El Poder Ejecutivo reglamentó la exoneración de la tasa del Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios (IMEBA) para los pequeños productores lecheros y la medida rige por un año a partir del 1º de agosto.
La medida se suma a otras ya tomadas por el gobierno, como el aplazamiento del pago de amortizaciones de los créditos en Banco República y la eliminación de las obligaciones al Fondo de Emergencias por la sequía. “Son pequeñas cosas que no resuelven la totalidad de los problemas pero contribuyen y ayudan”, sostuvo el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, en el momento del anuncio de las medidas esta semana.
Destacó que los nuevos apoyos “son producto del diálogo y articulación entre el Instituto Nacional de la Leche (Inale), el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y las gremiales de productores, que es lo que no puede faltar para enfrentar una situación crítica”, dijo tajante Aguerre.
El titular del MGAP manifestó que “se vive una situación de mucha iliquidez, generada por la caída internacional de precios que lleva un año”. Agregó que “trabajamos para encontrar soluciones financieras que permitan reducir el faltante de ingreso y así comprar tiempo, esperando el retorno de los buenos precios”.
Cifró sus esperanzas en que “los precios mejorarán, porque con los actuales están perdiendo todos los productores del mundo” afirmó.
Los tambos continúan produciendo por debajo de los costos de producción y están jugados a que se adelante la primavera, a que los campos reborten fuerte y puegan producir leche con una mayor base de pasturas, no teniendo que recurrir a raciones y concentrados para poder mantener el nivel de producción de las vacas.
A partir del otoño 2016, con todas las dificultades climáticas y operativas que se generaron, muchas empresas se desfinanciaron y no ven hoy de qué forma pueden continuar produciendo hasta que los precios repunten. El mismo problemas de precios lo padecen otros fuertes productores.