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Hebert Falero: “El carnicero no sólo vende productos, también asesora y es un referente”

En el día que se celebra el día del carnicero, como cada 14 de julio, el presidente de la Unión de Vendedores de Carne destacó el rol de sus asociados en la sociedad.

Hebert Falero
Nota a Hebert Falero, presidente de la Union de Vendedores de Carne, en su carniceria Mercado de Carnes Belvedere en Montevideo, ND 20221007, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores

Para Hebert Falero “el cliente viene a nosotros porque nos tiene confianza y eso lo debemos mantener”. Destacó que cada día se venden más productos en las carnicerías y estimó que el próximo paso es ofrecer comidas prontas, como en Europa. Por otra parte dijo que el oficio del carnicero es muy difícil, “se debe tener mucha experiencia...”.

-¿Cuál es hoy el desafío que enfrentan los carniceros? ¿Qué opinan desde la Unión de Vendedores de Carne?

-Lo principal, entre muchas cosas, es brindar confianza al cliente al asesorar y recomendar los mejores productos. Muchas veces esto no ocurre porque el cliente no tiene tiempo de ir por los comercios minoristas y entonces estamos perdiendo mercado por eso, pero en realidad cuando hay una fiesta o algo importante, el cliente viene a nosotros porque nos tiene confianza y creo que eso es lo que tenemos que mantener en las carnicerías siempre.

-¿Qué acciones han tomado para ser más competitivos?

-Un tema clave, es que la gama de productos que se pueden vender en las carnicerías es cada vez más vasta, gracias a las nuevas normativas, algo que atrae mucho a los clientes. Esto es fundamental, teniendo en cuenta además que los carniceros no sólo vendemos los productos, sino que asesoramos en la variedad de platos que se pueden hacer con cada uno de los cortes que ofrecemos a los clientes.

-O sea que es mucho más que vender carne…

-Exactamente. En la actualidad el rol del carnicero es ser un referente a la hora de cocinar para los clientes. Y además es clave en el rol de recomendar los cortes que están a mejores precios.

-¿Ha cambiado la forma de vender en las carnicerías?

-Mira, la pandemia hizo que las personas volvieran a comprar en las carnicerías de barrio, ya que tenían mayor tiempo para cocinar debido a que no se podía salir de los hogares. En cambio, hoy, cuando las personas tienen menos tiempo para cocinar, las carnicerías de barrio buscan ofrecer un servicio más completo, más diferencial. Antiguamente, los clientes llevaban una nalga entera, un ama de casa tenía tiempo y hacía las milanesas, hacía un guiso, después el hueso se lo daba a los perros y tenía tiempo de elaborar la carne. Hoy, ya viene a la carnicería de apuro porque tiene que irse a trabajar o porque no tiene tiempo, entonces nosotros le brindamos el bife cortado, se lo tiernizamos, le hacemos las milanesas y se las empanamos. Hemos mejorado, pero creo que tenemos que seguir mejorando.

-¿Cómo por ejemplo?

-El objetivo es elaborar más comidas para darle justamente más facilidades a los clientes.

-¿Habla de vender productos con cocción?

-Eso es lo que se viene en las carnicerías, comenzar a cocinar los productos para venderlos ya hechos. La idea es darle más comodidad al cliente y tenemos que empezar a pensar en agregar la cocción al producto que, en realidad, es lo que se viene. Actualmente son pocos los carniceros que hacen cocción y hay que ir pensando en nuevas opciones para ofrecer, ya que vamos a vender menos kilos de carne, porque pienso que la carne roja va a tener muchísimo valor en el mercado internacional y no va a ser tan popular acá. Entonces nosotros tenemos que tratar de parecernos más a las carnicerías de Europa que le agregan mucho valor al producto.

-¿Cómo viene siendo la renovación generacional de los carniceros en el país?

-El oficio de carnicero es muy difícil, se debe tener mucha experiencia. La carnicería no solo es vender carne, sino también saber administrar. Todos los días se recauda, pero si uno no entiende que esa plata no es de uno, sino que se debe usar para comprar más productos o pagar sueldos, va a terminar siendo un problema. Además, es importante ser buen vendedor, saber cortar bien la carne y aprovecharla al máximo.

Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.

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