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Industriales avícolas sostienen que el contrabando creció

Aduanas realizó decomiso de pollos y pechugas.

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Pablo Antúnez

Los pollos y cortes envasados, como es el caso de las pechugas, que ingresan de contrabando desde Brasil por los departamentos de frontera con Uruguay, están llegando hasta ciudades muy cercanas a Montevideo y la Dirección Nacional de Aduanas, basándose en la información aportada por la Cámara Uruguaya de Productores Avícolas (Cupra), está requisando mercaderías a nivel de los comercios y carnicerías.

“Se recrudeció el problema. Están llegando productos a Canelones, ya no es sólo a nivel de los comercios de los departamentos de frontera”, advirtió el presidente de Cupra, Domingo Esteves a El País.

“El contrabando persiste pese a que la Dirección Nacional de Aduanas viene trabajando fuerte. Incluso se decomisaron algunos productos en comercios de la ciudad de La Paz. Están haciendo decomisos a diario”, remarcó Esteves.

Los productores y criadores de pollos nucleados en Cupra, sostienen que el problema está metido en todos lados, por más que las gestiones de Aduanas están generando avances en el control de esas mercaderías ilegales, que también incumben al Instituto Nacional de Carnes (INAC) y al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que es quien controla los productos que ingresan en los pasos de frontera. El problema es que, seguramente el gran contrabando no entre por los pasos de frontera y escapa a los controles.

“En la medida que tenemos información la aportamos”, afirmó Esteves, haciéndose eco del pedido de Aduanas para poder actuar y decomisar mercadería cuyo origen no se pueda probar.

Brasil es el principal productor mundial de pollos, exporta para los mercados más selectos del mundo y eso nadie lo cuestiona. El problema de los pollos que ingresan de contrabando es que no garantizan a los consumidores su inocuidad, porque no conservan la cadena de frío y son transportados en condiciones que no favorecen la salud de los consumidores.

El problema cobra fuerza, como en 2015, cuando la diferencia de precios entre el pollo brasileño y el producido localmente, es más marcada.

En ese mismo año, la Cupra presentó un trabajo a la Dirección Nacional de Aduanas —certificado por notario— donde se mostraba que los pollos contrabandeados eran trasladados en bicicleta, en ómnibus o moto a los comercios de la frontera con Brasil, sin que se respetara la cadena de frío, ni las condiciones mínimas de higiene.

Los industriales uruguayos dedicados a este segmento, probaron en 2015 que entre 25% y 30% de los pollos que eran vendidos en los departamentos fronterizos con Brasil eran de contrabando, generando pérdidas económicas cercanas a US$ 40 millones por año. Cabe recordar que en 2015 la diferencia de precios para la carne aviar producida localmente fue mayor cuando el gobierno decidió reimplantar el IVA, incluyendo también otras carnes blancas como cerdo y cordero.

En el mercado interno, el consumo de carne aviar viene creciendo todos los años y está en 22 kilos per cápita al año, pero todavía tiene mucho espacio para crecer. En 2016 los uruguayos venían consumiendo 20 kilos de carne aviar al año, según los datos del Instituto Nacional de Carnes, desde donde se reconoce que incluso esa ingesta puede ser mayor a la citada. Este año se volverá a remarcar el aumento del consumo de carnes blancas.

Guillermo Crampet

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