Es empresario del rubro del caviar, CEO de Polanco Caviar, una empresa ubicada en San Gregorio de Polanco, en el departamento de Tacuarembó, además en el año 2022 Facundo Márquez asumió como presidente de la Unión de Exportadores del Uruguay, donde fue reelecto para el período 2023-2024. Considera que a nivel de exportaciones el 2024 va a ser un buen año, que habrá una intensa agenda para la gremial teniendo en cuenta que estamos en campaña política, que en el Mercosur suceden cosas que no son razonables y que el tipo de cambio en nuestro país debería estar al menos un 20% más arriba de lo que cotiza en la actualidad.
- ¿Qué dejó el año 2023 para las exportaciones uruguayas?
- Fue un año que, si lo vemos desde el punto de vista comparativo contra el 2022, se exportó menos, pero también hay que tener en cuenta que el sector exportador tuvo mucha resiliencia, porque hubo muchos eventos que no estaban en los planes en el 2022: la seca, la guerra, la demora en China para reactivar su economía, la incertidumbre en términos de inflación tanto en Europa como en Estados Unidos y las tasas internacionales. Todos estos temas afectaron a las exportaciones del país, pero, sin embargo y a pesar de todo esto, el desarrollo del sector exportador fue bueno en términos históricos, la exportación fue buena. Además, vimos que en los últimos meses del 2023 la exportación empezó a subir y prevemos que el 2024 va a ser un buen año.
- Entonces las expectativas para el 2024 son buenas...
- Las expectativas son buenas, creemos que va a ser un buen año. Esperamos todos tener una producción agrícola normal, UPM II funcionando a pleno, y los precios internacionales ya más estabilizados.
- A nivel de inserción internacional, en los últimos días nuevamente hubo novedades negativas con respecto a la posibilidad de avanzar en un tratado con la Unión Europea ¿Cómo visualizan ustedes la situación?
- Teníamos buenas expectativas en diciembre y primeros días de enero, pero, a raíz de las protestas y la presión del lobby agrícola que tuvo Europa y después, la postergación del acuerdo, porque no quedó bloqueado definitivamente, pero ya lo vemos con menos expectativas.
- En referencia a China ¿Cómo observan la posibilidad de llegar a un Tratado de Libre Comercio?
- El gobierno hizo innumerables gestiones, y eso se vio reflejado en la cantidad de misiones público – privadas realizadas a ese destino, se logró avanzar en una cantidad de protocolos y acuerdos que se hicieron, creo que se está en el camino correcto. Hay que entender que China también tiene sus tiempos. Acá lo importante es que los dos países tienen la intención de hacer un TLC, dicho expresamente tanto por Uruguay como por China en la visita del presidente Lacalle Pou.
- Si miramos a la región ¿Cómo ve el desempeño del Mercosur?
- El Mercosur es muy relevante para el sector exportador uruguayo, Brasil ha sido, junto con China, el principal destino de las exportaciones, Argentina también es relevante para el destino de muchas exportaciones, además muchas de ellas tienen como destino principal el Mercosur y en algún caso el único. Entonces, el Mercosur es muy importante, hay que seguir trabajando en la mejora interna.
- Siguiendo en la región, en Brasil hubo durante el año pasado complicaciones en las fronteras para que los productos uruguayos pasen al país norteño. Al día de hoy el acceso es ágil en el Chuy pero un poco más costoso en Yaguarón ¿Cómo están siguiendo el tema desde la Unión de Exportadores?
- Esto lo estamos siguiendo muy de cerca, en general en los últimos años el comercio con Brasil ha fluido bien, no hemos tenido mayores inconvenientes. En estas últimas semanas hubo sí algunas trancas pero por situaciones coyunturales de la aduana brasilera que rápidamente se involucró tanto la embajada en Brasil como Cancillería y logramos resolverlo, es algo a lo que siempre estamos muy atentos, pero en general viene funcionando bastante bien, y eso lo vemos con los números de exportación.
- ¿Son razonables estas situaciones dentro un bloque como el Mercosur?
