
Aprender de agricultura, cuidar el cultivo, esforzarse para cosecharlo y entregarlo a quienes más lo necesitan. Hay un viejo refrán que dice que la agricultura es de las profesiones más nobles, pero si pensamos que jóvenes que están privados de libertad cosechan una hectárea de maíz a mano y donan la mayor parte de ese choclo a quienes precisan un plato de comida, vemos que hay sinergias que valen la pena.
El pasado 27 de enero se sembró una hectárea de maíz en la Colonia Berro, buscando que esa propia chacra fuera cosechada tiempo más tarde por los jóvenes que están allí cumpliendo condena. El martes 29 de abril fue ese día, y parte de la producción quedó para consumo allí, mientras otra parte fue al Banco de Alimentos.
¿Quién lo hizo? Halcones es una asociación civil sin fines de lucro que trabaja con jóvenes privados de libertad desde mediados de 2021, replicando el modelo de Espartanos en Argentina, que bajó la reincidencia de un 65% a un 5%. Los 4 pilares en los que se basa el programa son acompañamiento, rugby, espiritualidad y reinserción social y laboral.
Es así que, en conjunto con directores y funcionarios de INISA, realizan diferentes actividades en la Colonia Berro, como el entrenamiento y los partidos de rugby, las visitas de los sábados a aquellos jóvenes que reciben menos visitas, el rezo del rosario los viernes o la posibilidad de ayudarlos a encontrar empleo cuando salen.
“Están cumpliendo condena porque hicieron cosas feas y no queremos justificar nada ni interceder en la pena, sino aportar nuestro granito de arena para el día después, para que tengan una segunda oportunidad, porque de eso no se benefician solo ellos, sino todos”, dijo uno de los voluntarios de Halcones, quien agregó: “Hacemos esto también como una forma de devolver a la sociedad algo de las oportunidades que nosotros sí tuvimos y muchos de ellos no”.
La idea. Con Billy Battro, Fundación Sentires, El Cabelludo, Cultivando Lazos y el Banco de Alimentos, surgió la idea de hacer la Chocleada, pero desde el propio lugar.
Con apoyo de empresas como Woslen, Procampo Uruguay, Álvaro Gastelú Negocios Rurales, Dragur, PGG Wrightson Seeds y Lage y Cía se pudieron cosechar más de 50.000 choclos que fueron distribuidos por el Banco de Alimentos a más de 40 centros beneficiarios de todo el país.
El lema de los Halcones es “por la oportunidad de empezar de nuevo y volar alto”, y es lo que se vio el pasado martes, en una jornada llena de esperanza que ensancha el corazón: jóvenes privados de libertad, funcionarios de INISA, voluntarios de Halcones, empresas y más personas trabajando juntos para que más familias tengan un plato de comida, porque todos tenemos algo para dar donde sea que estemos.