A casi cinco años de la pandemia de COVID-19, la economía global muestra señales de estabilidad con un crecimiento proyectado del 3% para 2024 y 2025. Este contexto favorable, combinado con el control de la inflación global, ha permitido a Uruguay consolidar su desempeño económico, con un crecimiento estimado también en el 3% para el próximo año. Un motor clave de esta recuperación son las cadenas agroindustriales, que en 2024 alcanzaron un valor exportado de cerca de USD 10.000 millones, el segundo más alto en la historia del país.
Las condiciones climáticas excepcionales impulsaron la producción agrícola. El trigo alcanzó un rendimiento promedio récord de 5.000 kg/ha en la zafra 2023-2024, generando exportaciones por USD 350 millones. Asimismo, la cebada tuvo una cosecha histórica, con exportaciones que rondaron los USD 370 millones en grano y malta. La soja también destacó con una producción de 3 millones de toneladas, quintuplicando los resultados del año anterior.
Para la próxima zafra, las expectativas permanecen altas, con 340.000 hectáreas de trigo sembradas y un volumen proyectado de cebada que superará nuevamente el millón de toneladas.
Impactos. La apertura de la tercera planta de celulosa en Uruguay ha sido determinante, no solo para la actividad silvícola, sino también para las exportaciones del sector. En 2024, las ventas de celulosa sumaron USD 2.877 millones, con perspectivas de crecimiento continuo en 2025.
En el sector ganadero, aunque el déficit hídrico de 2022-2023 afectó negativamente al stock, se espera una recuperación gradual. Las exportaciones de carne vacuna se mantuvieron estables en 2024, mientras que las de ganado en pie alcanzaron las 330.000 cabezas, el mayor registro desde 2018.
Pese a los avances, persisten retos importantes. La caída de precios de exportación en algunos rubros, como los lácteos, y las condiciones internacionales inciertas, especialmente en China, generan presión sobre las proyecciones a mediano plazo.
Sin embargo, las perspectivas para el arroz, con 182.000 hectáreas sembradas para 2024-2025, y el fortalecimiento de la demanda interna en Brasil y Estados Unidos, aportan optimismo.
Uruguay enfrenta una oportunidad única para consolidar su posición como líder en la agroindustria, impulsando su competitividad global y reforzando la sostenibilidad económica del sector rural.
Estos datos se desprenden del Anuario 2024 de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA), del Ministerio de Ganadería, cuyo análisis riguroso y enfoque estratégico son claves para diseñar políticas agropecuarias que consoliden al sector como pilar del desarrollo sostenible de Uruguay.