El incremento de las trabas a las importaciones generan graves perjuicios para los sectores productivos que necesitan comprar insumos al exterior. El mercado de genética bovina no es la excepción. El Foro Argentino de Genética Bovina (FAGB), que agrupa a organizaciones de criadores y centros de inseminación artificial y trasplante embrionario, alertó que ante la no aprobación de licencias de importación de semen bovino está en riesgo la producción.
En diálogo con LA NACION, fuentes vinculadas al FAGB explicaron que desde hace más de un mes y medio que no les aprueban los permisos SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina). En consecuencia, dijeron que esto afecta principalmente al sector lácteo porque el semen del biotipo lechero representa alrededor del 85% del total de las dosis importadas, siendo más del 50% semen sexado. Este último no se produce en el país.
“El biotipo lechero se trae de afuera para poder mantener los altos niveles y estándares de producción que tiene hoy la lechería”, dijeron.
En rigor, el año pasado se importaron 2.879.121 dosis de semen bovino, de las cuales 2.492.257 fueron para leche y 386.864 de carne. En total, la importación fue de US$15,3 millones aproximadamente. Vale recordar que toda la producción ganadera, en cambio, genera exportaciones de carne por más de US$3000 millones. La producción lechera en tanto exporta por más de US$1000 millones.
El semen sexado es un semen que lleva un proceso para poder distinguir los espermatozoides que van a dar hembras o machos, y se usa mucho en lechería porque lo que se busca son hembras para la reposición. Aumenta la velocidad de mejora y reduce la cantidad de machos que solo se destinan a engorde. Al cortarse el acceso al semen sexado, alertaron, “se afecta la reposición de los tambos”.
Carne. En tanto, en el caso de carne, donde el año pasado se importaron 386.864 dosis, las trabas impactan porque reduce la oferta y variabilidad genética para la mejora de los rodeos.
“El intercambio de genética es clave para la mejora de la productividad en toda la cadena de la industria cárnica y lechera, lo que permite al final de la misma generar divisas por exportaciones de diferentes productos de origen animal, siendo impensable una producción competitiva sin acceso a genética de calidad”, dijeron.
Hasta antes de agosto la importación de genética tenía licencia automática, es decir no era necesaria recibir la aprobación de un permiso, sino que era directa. Sin embargo, en agosto con la Resolución 2022-1-APN-SC#MEC el semen bovino pasó a ser un producto con licencia no automática y se complejizó la importación.
Impacto. En su momento, los representantes de la Cámara Argentina de Biotecnología de la Reproducción e Inseminación Artificial mantuvieron reuniones con Matías Tombolini, secretario de Comercio, para explicarle la situación.
“En el semen los volúmenes en cuanto a millones de dólares no son tantos, pero el impacto productivo es muy alto”, señalaron. Hubo un compromiso por parte de la Secretaría para que las SIMI, que era el sistema de importaciones en ese momento, se liberaran rápidamente.
Durante el primer mes y medio a medida que los importadores pedían los permisos se liberaban sin problema, pero desde mediados de noviembre pasado y lo que va de diciembre dejó de fluir y se restringieron todos los permisos de importación de semen.
“Se pone en riesgo la producción porque deja de estar disponible un insumo primordial para preñar las vacas y producir genética de calidad”, advirtieron.
Frente a esta situación, y ante la falta de respuesta en Comercio, indicaron que van a pedir una reunión con el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo. Asimismo, los integrantes del FAGB rubricaron un comunicado para detallar la siuación.
Lo hicieron la Asociación Argentina de Angus, Asociación Argentina de Brangus, Asociación Argentina Criadores Blonde D’Aquitaine, Asociación Argentina de Criadores de Bonsmara, Asociación Argentina Criadores Ganado Bovino Criollo, Asociación Criadores Ganado Sanga, Asociación Argentina Criadores de Hereford y la Asociación Argentina de Criadores de Limousin.
También la Asociación Argentina de Criadores de Santa Gertrudis, Asociación Argentina de Murray Grey, Asociación Braford Argentina, Asociación Criadores Brahman Argentina, Asociación Simmental Argentina, Asociación Argentina de Shorthorn, Productores de Limangus Argentinos, la Cámara Argentina de Biotecnología de la Reproducción e Inseminación Artificial, la Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Sociedad Argentina de Tecnologías Embrionarias (SATE).