
Si los Criollos pensaban mejor cierre para un ciclo que fue “completito”, superando las 100 actividades a lo largo y ancho del país, no sé si era posible imaginarse una fiesta como la que se vivió el pasado fin de semana en Sierra Serena, Maldonado. Allí se disputaron tres finales en simultáneo y se reunió a apasionados de todas las edades que dieron muestras de destrezas en todas las pistas. Se corrió la final del Freno Joven, la final del Freno de Propietarios y la Final del Freno de Campo.
“Un fin de semana increíble, de mucha alegría. Tener 60 animales en pista, 44 juveniles participando de 6 a 16 años, en todas las categorías, los padres que miraban desde afuera y ahora también ingresaron a pista, fue una locura lo que vivimos”, así lo definió Andrea Munho, titular de la Comisión de Freno de Propietarios y Freno Juvenil.
Esta instancia, además de ser el final del ciclo, es el inicio de grandes cosas y para todos los participantes que se colocaron en los primeros dos lugares de cada categoría significó un pasaporte directo a Brasil, para ser parte de la gran fiesta en la final internacional. En el caso del Freno de Propietarios, la final será el 26 de septiembre y en el caso del Freno Juvenil se disputará el 6 de noviembre.
Disfrute en familia.
“Lo vivimos en familia, disfrutando de los caballos que criamos. Lograr criar caballos y ser nosotros los jinetes de la prueba y encima obtener buenos resultados, no tiene precio, ha sido una gran satisfacción y por eso estamos agradecidos de poder disfrutar de esta pasión que forma parte de nuestra vida”, sentenció Ignacio Gamarra, ganador de la categoría Aficionado A del Freno de Propietarios y padre de Anastasio Gamarra que ganó en la categoría Infantil A del Freno Juvenil.

Fue una instancia de encuentro de muchos departamentos, en el caso de los participantes del Freno Juvenil había representantes de Paysandú, Río Negro, Soriano, Florida, Canelones, Cerro Largo, Maldonado, Montevideo. “Fue un encanto verlos llegar, ver cómo se ayudaban, se acomodaban y se iban contagiando el entusiasmo por lo que se venía el fin de semana” relató Munho.
El sueño comenzó a escribirse mucho antes del fin de semana. Comienza con cada entrenamiento, con cada instancia y participación de estos jinetes y sus pingos en diferentes pistas, pero seguramente esta gran final e instancia clasificatoria marca un hito para muchos. “Sinceramente pisar la pista de Esteio con una yegua, criada, domada y entrenada por uno mismo no tiene palabras. Poder probar los animales y disfrutarlos en todos los sentidos que ellos pueden aportar, le da un valor inmenso a la cría. Este fin de semana reunió a toda mi familia de El Chiripá en la prueba, apoyándome a mí y a una yegua que se ha ganado el cariño de todos”, contó Ma. Eugenia Montans, ganadora del Freno de Propietario en la categoría Femenina.
Pilar de la raza.
Las tres pruebas que tuvieron sus instancias finales este fin de semana tienen un objetivo claro para la comisión organizadora: fomentar la raza, la familia y los valores. Arriba de los Criollos hay mucho más que un jinete y hacer fuerza para que eso siga creciendo es apostar al futuro. “Me parece que la prueba de propietarios y la prueba infantil/juvenil están llamadas a ser un pilar muy importante para la raza. Creo que tienen varias virtudes”, aseguró Tomás Gurméndez. El ganador de la categoría Máster A, del Freno Propietarios enumeró: “primero, son un canal relevante para la difusión de la raza y sus pruebas. La cantidad de jinetes, sobre todo los chicos, viene creciendo muchísimo año a año, sobre todo de jinetes que no necesariamente provienen de familias criadoras de criollos pero que les encanta montar a caballo y competir”. En segundo término, dijo que “es un semillero formativo de jinetes para la raza. Muchos jinetes jóvenes que están compitiendo en pruebas profesionales hicieron sus primeras armas en las pruebas infantiles”. Y además, “con el crecimiento de las pruebas de propietario e infantiles se ha generado mucho trabajo para los jinetes profesionales que tienen sus centros de entrenamiento. Se vio claramente este fin de semana, donde muchos de los jinetes profesionales de freno de oro estaban como profesores de los chicos que compitieron”, argumentó Gurméndez.

Los sacrificios.
Lograr ese nivel y competitividad requiere de grandes sacrificios y esfuerzos por parte de los jinetes y también de quienes acompañan esta pasión. “Yo hago un sacrificio muy grande para entrenar la yegua, me voy en ómnibus todos los fines de semana para Florida, donde está el centro de entrenamiento de Marcos Pardié, al que pertenezco y ahí es cuando entreno”, contó Paulina Sosa, ganadora de la categoría Juvenil A Femenina.

Juan Cruz Etchevers, ganador de la Juvenil A Masculina dijo que “entrenaba todos los días que podía, Sofía de Arteaga es mi entrenadora. Ella iba 3 veces por semana y 1 o 2 días fue Matias Fonseca y Martín Scremini también a ayudarnos a nosotros y los caballos”.

Las cábalas.
El camino recorrido es pilar fundamental para llegar en condiciones a competir y dejar todo en la pista, pero también hay otros elementos que hacen a la cuestión. “Tengo una cábala sí, es difícil de explicar, pero en la muñeca derecha me pongo una venda y escribo unas palabras, más que nada es una estrategia” confesó Sosa. Etchevers por su parte contó que usa siempre la misma camisa en las finales y que ya no usa boina para competir, sólo sombrero.
Mirando a Brasil.
Ser ganadores de una final Nacional sin lugar a dudas que es un hecho por demás importante pero también está la ansiedad y expectativa por ser representantes de Uruguay en la gran final en Esteio. Gurméndez dijo que “Si todo sale bien, la idea es correr la final en Brasil en septiembre. A la yegua le sobran condiciones para hacer un buen papel así que vamos a hacer el esfuerzo de llegar bien”.
Por eso es que se puede afirmar que en la cabeza de varios jinetes la valija ya está casi pronta y el sueño empaquetado. “Aún no se si caigo. No me imagino el momento en el que pise esa pista que siempre pareció estar tan lejos. Intentaremos dejar a Uruguay bien parado, pero disfrutando de un logro que venimos pensando hace mucho tiempo, clasificar un animal de El Chiripá a Esteio. Sumado a eso ser yo a la que le digan autorizado, inimaginable. Tengo la suerte de poder llegar a cumplir uno de mis mayores sueños, y estoy muy agradecida con mi familia por apoyarme para lograrlo” confesó por su parte Montans.