En una decisión que impacta directamente a los exportadores de carne roja, Marruecos implementó nuevas medidas para facilitar la importación de estos productos, beneficiando a países como Uruguay.

El país magrebí estableció una cuota de 20.000 toneladas de carne bovina, ovina y camélida provenientes de todos los orígenes, la cual estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024. Dentro de este cupo, los productos estarán exentos de aranceles, mientras que fuera de este límite, el arancel aplicado asciende al 200%. Además, las exportaciones deben cumplir con la certificación Halal, un requisito indispensable para el ingreso al mercado. El trámite para acceder a esta exoneración arancelaria debe gestionarse a través del Ministerio de Industria y Comercio de Marruecos, según lo dispuesto en la circular Nº 6605/211 del 18 de octubre de este año.

En un paso más hacia la apertura, Marruecos habilitó recientemente la importación de carne bovina y ovina de diversos países, incluido Uruguay. La Decisión Nº 61 de la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria para Productos Alimentarios (ONSSA) autoriza a los exportadores uruguayos a enviar carne bovina y ovina, con y sin hueso, en formatos frescos y congelados.

Esta apertura representa una oportunidad estratégica para Uruguay, considerando el potencial del mercado marroquí. Con una población de 37 millones de habitantes, el consumo de carne roja en Marruecos presenta particularidades. Aunque el consumo per cápita de carne bovina es relativamente bajo (7 kg frente a los 9 kg del promedio mundial), el consumo de carne ovina es notable, alcanzando 4 kg por persona, el doble del promedio global.

Estas cifras, sumadas a la reducción arancelaria temporal, posicionan a Marruecos como un destino atractivo para las exportaciones uruguayas, especialmente en el segmento ovino, donde el país sudamericano ha demostrado un alto nivel de competitividad.