El contexto nacional e internacional para la producción de materias primas pasa por un momento tan interesante como desafiante. El aumento de precios para la carne, los granos y los distintos commodities fue acompañado por un sustancial incremento de costos, inmerso en una realidad internacional muy incierta en materia de logística y previsibilidad. El productor uruguayo, ejemplo por su innovación y desempeño, debe estar siempre un paso adelante dentro de sus producciones y “orejeando” cómo viene el mercado.
Dentro de este marco, una empresa nacional fundada hace 22 años redobla la apuesta, ampliando su presencia en el país para brindar a sus clientes un servicio aún más integral y completo. Es así que MegaAgro incorporó a su grupo empresarial la planta de procesamiento de semillas “Semillas Latitud SA” y la empresa de agroquímicos “Solaris Tecnología SA”, ambas con destacada trayectoria en los últimos años del agro uruguayo.
“Es un hito muy importante para la empresa. En MegaAgro buscamos una sinergia entre los insumos y las haciendas, rubros que son del cerno de la empresa”, comenzó diciendo el director y fundador de la firma, Juan Miguel Otegui.
Origen y desarrollo. MegaAgro se fundó en el año 2000 operando como proveedor de semillas, fertilizantes y agroquímicos y con destacado crecimiento sumó como socio en 2006 a José Pedro Aicardi, quien hizo crecer de forma sustancial el departamento de haciendas de la empresa, conformando un equipo que se despliega en todo el territorio nacional. En 2013 llegó un nuevo acontecimiento sustancial para la empresa con la adquisición de Calvase, que permitió empezar a “jugar el partido de las semillas forrajeras en otra cancha”.
En 2018, Barenbrug firmó un acuerdo de representación exclusiva con Calvase, que permitió luego ingresar a Prolesa en 2020 con un gran volumen de semillas. Redoblando esfuerzos, Otegui dijo que es un “gusto, honor y orgullo transmitir que dos empresas prestigiosas como Semillas Latitud y Solaris Tecnología se sumen a MegaAgro”. En este sentido, ya hay contenedores en el agua con mercadería que llegará a tierras uruguayas a potenciar el portafolio de agroinsumos que la firma ofrece a sus clientes. La planta de Semillas Latitud con sus modernas instalaciones ubicadas en Young, permiten a MegaAgro expandirse en la “chocolatera agrícola del país”, dijo.
Con sus raíces originadas cerca del productor, Otegui destaca el concepto de M360. “Describe lo que hacemos: estamos en permanente contacto con los clientes: a veces siembran una pastura, les vendemos la semilla pero quieren pagar con terneros o con ganado gordo, o te llama un cliente para embarcar y después tiene que refertilizar y mandamos a alguien del equipo que capaz termina aplicando fosforita… Esa sinergia permite un contacto fluido que nos ha dado muy buenos resultados”.
Según los principales de la empresa, se ha logrado reunir a 90 familias en torno a las distintas plataformas de negocios que conforman Megaagro y Calvase, lo que hace una base clave para la operativa de las mismas en todo el país.
Equipo y excelencia. Acerca de la expansión que ha ido experimentando la empresa, Otegui valora especialmente la incorporación de su socio Aicardi, con un equipo fantástico en todo el país, entre los que se destacan Ignacio Otegui en la planta de Calvase en José Pedro Varela; Santiago Raffo en MegaAgro también; Luis Pedro Olaso, en granos y subproductos; y, finalmente, Roberto Wilson, en Young, desde hace 3 años.
“En MegaAgro buscamos permanentemente la excelencia, con un equipo comprometido, profesional y responsable”, dijo Otegui. La infraestructura está concebida en regiones más que en departamentos, con oficinas en Montevideo y el centro logístico en Paso Escobar. Además, se están construyendo más oficinas en Salto para potenciar la zona norte.
Los tres pilares de la empresa quedan bien marcados. Primero, está el modelo de negocios disperso por regiones, el cual permite un apoyo integral. “Crecimos al revés de las zonas más agrícolas y de más ventas, pero se fue dando así”, expresó Juan Miguel Otegui haciendo un repaso del desarrollo de la empresa.
En segundo lugar, está la búsqueda constante de la excelencia, con la consideración de que el trabajo se puede hacer siempre mejor, y en tercer lugar el destacado equipo de trabajo: “Estamos muy orgullosos del equipo de trabajo que hemos formado en todo el país”, sentenció.
La incorporación de Solaris es un mojón para el trabajo de agroquímicos que se está desarrollando. El desempeño actual de la empresa se da en cuatro áreas: fertilizantes, semillas, agroquímicos y granos y subproductos. “Solaris encaja en la plataforma de agroquímicos y es súper importante para lo que viene”, dijo Santiago Raffo, integrante de Megaagro.
