir con los inversores del extranjero. Tenemos clientes que son excelentes productores. Damos condiciones para que ellos produzcan bien y nosotros nos sentimos orgullosos de tener éste tipo de clientes, queremos potenciarlos, que se desarrollen. Lo hacemos con insumos, con campos o con capital de trabajo.
—O sea que la empresa piensa seguir apostando al país…
—Queremos dar certezas de que los campos son para que se produzcan. Queremos seguir creciendo y conectando inversores con el mercado local. Hay mucho potencial. Sentimos que podemos aportar mucho en esa línea.