La brucelosis bovina es una enfermedad crónica y los alambrados no pueden detenerla. Según los datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, la prevalencia es de 0,6%, lo que significa que cada mil predios hay seis focos detectados. Es baja a nivel predial, menor que en otros países de la región y el mundo. Uruguay tiene la ventaja de contar con todos los predios georeferenciados y trazados que garantiza los datos. Según la Declaración Jurada Anual de Dicose 2022, hay 260 focos, 191 Unidades Epidemiológicas interdictadas (no pueden mover ganado si no está libre de brucelosis comprobado por sangrado) y son 41.651 predios con animales susceptibles.
Mientras las autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca niegan con los datos sobre la mesa que la campaña sanitaria contra brucelosis bovina haya fracasado, los productores y algunos veterinarios privados, critican el accionar oficial. Hay un cierto temor del productor a sangrar porque si aparece un foco queda interdicto y no podrá mover ganado hasta sanear su establecimiento. Eso pega de lleno en los bolsillos.
Lo que desató la alarma fue el surgimiento de focos en alrededor de 12 cabañas y en plena de toros. Según la reglamentación del MGAP, todos los reproductores que se venden en remates de cabaña o exposiciones, tienen que estar libres de brucelosis por sangrado, porque es zoonosis y una enfermedad reproductiva. “Llama la atención que 11 o 12 cabañas que son las que tuvieron resultados positivos, haciendo la misma búsqueda que hacen todos los años. En función de eso se comenzó a buscar la situación epidemiológica de linderos y translinderos, encontrándose resultados positivos”, dijo el Ministro Fernando Mattos esta semana al presentar los números oficiales y aclarar la situación.

Si bien desde el MGAP se niega que sean nuevas cepas de la Brucela abortus las que están actuando a nivel de campo, varios veterinarios privados, aseguran que la epidemiología de la enfermedad y la clínica “no cierran”.
En ese sentido, el Dr. Andrés Delgrossi, veterinario de Paso de los Toros explicó a Rurales El País: “es una enfermedad que afecta las vacas adultas y ahora está apareciendo en campos con rodeos cerrados, donde solo se compran toros o semen. Están apareciendo vaquillonas de sobre año positivas. Aparece una entre mil. La clínica y la epidemiología no condice con la enfermedad. ¿Estamos frente a una Brucella abortus que tanto daño causó en el país o estamos frente a otra cosa?...
Por otro lado, si las dos medidas para detener el problema y detectar los positivos son vacunar con RB 51 a las terneras mayores de cuatro meses y sangrar el rodeo, hay otro problema. Delgrossi dijo que se recibió una comunicación oficial pidiendo que no envíen muestras a Dilave Central y Dilave Tacuarembó porque está colapsado el sistema. “No podemos sangrar porque no hay donde mandar la sangre y la enfermedad se sigue desparramando”, remarcó el profesional.
Por otro lado, entendió que el diagnóstico de la Dilave “tiene diferencias con los de los laboratorios privados, porque usan reactivos distintos. Para diagnosticar brucelosis se precisa hacer una prueba de Rosa de Bengala, que es una prueba presuntiva, si da positiva se envía a Dilave y se hace la prueba confirmatoria. El reactivo con que se hace la Rosa de Bengala es distinto al del laboratorio privado. Debería ser el mismo reactivo”, afirmó el veterinario privado.
Delgrossi pidió a las autoridades sanitarias del MGAP que escuchen más a los veterinarios referentes de campo, porque “si seguimos como hasta ahora, lo que va a pasar es que colapsa todo”.
Vacuna. Algunos veterinarios privados, sin pensar en volver a la Cepa 19, quieren que la vacunación con la RB 51 sea obligatoria, pero para eso habría que subsidiar las dosis y eso es mucho dinero.
“La postura del MGAP es histórica, ha sido la misma durante 22 años, cuando surgió la brucelosis en Rocha. Dicen que ese baja la prevalencia”, afirmó el Dr. Lauro Artía, ex presidente del Centro Médico Veterinario de Paysandú y delegado de la institución en la Codesa.
“Siempre hemos sido críticos con esa realidad y vemos en la cancha una situación que no se refleja en los número”, explicó el profesional. Entre las cosas que llaman la atención dijo que “hay un informe del MGAP del mes pasado que marcó que en Salto había cero foco. La realidad hoy es otra. En Salto reventaron focos y muy importantes. El sistema de detección de los focos no está funcionando o encontramos la enfermedad cuando ya se desparramó”, consideró Artía.
