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Inundación en Brasil azota al sector agropecuario

Daños humanos, en infraestructura, y en diferentes producciones agropecuarias está dejando el exceso de precipitaciones en Brasil

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Al igual que en nuestro país, el Estado de Río Grande del Sur de Brasil, durante el año 2023 enfrentó una gran sequía que azotó a la producción agropecuaria, en este año la situación se ha revertido y de forma muy drástica, las intensas precipitaciones registradas, han provocado grandes inundaciones que generan enormes perjuicios humanos y también en la producción agropecuaria.

Con Gedeao Pereira, presidente de la Federación de Agricultura de Río Grande del Sur (Farsul), es habitual mantener una conversación sobre el momento del negocio ganadero en Brasil, pero lamentablemente en esta ocasión debimos hacer hincapié en otros aspectos.

Poniendo foco en los perjuicios humanos, el presidente de Farsul sostuvo que “tenemos que mirar a Río Grande por varios ángulos, y hoy el problema central está en Porto Alegre, que debe tener unas 400.000 personas que perdieron su hogar, la situación es extremadamente grave, porque la gente sale de su casa y no sabe cuándo va a volver”.

Sobre el trabajo que se viene realizando por parte del gobierno y diferentes instituciones para sobrellevar la situación, Pereira comentó que “la Defensa Civil, y el gobierno del Estado están salvando gente, los sacan del agua, esa es la realidad, se trata de ponerlos en abrigo, alimentarlos y vestirlos, porque hay personas que salieron con la ropa del cuerpo y nada más que eso”.

Paradójicamente uno de los auxilios que se brinda “es agua, porque por increíble que parezca no hay para beber, además, se les lleva alimentos y abrigo”.

“Estamos con 100 muertes y mucha gente desaparecida”, lamentó el gremialista rural, que además agregó que la “solidaridad del pueblo gaúcho y de otras partes de Brasil han juntado muchas cosas, por ejemplo alimentos y agua”.

El presidente de Farsul agregó que “en nuestra historia jamás aconteció algo como lo de ahora. Para tener una idea, en el año 1941 el Río Guaíba llegó 4,75 metros, hoy en esta creciente llegó a 5,33 metros, incluso Porto Alegre tiene un cinturón de protección junto al Río, pero en algunas zonas se rompió, y el agua invadió a la ciudad”.

EFECTOS EN EL AGRO. Dentro de las afectaciones al sector agropecuario y en sectores que tienen su incidencia en el mismo, el presidente de Farsul indicó que “estamos con una infraestructura muy comprometida”. Por ejemplo, comentó que en la sede de la gremial no hay agua ni energía eléctrica, por lo cual las oficinas están sin trabajar.

A nivel productivo, “estamos con muchos productores con mucha dificultad, esta calamidad nos ha pegado con la cosecha de soja en la mitad norte del Estado prácticamente hecha, en la mitad sur que está sobre Uruguay, aún tenemos un 60% de soja a cosechar”, en esta última zona “no hay problemas mayores, y en el litoral ahí si estamos con problemas muy serios, ha llovido mucho en esa región del Chuí, y ahí la producción de soja se ha perdido casi que totalmente”.

A pesar de los serios problemas que enfrenta el sector agrícola con la inundación, “las pérdidas este año son menores a las del año pasado, porque en los últimos años dejamos de cosechar 30 millones de toneladas de granos por la sequía, y este año, el exceso llega en un momento con la cosecha casi hecha, por lo cual creemos que vamos a perder entre 1 y 2 millones de toneladas, por lo cual no es una pérdida muy grande, pero el productor está muy sacrificado porque viene con problemas del pasado”.

También es oportuno destacar, que otros integrantes de la cadena agrícola de Brasil, mencionaron la posibilidad de que las pérdidas en soja a causa de las inundaciones puedan ubicarse en el eje de los 5 millones de toneladas.

Si bien en esta presente campaña de soja, los productores en buena medida han realizado una cosecha “normal, ahora se enfrentan a problemas para llegar al Puerto de Río Grande por los daños en la infraestructura, y el puerto también está con problemas porque tiene mucha agua en la vuelta”.

Para el caso del arroz, “calculamos nosotros que nos queda un 30% por cosechar, alguna cosa está dañada pero no es tanto, a no ser que siga lloviendo, esperamos seguir cosechando la semana que viene. Ya tenemos mucho arroz en stock para garantizar el abastecimiento de Brasil, porque somos un gran consumidor del cultivo, y también importamos de la región, de Uruguay, Argentina y Paraguay”. Más allá de contar con stock arrocero, Pereira estimó que para enero del 2025 se puedan dar algunas dificultades en la disponibilidad del cultivo.

Mientras tanto, otras producciones también enfrentan dificultades, por ejemplo en el norte de Río Grande del Sur, que “es una región muy productora de cerdo, pollo y ganado lechero, están con problemas muy serios por la infraestructura, o sea en las rutas y caminos se cayeron muchos puentes, y están con problemas logísticos para poder llegar con la ración a los criaderos, y a su vez poder sacar la producción”, detalló el productor brasilero.

