Desde hace muchos años utilizo la frase “empieza el futuro” para titular el arranque de la venta de reproductores de primavera en el país. Es que ese concepto resume el sentir de los criadores que mantienen su apuesta a la ganadería más allá de coyunturas. Y vaya si este año hay que apostar a ese futuro sin detenerse en este presente condicionado por diversos factores por los que atraviesa la ganadería y el resto del sector agro exportador del país.
Pero, como prácticamente todo en la vida, es relativo y se debe mirar el contexto en una especie de análisis Foda (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas), del momento, para proyectar el futuro de la ganadería que comienza con la inversión en genética que realizarán los criadores durante los próximos 45 días.
¿Cuál es la mayor fortaleza? La situación de los terneros, sin dudas. En un año cambiante, con bajas del ganado gordo, por diferentes motivos, la primera categoría de la cadena de producción ganadera está firme. Y eso, al momento de pensar en invertir en genética, es clave. Que el precio de los terneros sea alto, es básico para que los criadores se vean estimulados a mantener la apuesta a producir más. Un factor determinante para este “momento ternero” es la exportación en pie (se estima de más de 250 mil cabezas en este año), pilar en la determinación del valor, actuando como una “válvula de escape” de la ganadería y que, incluso, ha contribuido en los últimos años no sólo al incremento de destetes en el país, sino también al aumento de la faena. Este presente de la categoría, hace que la relación de la reposición, según ACG de la última semana, sea de 1,4689 (1,1531 en 2022), superando al récord del año 2016.
Punto a favor en la check list de las fortalezas.
En este ítem, se puede, y se debe, agregar lo que es el avance genético que han desarrollado las diferentes cabañas en las distintas razas que se ofrecen en la zafra. Un factor que no sólo ha acelerado los procesos productivos, sino que es determinante a la hora de vender ganados en las distintas pantallas, o remates ferias, donde los animales de razas definidas y genética superior se ubican siempre con un plus de valores. Sumado a ello, están todas las herramientas: sanitarias, financieras, de servicio post venta, que brindan las cabañas y hacen que la inversión sea más rentable.
Un factor que se puede considerar como “Oportunidad” es el siempre variable clima. En este escenario de extremos que parece estamos acostumbrándonos a vivir, pasamos de estar mirando al cielo esperando las benditas lluvias a una situación actual, en muchas partes del país, donde la vista se eleva para ver cuándo va a parar de caer agua. Y, si bien siempre es bueno que haya más lluvia frente a una seca, el exceso también perjudica. Pero, si a toros nos referimos, sabido es lo “inflacionario” que es el pasto. Y si la primavera, como no sucedía hace por lo menos tres años, se inicia con lluvia, esos “pastos baratos” significarán un estímulo en el análisis de la oportunidad de invertir en genética.
¿Me hace otro check list por favor?
Si de debilidades hablamos, la asociación directa va hacia el valor del dólar en el país. Si bien me podrán decir que el mercado de los toros se paga en la moneda estadounidense, el actual atraso cambiario afecta a todo el negocio, convirtiéndose en un factor negativo para la competitividad de las empresas agropecuarias y para el sector agro exportador.
Y las amenazas están en la inestabilidad del mercado por la situación económica y de lenta recuperación en los principales mercados a los que accede Uruguay con sus productos. Un factor que atenúa este sentimiento, es el anuncio de las visitas a China del Secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado y del propio Presidente Luis Lacalle Pou, pues sabido es que a los gobernantes del país asiático les gusta las conversaciones presenciales para concretar acuerdos. A propósito de entendimientos, una buena noticia fue la que trascendió por estas horas en cuanto a que el gobierno chino accedería a bajar a la mitad el tiempo previo a la faena. Se espera que con las visitas mencionadas se pueda avanzar en el protocolo al respecto.
Entonces, si hacemos un resumen de este análisis Foda, nos da un margen positivo para el resultado de la zafra de venta de reproductores que comienza.
Antecedentes.
Asumiendo que son años y momentos diferentes, a modo de referencia, repasemos lo que pasó en la zafra 2022, según los datos, que hace más de dos décadas llevamos en Rurales El País. Se comercializaron, en remates y exposiciones, 6.179 toros, a un valor promedio de US$ 3.390. Como cada año, es bueno aclarar que no significa más que una orientación por donde transcurre la zafra, pues se toman en cuenta diferentes tipos de reproductores y que se comercializan en distintas circunstancias. Pero, sirve para un parámetro de comportamiento del mercado.
Al analizar las cifras de la estadística del 2022, arrojó, una vez más, que la raza que vendió más toros en remates y exposiciones fue Angus, pero la que cotizó mejor los toros fue Hereford. Se vendieron 3.540 toros Angus (57,3% del total), a un valor promedio de US$ 3.197, fueron 2.022 toros Hereford (32,7%) a US$ 3.536 de valor medio. Y en las razas sintéticas, fueron 252 toros Brangus a US$. 3.200 y 202 toros Braford a US$ 3.415 de promedio.
Si miramos lo que viene, en tiempos en los que la Inteligencia Artificial (IA) se apodera, cada vez más, de distintas actividades en el mundo, bien vale detenerse en lo que significa este momento en que “empieza el futuro” para la ganadería del país. Porque eso, para los cabañeros, más que “IA”, es un Sentimiento Natural...