Publicidad

Vázquez abrió el diálogo, pero gremiales no frenarán protestas

Productores rurales esperan al 23 para resolver si conformarán la mesa de negociación.

5a5d5e0da3d87.jpeg

La seriedad en los rostros de los representantes gremiales se asemejaba a la de los dos blandengues que estaban apostados a ambos lados de la entrada de la Residencia Presidencial de Suárez y Reyes. Callados. Incluso con una cuota de tristeza. Pasaron en silencio junto a los periodistas sin decir una sola palabra. "¿Para qué vinimos?", comentó uno al grupo de gremialistas. Otro intentó romper el clima con algo de humor: "Aprovechá y sacate una foto ahora, porque acá no venimos nunca más", le respondió otro de los ruralistas que ayer llegó a la residencia para dialogar con el presidente de la República.

Tabaré Vázquez decidió citar ayer mismo a las cámaras empresariales del agro para abrir un canal de diálogo entre los rurales y el gobierno.

Su objetivo fue bajar la tensión generada en el comienzo del 2018. Los pequeños y medianos productores generaron un movimiento por redes sociales con adherentes en todos los departamentos del país, y que escapó al dominio de las tradicionales gremiales rurales.

Este movimiento fijó el martes 23 una especie de asamblea en Durazno para definir medias como forma de protesta ante el gobierno. Entienden que el mandatario les dio la espalda. Pero incluso su principal molestia pasa por sentirse ignorados durante el inicio del nuevo año, cuando le exigieron una reunión al presidente para tratar lo que catalogaron como una "severa crisis" económica.

Vázquez los sorprendió ayer cuando los citó para el mismo día. Tras la renuncia de Tabaré Aguerre al frente del Ministerio de Ganadería, y con Enzo Benech como nuevo ministro del área, el presidente convocó a las gremiales agropecuarias a las 18 horas en Suárez.

Asistieron representantes de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), la Comisión Nacional de Fomento Rural, la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) y la Asociación Nacional de Productores de Leche. La Federación Rural rechazó la invitación. (Ver aparte).

Al terminar la reunión cerrada Vázquez invitó a los ruralistas a dar una conferencia en conjunto. Pero los gremialistas prefirieron hacerla por separado. Sin embargo la razón real es que el clima no fue bueno, y no querían compartir un mensaje donde el presidente de la República los comprometiese a frenar las medias que los productores rurales están ideando para aprobar el próximo 23.

Durante el encuentro el primer punto que Vázquez dejó claro fue que de ninguna manera está dispuesto a cambiar su línea de política económica. Con ese mensaje descartó tomar medidas para aumentar el precio del dólar; uno de los principales reclamos de los productores.

Esa idea la reafirmó en la conferencia con los medios. Allí enfatizó en rechazar la acusación de los ruralistas que dicen que su gobierno no ha hecho nada por el agro. "Es mentira", dijo y le pidió al nuevo ministro de Ganadería que detallase las acciones tomadas para favorecer a los productores.

Unos minutos más tarde Alfredo Lago, de los arroceros, y Virginia San Martín, de las cooperativas, desmitificaron esa idea. A su entender esas medidas "no mueven la aguja" y son totalmente insuficientes.

Su valoración del encuentro fue negativa. Y le adelantaron al gobierno que no están dispuestos a frenar las medidas que tomen los productores autoconvocados. "Algunos periodistas me dicen que los autoconvocados nos pasaron por arriba a las gremiales, y sí. Tienen razón. Pero son reclamos legítimos. Y nosotros no somos quiénes para frenarlos", dijo San Martín a El país en la vereda de la residencia de Suárez, con lágrimas en los ojos. "Yo no sé que voy a hacer", admitió.

Rato antes dentro de la reunión le preguntó al presidente por qué había demorado tanto en convocarlos. Su consulta molestó al mandatario, quien le respondió que él también tenía derecho a descansar.

El presidente aclaró a los medios que espera que se pueda conformar una mesa de diálogo para analizar la situación de cada sector. A su entender la "emergencia" que algunos rubros están viviendo no es la realidad general del campo.

En este punto es donde está instalada la mayor diferencia entre los rurales y el gobierno. Para los productores del campo la situación es dramática. Para el gobierno no es así.

El presidente de la ARU, Pablo Zerbino, dijo a El País que dejaron claro al gobierno que no debe esperar de las gremiales ningún llamado a la desmovilización y que consideran clave la reunión de productores prevista para el 23 de enero, a la que de ninguna manera quieren "opacar".

Plantearon que la comisión de trabajo debería comenzar a trabajar luego de esa reunión. El gobierno quería que esa comisión comenzase a funcionar cuanto antes. "Aclaramos antes que nada que nosotros no representamos ni pretendíamos representar a todo el sector agropecuario", dijo.

El mandatario fue muy enfático en remarcar que su gobierno trabajará con las gremiales porque es su forma de defender la institucionalidad y la democracia. "Lo otro es el caos, el desorden", dijo en referencia a los autoconvocados.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

Publicidad

Publicidad