Rafael Ferber Artagaveytia resaltó que los cuatro pilares hicieron balance positivo: las empresas comerciales, los expositores ganaderos, el público que colmó las instalaciones y todo ello con un gran trabajo del equipo. Por ello estimó que de acá a fin de año ya estará completa la venta de la próxima edición. Además, destacó la reinauguración del Galpón 1 e informó que van por los otros dos, para llevar el predio del Siglo XX al Siglo XXI. Tras 6 años en su cargo, Rafael Ferber dijo que dejará el cargo, “me voy muy agradecido con los tres presidentes que trabajé, así como con todo el equipo de funcionarios, que hacen que todo sea de forma más fácil”, afirmó.
-¿Qué balance hace de la Expo Rural Prado 2024?
-De conformidad y agradecimiento. Conformidad, porque se cumplieron todos los parámetros. Ya llevamos tres exposiciones que nos vamos diciendo que fueron excelentes. Y agradecimiento, porque todos los pilares han funcionado de manera muy dinámica y todos conformes.
-¿A qué adjudica el éxito para que sea, por tercer año consecutivo, excelente?
-Al empuje de las empresas comerciales que van al Prado a hacer la diferencia de marketing, en muchos casos, que se nota en el armado de todos los stands. Al profesionalismo de los expositores ganaderos, que se lo toman como momento clave para lo que va a ser una venta de toros, que les va en el ejercicio del negocio anual, que ya es evidente que el Prado es algo profesional y que supera todos los problemas, como puede haber sido pandemias y secas, históricas. En todos los casos, el expositor ganadero ve al Prado como algo absolutamente necesario para su negocio. Al público en general, que nos acompaña, que se mantiene, a pesar de determinadas complicaciones, pero seguimos con parámetros de público visitante muy fuertes. Todos los stands gastronómicos, por ejemplo, y de ventas de artículos al público masivo que han podido trabajar ya tres años seguidos de manera excelente y que todos mantengan sus espacios. La medida nuestra, para ver si la exposición anduvo bien, es cómo la gente confirma su espacio para la siguiente muestra. Y el cuarto pilar, el equipo de funcionarios de la ARU, los fijos y los que se toman para la muestra, que se ponen la camiseta y todos tiran para el mismo lado. Y hacer que más de 700 personas tiren para el mismo lado, obviamente, es algo para resaltar realmente.
-¿Qué cifras reflejan ese éxito?
-Nosotros no manejamos cifras. Pero si manejamos rangos, se puede decir que, en 11 días consecutivos, la Expo Rural Prado vende más entradas que la selección uruguaya de fútbol en todo el año. Y es una cantidad de público que está estabilizada en el tiempo. Son más de 650 empresas que participan en la exposición, un número relevante realmente. Generamos más de 10.000 empleos indirectos, lo que para nosotros es un orgullo y fue una de las causales por las cuales en el 2020 el Presidente de la República decidiera hacerla, porque le dábamos las garantías y porque dependía el trabajo de muchísima gente. Además, venimos de tres exposiciones muy amigables con el clima, esta quizás fue la mejor en ese sentido porque todos los días fueron disfrutables, sobresaliendo el último sábado y el primer domingo.
-Caso aparte es Plaza Prado.
-Exactamente. Plaza Prado marcó récord, fue el año de mayor asistencia de público en las más de dos décadas que lleva funcionando. Es bueno, porque nosotros lo tomamos como un complemento de la exposición, pero que genera pertenencia a la juventud. Esa juventud sigue participando del Prado y vimos a los que ya no son tan chicos, a los mayores que ya no son tan jóvenes, de tardecita disfrutando la exposición, aprovechan a conocer, a pasear, a recorrerla y se quedan luego a Plaza Prado.
-¿Un rubro que debe haber cerrado una muy buena Expo es el gastronómico, verdad?
-Sí, pero desde que estamos, nos preocupamos mucho la calidad del precio, que uno consiga mesa para almorzar, que el tiempo de espera sea lógico, y que tengan criterio con lo que cobran, que haya relación costo-beneficio aceptable. Sabemos que estamos en un lugar particular, que los concesionarios se tienen que armar para determinada cantidad de días, pero año a año vamos superando problemas que antes podíamos visualizar y los concesionarios realmente están trabajando muy bien. Nos preocupa tanto que los concesionarios queden conformes para que el año que siguiente vuelvan y sigan intentando cumplir esas condiciones, como que los consumidores, nuestros clientes, se vayan con una conformidad.