La postura del Centro Médico Veterinario de Paysandú es “la vacunación obligatoria de todas las terneras. Es la única forma de ponernos delante de la enfermedad”. Artía explicó que la vacuna es efectiva para la prevención del aborto, pero también se evita la infección. “Cuando se vacuna hay un doble mecanismo, por un lado estás protegiendo a los animales y disminuís la susceptibilidad a la infección, pero también el nivel de exposición a la enfermedad. Al bajar la cantidad de abortos (los causa Brucella abortus) y bajar la cantidad de animales escretores, habrá menos infección en el medio ambiente”, agregó. Por el momento, desde el MGAP se descarta de plano la postura de obligar a vacunar con la RB 51 todas las terneras mayores a cuatro meses. Hoy es obligatoria sólo en predios foco y perifoco. El argumento es que cuando los focos en Paysandú, sólo se vacunó el 50% de los animales.
MGAP hizo cambios en la refrendación de los tambos
El MGAP hizo algunas modificaciones para la refrendación de los tambos, porque la brucelosis está más arraigada en ganado de carne que en la lechería, que está más saneada.
“Hicimos una modificación en la refrendación anual de tambos. Vamos a mantener los cuatro Test de Elisa anuales (uno cada tres meses) y vamos a sacar la obligatoriedad del sangrado anual”, afirmó Diego De Freitas, Director de Servicios Ganaderos.. También en la resolución queda claro que tiene la potestad los servicios locales y zonales, según el riesgo, de poder exigir en algún tambo el sangrado anual. “Si aparece cualquier Test de Elisa positivo, el predio tiene que hacer el sangrado de la totalidad de los animales”, aclaró el jerarca.
Hoy la faena de los animales positivos está fluido.
Las herramientas clave: compartimento, vacuna y sangrados
La vacunación con la RB 51 y el evitar que ingrese al predio ganado sin estar libre de brucelosis por sangrado, son las dos herramientas que tiene hoy el productor para prevenirla. Así lo remarcó el Dr. Roque Almeida, delegado de CAF en la Comisión Nacional Honoraria de Salud Animal (Conhasa).
Almeida remarcó que “hay que encarar una mayor educación sanitaria a nivel del productor”, pero consideró que esta campaña sanitaria no es un fracaso. Según su visión: “las campañas sanitarias no abarcan solo al MGAP, los productores deben cuidar y cumplir su rol de hacer todo lo mejor por su ganado para garantizar la sanidad, usando las herramientas que tiene a su alcance”, explicó el veterinario.
“Hay que sangrar con más frecuencia, vigilar más, para que no les caiga encima la ley sanitaria, que hay que hacerla cumplir porque es para la protección de todo el rodeo nacional”, explicó.
Con muchos años de profesión en su espalda, Almeida advirtió que siempre va a ser menor el costo del sangrado que el daño que provoca la brucelosis en el predio. “También es menor el costo de la vacuna. Se aplican dos dosis sobre las terneras mayores de cuatro meses y quedan inmunizadas de por vida. Estamos hablando de entre US$ 6 y US$ 7 por animal. La vacuna cubre contra una enfermedad que es complicada. Esa herramienta está, tiene un costo beneficio favorable y si embargo se utiliza muy poco”. La vacunación hoy sólo es obligatoria en foco y predios linderos.
Según su visión la estrategia es: “vacunar y sangrar. La vacuna otorga protección y el sangrado ayuda a detectar los animales positivos, evitando que se muevan y difundan las brucelosis”. Este profesional tampoco comparte la obligatoriedad de vacunar y a modo de ejemplo recordó: “En Paysandú fue obligatoria la vacunación en el período en que tuvimos muchos focos y se vacunó solo el 50% de los animales que había que vacunar”. Así su visión se alinea con la del MGAP.
En muchos focos de cabaña no se pudo usar el sistema del compartimento genético (aislar una población con medidas de bioseguridad, auditadas por el MGAP), pero en otros sí.
“En ciertos focos, donde nos daban las garantías de poderse realizar, se pudo establecer ese instrumento”, reconoció el Director de Sanidad Animal a El País, Dr. Martín Altuna.