La dinámica de mercado para el ganado gordo se encuentra en un momento de moderada suba, y la faena si bien tuvo un leve incremento, sigue siendo baja en cuanto a las cabezas procesadas.
“La realidad es que el precio sigue siendo bueno, con novillos de punta en el eje de US$ 3,60, otros en US$ 3,40 y las vacas entre US$ 3,15 y US$ 3,10”, aseguró Alejandro Dutra, consignatario de ganado acerca de la operativa registrada en estos momentos del verano.
Las entradas por su parte vienen siendo cortas, contabilizando una semana o algún día más, dependiendo de cada planta y el tipo de negocio que se haya concretado.
En lanares, la demanda sigue siendo buena. “Unos US$ 3 los corderos, y al bulto US$ 2,60 o US$ 2,50. Están penalizando las carcasas de arriba de 24 kilos”, agregó Dutra en lo que respecta a la comercialización para los ovinos.
Por su parte, como era de esperar, la sequía está jugando su papel de importancia, y esto se nota por ejemplo en la reposición donde “la oferta es importante, y se busca hacer valer la posición de compra: está difícil juntar las puntas y al no haber pantallas es difícil encontrar las referencias”, añadió el consignatario acerca de la situación.
De todos modos, pasan los días y al no llover, los productores se adecúa y venden sus ganados, más por obligación en casos que por negocio. “La nueva posición de China de aparentemente comprar más carne y una Niña que se estaría moderando en un momento no muy lejano genera una especulación en la que los productores buscan agarrar los ganados en estos precios antes que llueva y puedan subir, pero otros los largan porque se quedan sin comida”, remató Alejandro Dutra.