- No, te diría que no deberían de ser razonables, pero ya sabemos que el Mercosur tiene muchísimas cosas para mejorar y creo que parte del objetivo de este año que queda de gobierno y del próximo es ir mejorando el funcionamiento interno del bloque, no solamente pensar hacia afuera, sino también hacia adentro.
- ¿Cómo están siguiendo al tipo de cambio?
- Es algo que tratamos casi semanalmente y desde hace años. Tuvimos un 2022 horrible en términos de tipo de cambio real en comparación al resto del mundo, en el 2023. También tuvimos un atraso cambiario, hoy en día estamos desfasados con el resto del mundo en un 20%, eso nos hace un país más caro en términos relativos y eso nos complica para competir en igualdad de condiciones en destinos donde nuestros competidores llegan con mejores precios porque son más competitivos. Así como el tipo de cambio, acá tenemos muchas áreas para mejorar: a nivel impositivo, a nivel de modernización de las relaciones laborales, temas de indexación. Nosotros estamos muy de acuerdo con el objetivo de la política que llevó adelante el Banco Central para controlar la inflación, en las herramientas que tomó ya hemos dicho que no estábamos de acuerdo en el manejo de las tasas de interés, y además el que realmente pagó el precio para contener la inflación fue el sector exportador y productivo del país a través de la baja del tipo de cambio.
- ¿En qué valor debería de situarse el dólar en nuestro país?
- Un 20% más sería un número en el cual hay un relativo consenso, ahora, si lo medimos en términos históricos debería estar hasta más arriba de eso, el propio Banco Central habla de un desfasaje del 13%, más allá de discutir un número puntual no hay dudas de que el tipo de cambio debería de estar más arriba, no somos Suiza para tener un tipo de cambio tan apreciado como el que tenemos.
- La Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia está estudiando la operación de activos entre Marfrig y Minerva, tanto las empresas como los productores ganaderos forman parte de la Unión de Exportadores ¿Cómo están siguiendo al tema?
- Si bien son empresas brasileñas, también hay que tener en cuenta que hay capitales árabes. Puntualmente la potencial compra de Minerva a Marfrig lo seguimos muy de cerca. Como bien decías son todos socios de la Unión, están involucrados con el sector exportador así que lo seguimos de cerca, esperando la resolución de la Comisión, sabemos que hay aspectos técnicos, económicos y políticos, nos mantenemos informados.
- El conflicto en el mar Rojo ¿Qué impacto está teniendo en la logística marítima?
- Al conflicto lo seguimos muy de cerca, porque eso está afectando el costo de los fletes internacionales y afecta a la competitividad con la cual nuestros productos pueden llegar a determinados países que tienen que pasar por ahí están salteando esa ruta y los costos han subido.
- ¿Cómo están observando la situación del puerto de Montevideo? Allí por ejemplo se anunció el aumento en el dragado de 13 a 14 metros...
- Nuestra preocupación siempre constante es tener un puerto con buenos servicios, con seguridad, pero también con buenas tarifas. La aprobación del dragado a 14 metros es algo muy importante que seguramente va a traer aparejado mayores productividades en los barcos que vienen, pero, como siempre decimos, lo queremos ver reflejado no solo en mejores servicios, en un puerto más confiable, lo queremos ver con tarifas mejores a las que tenemos.
- ¿Cómo podemos graficar eso?
- Nosotros ya hemos dicho que las tarifas de las terminales portuarias están 4 o 5 veces más caras que puertos que compiten con nosotros, a través del dragado seguramente va a haber mejores eficiencias y mejores costos operativos, así que esperamos tener mejores tarifas.
- En tu actividad personal te dedicas a la producción y exportación de caviar ¿Cómo está funcionando ese mercado?
- El mercado del caviar está bien, nosotros tenemos habilitaciones prácticamente a todo el mundo, pero, tenemos las mismas problemáticas que tienen los productores del sector agroindustrial. Criamos los esturiones, de donde obtenemos el caviar, también sufrimos la seca, el Río Negro previo al embalse de San Gregorio estuvo mínimos prácticamente históricos y eso afectó a la productividad, además de sufrir los costos país y de competitividad.