Por su parte, en Bento Gonçalves, una región muy productora de hortalizas, “no logra llegar con sus productos a Porto Alegre, porque la central de abastecimiento está bajo agua, entonces está todo siendo muy improvisado y con mucha lucha”.

GANADERÍA. El sector ganadero “está tranquilo, porque toda la mitad sur de Río Grande no tuvo problemas, a no ser algún arroyo donde haya corrido muy fuerte el agua, ahí pudo haber llevado alguna vaca, pero la ganadería de carne está muy concentrada en el bioma pampa y está bastante tranquila”.

En la ganadería, los principales problemas presentes son logísticos al embarcar el ganado para faena, ahí “tenemos problemas muy serios, porque las notas en Brasil son todas electrónicas, y como el sistema central está bajo agua, quedamos sin manera de emitir un certificado guía para embarcar un ganado al frigorífico”.

CAMINERÍA RURAL. En este punto el gremialista de Río Grande del Sur sostuvo que se vive en estado de excepción, “como está todo, se flexibiliza dentro de las posibilidades para que se pueda trabajar, al menos en lo mínimo necesario”.

Gedeao Pereira consideró que la cantidad de lluvia que ha caído en este Estado “es algo impresionante, lo cual ha dañado bastante al suelo. Cuando se cosecha la soja no se produce mucha paja, y el suelo no se protege tanto”, comentó, y además agregó que en la mitad norte esto traerá consecuencias pensando en el futuro.

Además hizo referencia a que esta situación que se da en Río Grande del Sur está concentrada en ese Estado, si bien en el sur de Santa Catarina es compleja pero de menor magnitud.

TRABAJO DE FARSUL. La gremial de los productores de Río Grande del Sur agrupa a 138 sindicatos rurales a lo largo y ancho del Estado, con lo cual tiene una gran permeabilidad en todo el territorio del sur de Brasil. En esta línea se realizó una reunión donde participaron la gran mayoría de las gremiales asociadas a Farsul “nos reunimos con el Ministro de Agricultura, para ver lo que vamos a hacer y de qué forma, porque estamos en una situación totalmente nueva, y esto necesita medidas de emergencia”.

En un trabajo de articulación entre las gremiales y el gobierno, se buscará asistir “al productor que está muy sufrido, algunos pueden llegar a perder hasta la maquinaría, se veían videos de cosechadoras boyando, es gente que perdió todo: el ganado, las máquinas, el galpón, todo”, afirmó Pereira.

“Tenemos que trabajar en cómo rever y reequipar a esa gente que ha perdido todo, ya hicimos una primera reunión, y ahora estamos cada 24 o 48 horas reunidos con nuestra gente para analizar caso a caso la ayuda que podemos dar”, explicó el presidente de Farsul.

Sobre los planteos que le ha realizado la gremial al ministro de Agricultura de Brasil, Pereira destacó que los productores “necesitan plata, intereses bajos, queremos pagar nada más que 3% anualmente, plazo largo y tres años solamente pagando los intereses”, de conseguir esta plata, se buscaría que el productor “pague lo que tiene de deuda, que es muy grande, y ahora no consigue pagar aunque ha cosechado algo, y de esta forma seguir en su actividad”.

El productor de Río Grande del Sur explicó que legalmente existen algunas reglas del Decreto Rural “que benefician al productor normalmente cuando tiene catástrofes, pero en este caso es algo especial, porque es una situación que jamás había ocurrido. Algunos municipios han decretado calamidad pública para poder acceder a beneficios especiales, que es lo que le estamos pidiendo al gobierno Federal”.

SITUACIÓN DEL NEGOCIO. Aunque la coyuntura climática que vive Río Grande del Sur dificulta hablar del negocio, Pereira comentó que el escenario es similar al del resto de los países del Mercosur. Donde por ejemplo en Uruguay el precio del novillo es superior al novillo brasilero, la soja, maíz y arroz son los mismos valores, “así que no estamos en el mejor momento. El mejor escenario que tuvimos fue el post pandemia, cuando los productos del sector subieron mucho, hubo una inflación de los productos y fue un momento muy interesante para nosotros”.

“Con dos sequías consecutivas, el productor está agotado”, cerró el presidente de Farsul, Gedeao Pereira.

La situación de Río Grande se divide por regiones, y la región norte es la que enfrenta más dificultades.

El productor necesita “plata y bajos intereses”

Si bien desde Farsul se le pone una mirada social y humanitaria al tema, también en su rol de gremial a través de diferentes reuniones busca conseguir diferentes “beneficios” por decirle de alguna manera, para el productor, quien además de ser castigado dos años consecutivos por la sequía, ahora enfrenta pérdidas por un evento climático totalmente opuesto. En este sentido, desde la gremial rural se pide por un alivio financiero para las arcas del empresario del agro, y a pagarlo con determinadas comodidades, como un interés bajo.

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