En un contexto de incertidumbre global y fluctuaciones del mercado, la reactivación del mercado futuro del novillo en Uruguay se presenta como una herramienta crucial para estabilizar precios y ofrecer previsibilidad tanto a productores como a la industria. El ingeniero agrónomo Gonzalo Gutiérrez, uno de los técnicos involucrados en este proceso, explicó en Valor Agregado de radio Carve en qué etapa se encuentran los esfuerzos para reinstalar esta plataforma de referencia y su importancia para el sector.
“Viene avanzando a paso firme”, comentó Gutiérrez, destacando que la idea es devolverle a Uruguay una herramienta que es imprescindible para la ganadería. A diferencia del sector agrícola, donde se usan mercados de futuros externos, en el caso del novillo el país cuenta con un mercado local. Sin embargo, a pesar de existir desde hace años, su uso ha sido limitado.
“El productor ni siquiera sabe que existe, y por ende, tampoco cómo usarlo”, mencionó Gutiérrez. Esta falta de conocimiento limita las oportunidades de los productores y la industria para protegerse de las fluctuaciones de precios. La ganadería intensiva, en particular, se enfrenta a una gran incertidumbre sin una referencia de precio a futuro. Tanto la industria como los productores necesitan una herramienta que les permita prever si es rentable encerrar ganado o comprometerse con determinados precios, añadió.
Actualmente, el Instituto Nacional de Carnes (INAC) y actores privados están trabajando para levantar las barreras que impiden la operatividad del mercado y convertirlo en una herramienta útil para la gestión de precios futuros.
Uno de los desafíos clave es cómo generar la liquidez necesaria para que el mercado funcione correctamente, señaló Gutiérrez. A pesar de ser una herramienta conocida por la industria frigorífica, hasta ahora ha sido difícil convertir esa familiaridad en volúmenes significativos de operaciones. Sin embargo, Gutiérrez cree que hay un gran interés por parte de la industria en resolver este problema.
“La industria tiene el mismo problema que el productor: incertidumbre sobre el precio futuro, lo que dificulta la planificación”, explicó. Añadió que, aunque existen otros mecanismos, como los contratos forward, la estructura de garantías de los mercados futuros ofrece ventajas significativas.
El consignatario juega un papel fundamental en este proceso, actuando como intermediario entre productores e industrias. Según Gutiérrez, muchos consignatarios han mostrado interés en avanzar hacia la reactivación del mercado de futuros. “El consignatario es el lubricante del motor, le da liquidez al sistema”, afirmó, y agregó que su rol es clave para arbitrar entre categorías y escalones de productores.
La creación de un mercado de futuros para el novillo en Uruguay se enfrenta a varios desafíos, pero Gutiérrez es optimista. Mencionó que un mercado bien estructurado no solo permitiría gestionar mejor los riesgos empresariales, sino también integrar mejor a todos los actores de la cadena. El éxito del mercado depende de generar un volumen de operaciones interesante que ofrezca previsibilidad a productores e industrias por igual.
Gutiérrez destacó que herramientas similares ya operan exitosamente en países como Brasil, y expresó su esperanza de que Uruguay, con su tradición ganadera, pueda ponerse al día en la adopción de estos mecanismos comerciales.
Al ser consultado sobre el volumen de ganado necesario para que el mercado de futuros sea viable, Gutiérrez explicó que es difícil de cuantificar, pero sugirió que lograr cotizar entre el 20% y el 30% de la faena nacional sería un éxito.
“Lo que importa es asegurar un margen y evitar que las empresas estén expuestas a las fluctuaciones del mercado”, dijo, subrayando la importancia de que el mercado ofrezca una interacción transparente entre la oferta y la demanda para reflejar con precisión las expectativas del sector.