La historia de la empresa indica una unidad de insumos que ha tenido un largo trayecto, con un sostenido crecimiento en el tiempo hasta llegar a más de 70 u 80 contenedores con más de 26 productos, y “eso habla a las claras del gran trabajo realizado”. Además, hubo una gran labor en generar los proveedores, “con viajes a China, participación en congresos y un incremento de actividad que soporta hoy la incorporación de Solaris”, agregó Raffo.
Para lo inmediato, impacta en la competitividad del mercado permitiendo hacer mejores negocios y ofrecer más a los clientes, “hace un mes y medio ya nos pusimos en contacto con todos los proveedores y hubo nuevas compras de Solaris muy buenas en el mercado”, aseguró Raffo, poniendo especial énfasis en la disponibilidad, aspecto que la pandemia y la guerra han puesto en jaque.
A su vez, para la visión de futuro de la actividad se podrán dar respuestas más rápidas al mercado en la medida en la que se vaya aumentando el registro de productos. “En los nuevos proveedores detectamos muchos productos granulados y con nanotecnología más amigable con el medio ambiente, el uso del agua, los residuos y una menor cantidad de envases, temas que están en la agenda del futuro”, manifestó Raffo. Esto puede implicar trabajar en una sinergia de agroquímicos con productos biológicos, destacando el trabajo en conjunto con Lage y Cía en el tratamiento de las semillas.
“Una empresa familiar que apuesta al país y al futuro”
A lo largo de su historia, Megaagro se ha ido consolidando en el sector productivo uruguayo con el respaldo del productor, y los números así lo avalan. Al día de hoy, cuenta con más de 1.850 clientes activos, fertiliza más de 700.000 hectáreas por año, aplica más de 100.000 hectáreas de fosforita, siembra en promedio más de 165.000 hectáreas y vende más de 100.000 cabezas de ganado. A su vez, registra más de 125.000 kilómetros de recorrido por mes de los comerciales visitando clientes, más de 850 camiones por mes recorriendo las rutas del Uruguay y comercializa más de 500.000 kilos de lanas finas. “Megaagro es una empresa nacional que apuesta al país, generando empleo estable, de calidad y con perspectiva de futuro”, expresó Juan Miguel Otegui.
Un futuro con optimismo, pero “hay que ser precavidos”
En lo que tiene que ver con el futuro del rubro, la rentabilidad, los esquemas productivos y los desafíos internacionales, Otegui fue optimista pero cauteloso a la vez. “En Uruguay se siembran en el entorno de 300.000 hectáreas de pasturas por año y 700.000 hectáreas de verdeos. Este año hubo menos producción de semilla, los precios se fueron para arriba y puede haber bajado el área también porque muchos campos inclinaron su rotación a la agricultura con el doble cultivo”, comenzó diciendo acerca de la zafra de forrajeras y decisiones empresariales de los productores. “De todos modos, el ganado empuja y la comida es fundamental, y la más barata es la pastura”, añadió. Otro tema que ha estado en agenda permanente, y más en las circunstancias actuales del valor y disponibilidad de los fertilizantes, ha sido el uso de la fosforita. “MegaAgro y Calvase tienen más de 20 equipos trabajando en todo el país aplicando fosforita llave en mano, siendo la unidad de fósforo más económica, con un trabajo increíble liderado por Santiago Raffo, y estamos contentos y sorprendidos por los volúmenes, por eso atrás de eso tiene que haber logística y disponibilidad”, dijo Juan Miguel Otegui, de Calvase.
Para lo que viene, el incremento de costos es un gran desafío, si bien algunos fertilizantes nitrogenados se están “acomodando un poco en el último tiempo”, con una marcada volatilidad e incremento desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Los precios son buenos, pero “hay más riesgo, más inversión por hectárea y hay que ser precavidos”, dijo Otegui, quien agregó que si bien el sector no puede quejarse el tipo de cambio no está ayudando. “Tenemos que estar preparados para que esta situación disruptiva dure lo que tenga que durar, con combustibles altos, un dólar que no acompaña, fertilizantes o agroquímicos caros, y por todo eso hay que estar arriba del negocio para no cometer errores”. Optimismo por los precios de las materias primas pero cautela por la imprevisibilidad del futuro y los costos crecientes, parece ser el concepto global: “la sellada no la tiene nadie, por eso resaltamos la importancia de trabajar porteras adentro de los establecimientos para producir más y mejor, y también asesorarse atendiendo a los mercados y los momentos, para tomar las mejores decisiones”, cerró.
