Ancap obtiene una ganancia de $ 10,91 por litro.
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Hace mucho tiempo que las gremiales agropecuarias insisten en los altos costos energéticos de producción que impiden ser competitivos frente a los países de la región, por ejemplo los combustibles y la energía eléctrica. El gobierno, en respuesta a las solicitudes del sector arrocero, aseguró que no se prevén cambios en las tarifas del gasoil, al menos, hasta fin de año.
La empresa SEG Ingeniería, dedicada a la eficiencia energética y el desarrollo de proyectos en energías renovables, informa mensualmente el valor de los combustibles en Uruguay y los compara con los países de la región. Lo mismo sucede con la energía eléctrica. En los dos insumos, Uruguay está significativamente más caro frente al resto.
Ernesto Elenter, director de la empresa, comentó que el precio del gasoil en Uruguay es de US$ 1,34 por litro. Mientras que en Brasil es de US$ 0,98, Argentina de US$ 0,95 y Chile de US$ 0,73 por litro. “Estamos sensiblemente más caros que nuestros vecinos y a nivel mundial también estamos caros”, dijo.
Otro dato destacado es la comparación del valor del gasoil con el precio de paridad de importación (si el combustible se importa de un mercado competitivo y se aplican los mismos impuestos a los de Ancap). Elenter aseguró que estamos un 40% más caros. “El precio de paridad es de $ 27,59 por litro y en el surtidor uruguayo se vende en $ 38,50 por litro”.
Energía eléctrica. Elenter explicó que Uruguay también está “más caro que los vecinos” en la tarifa de energía eléctrica. “Los cambios en la revolución energética de UTE ha provocado una reducción de los costos de la empresa”, contó. Según los datos de UTE, en el primer semestre del año vendió US$ 891 millones con costos de US$ 543 millones, lo que representa una ganancia antes de impuestos de US$ 348 millones.
El especialista dijo que el resultado económico de UTE fue del 39% a favor. “Es una ganancia espectacular para cualquier empresa y llama la atención que siendo monopólica no se utilice para bajar las tarifas”. Señaló que “es evidente que las ganancias contribuyen a las arcas públicas”.