Fermín Ferrés, encargado de industria y comercio de granos de Estancia Gaucho, dijo que el área agrícola de la empresa va a crecer y se va a construir una nueva planta para recibo, secado y almacenaje de arroz. Respecto de la comercialización del grano, puso énfasis en bajar aranceles porque el arroz “se mueve por volumen y no por precio”, y esta carga de ingreso a los mercados se hace muy pesada. Finalmente, Ferrés habló de su paso por Paraguay: “tiene un potencial enorme de crecimiento en el sector agropecuario, pero necesita inversión con seriedad y compromiso”.
-Sos ingeniero agrónomo, venís de una familia de profundo relacionamiento con el sector arrocero y agropecuario, ¿cuáles son tus recuerdos de los inicios?
-Cuando inauguramos el molino donde trabajo, estaba escribiendo unas palabras para decir y me di cuenta de que mi vida económica, que es lo que me ha permitido moverme día a día, siempre fue gracias al arroz. En mi casa empezó con el sueldo de mi viejo, luego mi primer trabajo fue con arroz en Paraguay y ahora en Estancia Gaucho. Si bien mi padre nunca fue productor, siempre estuvo en la industria y el comercio, yo lo acompañaba a recorrer las chacras porque era lo que más me divertía. Me acuerdo de estar en primaria y me decía “mañana tengo una reunión en Tacuarembó, si querés te dejo faltar al colegio y me acompañas”, y para mí eso era ir a Disney. Él entraba a las reuniones y yo me metía en los galpones, charlaba con la gente y así empecé a aprender.
-Además le agarraste el “gustito” sin haberte criado en el campo. Ibas al campo, pero vivías en Montevideo…
-Exactamente. Nací en Montevideo, luego viví en Varela y cuando tenía un año y medio nos fuimos a Montevideo porque falleció mi abuelo y a mi padre lo ponen al mando de la gerencia general. Mi memoria es de Montevideo y, además, criado en un apartamento. Sin embargo, mamé el campo, me encanta el campo y siempre supe que lo mío era el campo.
-¿Es todo pasión o tiene que ver también con una carga familiar?
-Te digo que es 100% mi pasión, mi sangre y todo me llevó al campo. Por el lado paterno mamé el sector agrícola y arrocero y por el lado materno, por los Echavarren, la parte ganadera. Mi abuelo materno tiene una estancia en Durazno donde iba en vacaciones y me encantaba.
-Y después muy joven te vas a Paraguay, ¿cómo viviste esa etapa?
-Había un proyecto que necesitaban una punta de lanza que desarrolle el día a día. Me recibí en abril de 2017 y en setiembre surge esa oportunidad. Hay una frase que me dijeron y para mí fue tal cual: “Al Paraguay uno llega llorando y del Paraguay uno se va llorando”. A mí me encantó. Vibrás una energía muy positiva, siempre con proyectos por delante, con ganas, con la gente bien predispuesta. Nuestro desarrollo fue buenísimo y puedo hablar de ese país con propiedad, porque lo recorrí vía terrestre y por suerte también metí muchas horas de avioneta. Luego me fui introduciendo en la parte comercial de arroz y otros granos.
-¿Es un país con un potencial enorme de crecimiento en el sector agropecuario?
-Sí, sí. Tiene un potencial enorme de crecer en agro, pero también te digo que tiene que haber una inversión enorme y con seriedad y compromiso, lo cual allá es la pata más débil y sí tenemos acá. Me pasó de tener una reunión con una persona en tal lugar y a tal hora, y que faltando 10 minutos me diga que está a 200 km. La falta de compromiso si se quiere es la pata más débil. Pero si tengo que inclinarme, soy una persona pro Paraguay.
-¿Algunas cuestiones como la falta de salida al mar directa son claves?
-Complica muchísimo, muchísimo. Algo que me di cuenta viviendo en Paraguay es el recurso natural del puerto de Montevideo. En la tarea donde yo trabajo, te diré que influye cerca de un 50% en la actividad. Allá hay mucho manoseo y dependés de las lluvias que caen en el Alto Pantanal para que se llenen los ríos. La logística de Uruguay es muy superior a la de Paraguay, y se debe a la salida directa al mar.
-¿Pensás que en unos pocos años puede ser un competidor directo de importancia o aún ves diferencias grandes?