-Hubo empresas, de distintos rubros, que hicieron un balance muy positivo…
-Tanto es así que ya confirmaron presencia para el año que viene. Ya vamos a tres exposiciones donde sabemos que de acá a fin de año vamos a tener todo prácticamente vendido. Hacemos un relevamiento informal durante los últimos días de la muestra y sabemos que cerca del 80% de los expositores van a mantener su lugar. Están las empresas que mantienen una línea de trabajo que, independientemente de años buenos o años malos, están y tenemos otras que precisan facturar en la muestra para confirmar su permanencia. En todos los rubros, desde maquinaria agrícola, hasta artesanía, este año nos han hablado de buenos parámetros. Obviamente no son iguales todos los casos, depende de los productos que se vendan. Pero en general es una exposición que trabajó muy bien y pudo realizar muy buenos negocios según el rubro. Nos hablan de un año de los de mayor venta en la exposición del Prado y creemos que eso se da porque hay un mix de gente del interior, con gente de la ciudad que aprovecha el Prado para hacer determinado tipo de compras. Porque realmente lo estamos viendo ya bastante estabilizado en las últimas tres exposiciones.
-Además de las capacitaciones en conferencias.
-Sí, tal cual. Lo divido en dos partes. Hay empresas que utilizan Expo Prado para mostrar productos, este año por ejemplo todo el tema del encalado se llevó adelante por la agropecuaria de Dolores, con una visión institucional de ensayos que ARU apoya fuertemente. Y también empresarial, porque hubo una empresa que llevó el mismo encalado y el mismo disertante para mostrar ese producto. Eso lo tenemos en varios rubros que se utiliza el Prado para desarrollar esas líneas, y muchas veces también son empresas que no han conseguido lugar, que quieren estar presentes en la exposición y utilizan la conferencia para marcar presencia y para llevar productos.
-Y está lo de la ruralidad.
-Exactamente. Hay un tercer carril en la Expo Prado que la directiva de ARU defiende mucho, que es la ruralidad, que va desde el encuentro de tejedoras, de gente que viene tejiendo durante el año para vender en el Prado, el encuentro de emprendedores que hace ARJU, que básicamente son jóvenes, que venden determinadas cosas, que se preparan para la exposición del Prado. Y está la parte tradicional: la muestra de aperos, el encuentro de tropillas , el concurso de guasqueros, todo eso es ruralidad, e intentamos mostrarlo de distintas maneras, porque son importantes para ARU, además de lo que pasa en pista obviamente.
-La muestra ganadera con elogios internacionales.
-En eso estamos muy conformes, eso es un trabajo de las Sociedades de Criadores que llevan adelante. El Prado juega en la primera a nivel mundial en cuanto a jurados, sean internacionales o sean locales, porque nuestros jurados uruguayos lo pueden hacer en cualquier lado, y de hecho lo han hecho. Los que vienen de afuera, todo el sector agropecuario, el ganadero de la genética, todo el mundo sabe lo que es el Prado, lo que es la genética acá. Muchas veces se sorprenden cuando lo ven en el lugar, porque cuando tú sos de otro lugar y ves sólo al Gran Campeón, no sabes lo que hay atrás de ese ejemplar. Y cuando ese Gran Campeón le tuvo que ganar a las filas que le tiene que ganar en el Prado para imponerse, es cuando les sorprende la cantidad.
-Fue una Expo con muchos dirigentes agropecuarios regionales.
-Una gran presencia de dirigentes agropecuarios de la región, como siempre la FARM, pero este año me pareció que hasta que hubo más, como que el Prado también reúne a toda la dirigencia rural de la región. Este año me tocó acompañar al presidente de Cortabarría en varias instancias de la FARM, y además del respeto entre todos los países, en los dirigentes gremiales hay mucha armonía, pero uno nota que muchas veces se mira a Uruguay desde los otros países como lugar de referencia. Y en eso, el ministro Mattos ha tenido una relevancia muy importante en estos últimos años. Porque puede ir a cualquier lugar de la región a hablar y todos van a escucharlo y saber que lo que dice representa a Uruguay y muchas de sus políticas regionales también.
-Fue un Prado especial en lo político, por ser año electoral.
-Es verdad. Por un lado, cierra el ciclo de un gobierno que cumple su quinto Prado y que no podemos pretender más de parte del Poder Ejecutivo, con el apoyo de Ministros de todos los sectores. Porque cuando empezó este Poder Ejecutivo, nuestro Ministro “estrella”, era Salinas, nos teníamos que basar en Salud Pública. Pero siempre con MGAP obviamente, al lado, siempre con Economía y Relaciones Exteriores muy cerca de la exposición. Y con el presidente de la República y el Secretario de Estado encima de la Expo Prado. Cerramos un ciclo que es difícil de mejorar desde el punto de vista de la presencia de las autoridades. Y éste fue un Prado raro porque, estuvimos rengos en todas las actividades públicas.
-¿En qué sentido?
