El bloque europeo importó en 2024 un total de 141.579 toneladas de carne vacuna y 71.881 toneladas de carne de aves provenientes del Mercosur, según datos de Estacom. Estas cifras reflejan una reducción en comparación con años anteriores: en 2019, las importaciones de vacuno alcanzaron las 155.758 toneladas, valoradas en 1.130,6 millones de euros, mientras que en 2024 el valor aumentó a 1.265 millones, pese a una disminución en la cantidad. En el caso de las aves, las importaciones pasaron de 73.442 toneladas en 2019 a 71.881 toneladas en 2023, con un incremento en su valor económico.
Entre enero y septiembre de 2024, la UE importó 107.235 toneladas de vacuno, un 1,4 % menos en volumen y un 10,3 % menos en valor frente al mismo período del año anterior. Para carne de aves, el acumulado en los primeros nueve meses de 2024 fue de 50.789 toneladas, un descenso de 3.000 toneladas respecto a 2023.
En el panorama de exportadores, Brasil lidera las ventas de vacuno a la UE con más de 42.600 toneladas, seguido por Argentina (36.744 toneladas) y Uruguay (24.945 toneladas). Para carne de aves, Brasil también ocupa el primer lugar con 47.991 toneladas, mientras que Argentina queda muy por detrás con 2.798 toneladas.
El caso de España: un mercado en crecimiento
En España, las importaciones de carne de vacuno y aves desde el Mercosur muestran una tendencia al alza. En 2019, se importaron 13.681 toneladas de vacuno por un valor de 79,5 millones de euros, cifra que creció a 14.144 toneladas y 106 millones en 2023. Para 2024, entre enero y septiembre, ya se han importado 12.835 toneladas por un valor de 91,8 millones de euros, superando las expectativas.
Para las aves, España incrementó sus compras desde las 18.885 toneladas en 2019 hasta las 27.739 toneladas en 2023, con un valor de 56,81 millones de euros. En 2024, solo en los primeros nueve meses, ya se han importado 23.293 toneladas por 53,73 millones de euros, consolidando el crecimiento del mercado.
Reacciones del sector cárnico europeo
El acuerdo UE-Mercosur ha generado posiciones encontradas entre representantes de la industria cárnica. Desde ASOPROVAC, Ricard Godia critica la entrada de productos que no cumplen con los estándares europeos, como el bienestar animal o el uso de hormonas. Matilde Moro, también de ASOPROVAC, alerta sobre la competencia desleal y el riesgo para la soberanía alimentaria europea.
Por otro lado, Giuseppe Aloisio, de ANICE, destaca las oportunidades para abaratar exportaciones europeas hacia Mercosur, aunque reconoce que la competencia será intensa debido a los menores costos y regulaciones en Sudamérica. Desde FECIC, se subraya la necesidad de garantizar condiciones equitativas y normas estrictas para evitar impactos negativos en la industria europea.
El debate pone en evidencia los desafíos de equilibrar el comercio internacional con la protección de la producción local y los estándares de sostenibilidad en Europa.