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La conquista del Este

La forestación sigue sumando inversiones y consolidando un rol clave en la economía. La nueva inversión de LUMIN y otras empresas en el Este, más todo el despliegue en torno a UPM 2 serán muy relevantes en los próximos años. El desafío es seguir agregando valor.

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Han sido días de gran preocupación para la producción forestal, como para todo el agro, por los efectos de la sequía. En la forestación, además de la menor producción de madera por hectárea por la falta de agua, aumenta seriamente el riesgo de incendios.

La Sociedad de Productores Forestales implementa desde hace años un Operativo de Protección Anti-Incendios Forestales (O-PAIF), que aplica U$S 3 millones anuales aportados por sus socios. Trabajan en él 100 personas, con 3 bases de helicópteros y sistemas de cámaras en las zonas forestales más densas, con algoritmos de Inteligencia Artificial que permiten una reacción temprana ante síntomas de fuego. Cuando el foco no es en zona forestal, se coordinan con el SINAE las acciones pertinentes.

En lo que va de este verano el Operativo detectó 828 focos, lo que significa un incremento de 52% respecto a igual período del año pasado. Hubo 82 despachos con medios aéreos, 75% más. Las horas efectivas de combate a incendios subieron 40%. Todo permitió mitigar el impacto de los incendios, que de todas maneras se sintió: se quemaron (en distinto grado), unas 1.900 hectáreas de bosques protegidos, en unos quince eventos que afectaron plantaciones.

Es una tarea clave pues sin cuidar la gran base forestal que ha generado Uruguay, no hay ni tableros, ni celulosa, ni plantas industriales. Por suerte las temperaturas están bajando y ha caído lluvia, aunque poca y despareja.

Exportaciones récord.

Las ventas al exterior de productos forestales (un sector netamente exportador) subieron más de 10% en 2022 y se ubicaron en unos U$S 2.400 millones de dólares, un nuevo récord. Se observa la ya conocida predominancia de la celulosa, cuyas ventas externas aumentaron 15%, básicamente por el aumento en el precio promedio (gráfica). Cuando se realiza el análisis por destinos, la producción de celulosa va principalmente a la Unión Europea y explica el 51% de las ventas a ese destino, según datos de Uruguay XXI. El segundo mercado en importancia es China, aunque hay también volúmenes importantes vendidos a Argentina y EEUU.

El precio de la celulosa alcanzó niveles muy altos el año pasado (gráfica) aunque ahora ha cedido terreno. La economía mundial plantea algunas incertidumbres y -además- están por entrar al mercado varias nuevas plantas de producción, entre ellas la de UPM en Uruguay.

En los productos elaborados con madera sólida (aserrada, tableros, etc.) la facturación por exportaciones fue similar a la de 2021, aunque 2022 tuvo altibajos. Los precios se elevaron durante parte del año, ante la recuperación de la economía de EEUU, donde el mercado inmobiliario es clave. Sin embargo, la guerra de Ucrania y la decisión de los bancos centrales de aumentar las tasas para controlar la inflación, llevaron a que la demanda se viera afectada en los últimos meses. Aun así, se mantiene una dinámica interesante de colocaciones por parte de las diversas empresas de este sub-sector.

Las exportaciones de rolos se vieron afectadas por el aumento en los fletes (un costo clave dado que se trata de un producto voluminoso de bajo valor por tonelada). Los rolos de Eucaliptus tuvieron buena colocación, con el agregado singular de exportaciones a Finlandia, que no es un destino habitual y se sumó a las compras desde China y sudeste asiático. De todas formas, para Uruguay son más relevantes las exportaciones de rolos de pino, que cayeron 40% y fueron muy intermitentes. India superó a China como destino, pero el aumento en el costo de los fletes le da mayor ventaja relativa a los proveedores de Oceanía al abastecer esos países, por lo que resulta un desafío mantener esas ventas.

Contrariamente hubo una nueva mejora en la colocación de chips, con un aumento de casi 50% en el monto exportado, que avanzó tanto por precio como por cantidad. El aumento se da luego de un año 2020 muy complicado para la exportación de chips. En 2021 se inicia una recuperación y en 2022, a la habitual demanda de Portugal (principal mercado) y otros destinos, se sumaron embarques a China.

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Nuevas inversiones.

En los últimos días la empresa Lumin (ex-Weyerhaeuser) anunció la construcción de una nueva planta de producción de tableros contrachapados en Melo, que implicará una inversión de U$S 136 millones y generará unos 300 empleos directos cuando comience a funcionar. Se espera que este año se resuelvan todos los requisitos legales y comience el movimiento de tierras sobre fin de año, estimándose que la planta esté operativa a fines de 2025. En la construcción se emplearán unas 250-300 personas, en promedio.