-Aún veo diferencias grandes. Ya es competidor porque ingresa al mercado con los mismos productos. Pero, por ejemplo, en semillas Uruguay trabaja con selección y certificación, apartando variedades. En Paraguay es una variedad al unísono y los productores se fabrican su propia semilla, es más un “viva la patria”. Que no significa que no me guste, porque todo es una relación calidad-precio y porque tal vez vendés más barato, pero tenés una chacra mucho más económica. El tema son los márgenes.
-¿Cómo describirías el emprendimiento de Estancia Gaucho?
-Desde que ingresé en junio de 2019 hasta hoy, todos los años crecimos en actividad agrícola. Año a año vamos aumentando en el área de arroz y en la soja, que es un cultivo fundamental en nuestras rotaciones. Tiene una puja terrible. Sabemos que nuestro patrón es un señor fuerte y siempre de su legado rescato aprendizajes, como que un contrato de compra-venta debe cumplirse al pie de la letra porque es lo que te permite tener una vivencia de larga data.
-¿Cómo es su relacionamiento con ACA y la Gremial de Molinos Arroceros?
-Somos productores vinculados a la Asociación de Cultivadores de Arroz. Nosotros nacimos como productores y luego nos transformamos en industriales, pero la empresa es productora de arroz con industria, no somos netamente industriales arroceros. Y con la GMA, si bien no somos parte, la relación es muy buena y hacemos negocios con todos. Este año vendimos arroz a Saman, Viterra, Casarone y Dambo. No hicimos nada con Coopar porque estamos al lado y no nos convenía el negocio.
-¿Cómo vienen las exportaciones y cuáles están siendo sus principales destinos?
-Somos una empresa que trabajamos mucho con la exportación en contenedores, no participamos de negocios en buque o bodega por un tema de escala. En los negocios vía marítima, nuestros contenedores tienen como principal destino a Perú y hemos vendido a Sudafrica, Israel y Polonia, entre otros. Vía terrestre mandamos mucho a Brasil y Chile, que son canales importantes, principalmente el Brasil.
-¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento de la empresa?
-Estamos trabajando en un proyecto llamado Agricultura 2030. El área arrocera va a crecer, y ese escalonamiento de crecimiento lleva consigo un aumento de área y de estática, por lo que vamos a tener que armar una nueva planta ubicada estratégicamente en nuestros campos para recibo, secado y almacenaje. Hoy tenemos 6.400 hectáreas de arroz, y un 70% de esa superficie también va a soja en rotación. Además hacemos maíz, sorgo y el principal rubro de la empresa es la ganadería.
-¿Con qué perspectivas ves esta zafra en comparación con la recuperación que significó la última para el sector arrocero?
-El 2021 arrancó siendo un espectáculo, y eso se dio más o menos hasta agosto. De ahí hasta Navidad fue muy complejo. Ahora parecería que esa complejidad empieza a destaparse, pero según mi lectura no vamos a llegar a los valores del primer semestre de 2021.
-¿Cómo ves la participación de los jóvenes en el agro, hombres y mujeres, en puestos de decisión?
-Me encanta. Me ha pasado de entrar a reuniones con gente que hablé por teléfono y se sorprenden porque soy joven, y en ello agradezco la plena confianza de la empresa en mí. Es la forma de que la gente se anime y se desarrolle y no dependa siempre de personas con más edad para tomar decisiones importantes.
-¿Cuáles son los principales desafíos del sector?
-En exportaciones influyen mucho los aranceles de los países a los cuales le vendemos. No sé si firmar TLCs porque es muy amplio, pero con ciertos productos se debería buscar dejar el arancel en cero. Para el arroz es clave, porque se mueve por volumen y no por precio. Cualquier arancel te queda muy pesado. Dentro del país, los puntos más importantes son los costos productivos.
-¿Algo para cerrar?
-Y… te cierro con unos versos: “De Estancia Gaucho soy trabajador, empresa rural que esta zona venera, cuna de la producción arrocera, siempre buscando un futuro mejor. La ganadería es nuestra pasión, Aberdeen Angus la raza elegida, la agricultura pa´ generar comida, principalmente cultivos estivales, pensando positivo, evitando los males, siendo agradecido a Dios y a la vida”.