-Uno no se quiere victimizar, porque no viene al caso. Pero es un hecho que quedamos rengos y que nos afectó en muchas partes. En algunas sí tuvimos algún integrante del Frente Amplio, como puede ser la de lechería, pero en otras no las tuvimos. Por suerte, mantuvimos un intercambio con el candidato del Frente Amplio, pero interno, cerrado, lo que se dice ahí tiene que quedar ahí. Es una realidad que fue un Prado raro en ese aspecto y, bueno, es lo que toca.
-Sí recibieron al intendente de Montevideo.
-Tuvimos con el intendente es verdad, pero la Intendencia de Montevideo es un socio nuestro. Ahí lo separo de la parte electoral, porque la Intendencia ha estado cerca de la exposición, ha colaborado en lo que ha podido y ha ayudado en muchos aspectos.
-Un gran logro fue tener al Galpón 1, incluso destacado por el presidente Cortabarría en su discurso.
-Tal cual. Cortabarría lo marcó, porque realmente desde el palco era el lugar donde peor se veía el Galpón 1, era una situación decadente para nosotros. Hoy es un orgullo tenerlo pronto. En la edición del año 25 va a estar también el 3 pronto, tenemos todo armado para que esté en condiciones iguales. Y vamos a seguir. El 2 va a seguir, esperemos que dentro de no mucho, esto es paso a paso. La intención de la institución es que en el año 26 esté el 2 en las mismas condiciones y después, lo que venimos diciendo: hay que traer al resto del predio del siglo XX al siglo XXI. Es un hecho que el predio precisa venir a nuestra época y serle útil y funcional a la ciudad independientemente de la exposición del Prado.
-Seis años al frente de la Dirección de Exposiciones. ¿Qué quedó por hacer?
-Hay mucho para hacer, aunque suene a frase hecha. Me quedo con lástima es que me fueron los 6 años y no pude hacer un plan maestro para Melilla. La exposición de Melilla crece año a año y se nos fueron los 6 años y no tenemos. También es cierto que nos cambian las condiciones dinámicas del predio; en un momento parecía que era para una cosa, ahora tal vez nosotros tengamos otras visiones en la cabeza. Tenemos que seguir buscando el camino para sacar el mayor jugo posible a Melilla para la institución. Hay una exposición establecida en abril que funciona muy bien, pero no deja de ser cierto que tenemos 80 hectáreas en la ciudad de Montevideo y le tenemos que sacar el jugo correspondiente para bien de la institución.
-¿El balance en Exposiciones es positivo?
-Es el último como Director de Exposiciones. Es una decisión personal. En estos cargos honorarios de mucha visibilidad, me parece que 6 años es más que suficiente. Creo que el periodo ideal son 4 años, 2 ejercicios y después hay que circular. Personalmente me voy conforme. Queda en los otros decirlo. Me voy muy agradecido con todo el equipo de funcionarios, con Andrea Galeano a la cabeza que trabajamos, codo a codo en todos los temas. Empezamos con Andrea y con Mario Grandal. Pudimos hacer esa transición sin problemas y pudimos cumplir con todos los parámetros, porque siempre teníamos a Mario muy cerca. Este año no tuvimos en la exposición del Prado a Wilson Gorgoroso, que era el jefe de mantenimiento y figura clave para la mayoría de los expositores, se jubiló y tenemos a Sebastián García que hizo un trabajo excelente, con Wilson cerca para las consultas, con el mejor relacionamiento. Se sigue avanzando porque tenemos un equipo de funcionarios que nos ayuda. También la gente de Registros Genealógicos, que cuando asumimos el cargo miraban la exposición del Prado tal vez un poquito de costado. Y hoy son parte fundamental de la muestra, con Álvaro Garmendia como jefe. Y también en estos años se jubiló Gonzalo Arroyo, con el cual siempre mantenemos un contacto fluido y tenemos a Rocío Lapitz en la parte institucional apoyando todo lo necesario para exposiciones. Tendría que agregar los tres presidentes que me tocaron.
-Capurro, Valdes y Cortabarría...
-Sí. Gabriel Capurro, que me dio toda la confianza, no me acuerdo de ningún tema en que no estuviéramos de acuerdo antes de empezar a tratarlo. Y tuvimos temas complicados, como fue la pandemia del 20. Para mí, fue un bastión y una de las claves de poder trabajar en la gestión sin problemas. Y después, con Gonzalo Valdés y Patricio Cortabarría, que son dos amigos cercanos, hemos trabajado siempre excelente y todos me han dejado hacer y deshacer a mi criterio lo que me parecía pertinente.
-¿Qué ARU se imagina de futuro?
-Me gustaría una Rural que mantenga la armonía. Por lo menos yo no percibo que haya distintas líneas dentro de la Junta Directiva. No percibo problemas entre los funcionarios, que no se entienda qué es lo que la Rural debe hacer y hacia dónde debe caminar. Por lo tanto, pretendo seguir potenciando eso y no romperlo.