Se declararon en “emergencia máxima”, critican al gobierno y se molestaron con Conaprole.
Asamblea. Se realizó el viernes en Florida y congregó a unos 300 productores lecheros del país. Foto: Juan Luis Dellapiaza
Los productores lecheros arremetieron contra el gobierno, se molestaron con el directorio de Conaprole, exigieron una suba en el precio de la leche e insistieron con realizar demandas judiciales para cobrar la deuda que mantiene Venezuela por compra de lácteos que alcanza a US$ 30 millones.
Eso resolvió una asamblea de unos 300 productores lecheros (con delegados de varias gremiales) que se reunió en la tarde del viernes en la sede de la Sociedad de Productores de Leche de Florida. Además de los tamberos, se hicieron presentes políticos como el exintendente de Florida Carlos Enciso y el diputado Rodrigo Goñi (ambos del Partido Nacional).
Incluso, Goñi pidió la palabra en la asamblea y responsabilizó al presidente Tabaré Vázquez “no sólo porque alentó a Conaprole a exportar al mercado venezolano y dio garantías expresas de pago, sino también porque ahora frena de manera incomprensible las acciones de cobro que con toda lógica impulsan las agremiaciones lecheras”. Uno de los momentos de mayores aplausos fue cuando el productor y exvicepresidente de Conaprole, Álvaro Lapido dijo: “hay una solución, que es que en noviembre cambia el gobierno”.
En la resolución tras culminar la asamblea, los productores lechero manifestaron “rechazar por improcedentes e injustificadas las opiniones que adjudican a nuestros reclamos intencionalidad política”.
Esto ocurrió luego que las gremiales habían pedido el pasado 12 de junio una reunión al presidente Vázquez y el mandatario les dijo a sus ministros el lunes 17 de junio que tenía decidido no aceptar la reunión por entender que detrás hay una “motivación política”, según informó el semanario Búsqueda.
Los tamberos pidieron en la resolución al presidente Vázquez, el “cumplimiento de la palabra empeñada para implementar las medidas urgentes que eviten la pérdida de productores lecheros” y le retiraron la “confianza” al presidente del Instituto Nacional de la Leche, Ricardo de Izaguirre.
Los participantes de la asamblea hicieron catarsis sobre la crisis que atraviesa el sector y en la resolución final esto se reflejó en el primer punto: “declarar a los productores lecheros en emergencia máxima en función de la crítica situación que vive la familia tambera, que implica la desaparición de un productor por día. Lo que significa una tragedia nacional”. Y además decidieron “exigir a toda la industria que en el más breve plazo posible aumente el precio de la leche al productor”.
El otro punto que llevó buena parte de la asamblea fue la deuda que Venezuela mantiene por compra de lácteos.
Lapido, que integraba el directorio de Conaprole cuando se hizo el acuerdo entre los gobiernos de Uruguay y Venezuela de intercambio de petróleo y alimentos, relató que fue “un negocio estupendo para Uruguay, donde se le regaló meses de millones de dólares de petróleo a Uruguay, se le regaló, en un fondo donde una parte importante no se pagaba y creo que eso es lo que está pesando mucho para (no hacer) un juicio que muchos de los que están hoy acá quieren hacer en contra de Venezuela”.
La semana pasada, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche Walter Frisch adelantó a El País que le comunicaron al embajador venezolano en Uruguay, Julio Chirino, que “a partir del 1° de julio, junto con Conaprole, comenzaremos acciones legales por los US$ 30 millones que debe su país”. Sin embargo luego, el presidente de Conaprole Álvaro Ambrois, se desmarcó al señalar que “lo judicial siempre es para las últimas instancias y no es un camino que queramos transitar”.
Pero, en la asamblea Lapido hizo un relato de la advertencia del gobierno a Conaprole. “Venezuela tenía enormes dificultades” y “hubo un mensaje del gobierno a Conaprole, que le dijo ‘no embarques más’. Conaprole tenía un montón de toneladas (de leche en polvo) preparadas y -seguramente alguien de Conaprole va a salir a decir que esto no fue así, pero Conaprole las tenía prontas- siguió embarcando. Creo que hay cierta negligencia de parte de Conaprole. Hoy hay US$ 30 millones que no se cobran y el gobierno dice: ‘yo te avisé’. Espero que nadie de Conaprole salga mañana a desmentir. Entonces, ni Conaprole se hace cargo ni el gobierno se hace cargo”, remarcó Lapido.
La resolución de la asamblea renovó el mandato “al directorio de Conaprole para que inicie las medidas judiciales necesarias a los efectos de recuperar el saldo de la deuda de Venezuela. Al mismo tiempo encomendar a las gremiales lecheras que recorran todos los caminos conducentes a ese fin”.
También expresó “su profunda molestia y preocupación” con el “directorio de Conaprole” por su “ausencia” en la asamblea.
Lapido dijo que “el ministro (de Trabajo, Ernesto Murro) que tenemos, que es nefasto, lo único que busca es la autogestión de las empresas. Está llevando a nuestro país a la destrucción” y señaló que “los que estamos acá no tenemos que perder más tiempo en hablar con el gobierno que nunca nos escuchó en 14 años”, lo que levantó el aplauso de los asistentes.