La nueva planta sumará una capacidad de producción de 160.000 m3 de paneles (plywood) a los 300.000 que ya tiene la empresa en Tacuarembó (un aumento de más de 50%). Así, Uruguay pasará a ser el segundo exportador de tableros de la región.

En el torrente de novedades de todo tipo en Uruguay, posiblemente no se ponderó bien la relevancia de este anuncio. Durante mucho tiempo la industria de madera sólida ha tenido problemas de competitividad, por altos costos de mano de obra, energía, etc., al tiempo que tiene limitaciones de mercado en la medida que Uruguay ha concretado pocos acuerdos más allá del Mercosur. Aun así, las empresas del sector han logrado superar las limitaciones y crecer. La decisión de los accionistas de Lumin (BTG Pactual Timberland Investment y British Columbia Investment) es reflejo de las buenas perspectivas del sector a largo plazo.

La empresa gestiona 120.000 hectáreas en Tacuarembó, Rivera, Cerro Largo y Treinta y Tres, 65.000 de ellas forestadas con pinos y Eucalyptus. A la primera planta de tableros de Tacuarembó (instalada en tiempos de Weyerhaeuser), se sumó otra en 2021, en el mismo sitio, con capacidad de producción de chapas más finas (Thin Peel), de muy alto valor. La nueva planta de Melo apuntará a un producto intermedio. Además de la calidad, la escala es clave para reducir costos.

Esta apuesta a la calidad es lo que le permite desarrollar la actividad con éxito, aunque los desafíos de mercado son permanentes. Los tableros contrachapados son utilizados intensamente en la construcción, por lo que los vaivenes de este sector en EEUU y Europa (principales mercados) son de sensibilidad para las exportaciones de la firma. A esos mercados se agrega México, que ha sido el segundo destino luego de EEUU y que tiene el beneficio del Acuerdo de Libre Comercio con Uruguay, lo que permite a Lumin ingresar allí sin aranceles.

¿Por qué Melo? En tiempos de Weyerhaeuser las plantaciones de la empresa se extendieron por Tacuarembó y Rivera, instalándose en 2006 la planta industrial en Tacuarembó. Ese año comenzaron a agregarse plantaciones en Cerro Largo y Treinta y Tres, principalmente de Eucalyptus, que ya están llegando -luego de las podas y raleos correspondientes- a la madurez suficiente para ser procesadas, y por eso se instala la planta en esa zona.

Las láminas “clear”, libres de nudos y defectos, son las que van en las partes externas del panel (cara y contracara), lo que permite colocar estos paneles en el segmento de productos de apariencia, como mueblería, gabinetes de cocina y todo uso que implica que el producto quede a la vista (siding). Además, el Eucalyptus en estos usos sustituye a maderas tropicales, cuya explotación es cuestionable ambientalmente. El resto de las láminas va al mercado estructural de construcción, para pisos, contrapisos, paredes, etc..

El proyecto de Lumin se suma a los que ya se están desarrollando en Treinta y Tres por parte de Agroempresa Forestal (una planta de laminados que es su primera incursión en fase industrial), que comenzará a operar en septiembre y el de los españoles de Garnica, a los que Agroempresa Forestal proveerá la madera. Se esperan además más proyectos y ampliaciones de otras empresas, en particular de las madereras de Rivera, que siguen invirtiendo, y otros proyectos de capitales de EEUU, chilenos y brasileños. A esto hay que agregar la iniciativa de Arboreal para producir CLT con destino a construcción en el mercado local y exterior, que sigue cumpliendo pasos.

Vale reiterar que estas iniciativas no serían viables sin plantas de celulosa que puedan consumir los raleos y la parte de madera de cada árbol cosechado que no tiene suficiente diámetro para el debobinado (la parte alta).

Por otra parte, todo el sector forestal es un negocio logístico y -por tanto- los costos en esta área son claves. La llegada del ferrocarril, y las inversiones en carreteras, puentes y accesos, es clave. Para esta inversión en Cerro Largo, también sería posible la salida por la hidrovía de la Laguna Merín, que se busca impulsar con Brasil.

Todo este movimiento maderero en el noreste y este es la confirmación de otro de los objetivos que se plantearon al diseñarse la política forestal en los 80: descentralizar la actividad económica y el desarrollo. Enhorabuena.

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