El pasado viernes, el frigorífico Casa Blanca se presentó a concurso voluntario tras conocerse la deuda que mantenía con Gustavo Basso, la cual pasó a formar parte del activo de Conexión Ganadera. Ante esta situación, “los consignatarios y productores entraron en una especie de psicosis, creyendo que íbamos a tener problemas, que embargarían la carne y congelarían nuestras cuentas. Nada de eso ocurrió, pero dejaron casi abruptamente de enviarnos materia prima, lo que nos complicó y nos llevó a reducir la faena, trabajando con solo 100 o 150 animales semanales para el mercado interno”, explicó Carlos Fuidio, gerente de la planta sanducera.
En diálogo con Valor Agregado de radio Carve, Fuidio señaló que esta pérdida de confianza en la planta provocó una caída en la faena de entre 4.000 y 4.500 animales, lo que representó una pérdida estimada entre 4,5 y 5 millones de dólares. “Se cortó la rueda, y se volvió imposible solventar los gastos semanales. Durante algunas semanas, manejamos la situación con los ingresos del mercado interno e internacional”, agregó.
“No tuvimos otra opción que presentarnos al concurso voluntario de acreedores, porque con la rueda cortada era imposible continuar”, afirmó Fuidio. No obstante, aseguró que mientras dure el proceso, “seguiremos buscando soluciones para mantener la operativa”.
Respecto a los pasivos del frigorífico, detalló que “básicamente, el único significativo es con el escritorio Gustavo Basso. Los demás corresponden a deudas generadas en las últimas cuatro semanas”, aunque insinuó que el monto es considerablemente menor.
Para afrontar la situación, Casa Blanca ya cuenta con un “plan general armado, aunque aún no queremos hacerlo público porque hay detalles por ajustar”. Sin embargo, mencionó que una de las posibles salidas es una asociación con un privado: “Tenemos tres opciones sobre la mesa, todas muy reales. También estamos buscando financiamiento bancario. Evaluamos todas las alternativas para sacar adelante el frigorífico”.
Por otra parte, Fuidio relativizó el pasivo de 25,5 millones de dólares con Gustavo Basso: “Para una industria frigorífica que factura entre 70 y 80 millones al año, esa cifra, generada en un período de 20 años, no es descomunal. No es un pasivo que deba asustar”.
Actualmente, la planta opera con 80 trabajadores, aunque Fuidio adelantó que “en la medida en que podamos sumar trabajos a façon, reincorporaremos más personal”.