Recorrer las mejores tierras del mundo para hacer agricultura, te tienta a cerrar los ojos y soñar justamente con ser los mejores del mundo en agricultura. Traigo dos noticias, una mala y una buena. ¿La mala? Probablemente nuestras tierras y nuestro clima nos limiten en gran medida para llegar a tan óptimo escenario. ¿La buena? Tenemos una enorme ventaja: el capital profesional y de trabajo de nuestra gente. ¿Podemos acaso imaginar tierras para agricultura donde el problema sea drenar el excedente de agua? Después de un verano tan cruel como el que atravesamos, parece ser “el sueño del pibe”. En buena parte del cinturón maicero norteamericano, especialmente en Illinois y Iowa esto sucede, y allí se entierran caños que duran más de 20 años por debajo de varios centímetros de tierra negra y productiva, para quitar un excedente de agua que queda cuando se retira la nieve, para aprovechar la ventana de siembra que es muy corta e innegociable para ellos. Los suelos allí, almacenan a veces hasta 300 mm. Además, el regimen de lluvias no varía demasiado de unos 1000 mm por año.
¿Podemos imaginar que aún teniendo una variación interanual de un 10% a un 15% en las cosechas todos producen con seguros de rendimiento? Los cuales además están subsidiados por el gobierno. Las cosechas en Estados Unidos, difícilmente fallen. En Uruguay tuvimos promedios de 2.700 kilos de soja en 2022, con picos muy por encima de ello que constituyeron una cosecha récord. En 2023 la trilla arrojó 700 kilos en promedio, que en casos fueron cosecha cero a raíz de la seca. Recordemos que en el maíz, un porcentaje de casi la mitad se picó previamente para dar al ganado. En Estados Unidos, las producciones de 15 toneladas de maíz, 8 de trigo o 5 de soja, son la regla más que la excepción.
Ni hablemos de la caminería: diría que un 99% de los caminos rurales en las zonas por donde pasó la gira de la Asociación Agropecuaria de Dolores son pavimentados. Allí, no es problema transitarlos si llueve, ni es problema entrar con un camión a retirar el grano. Además, usan el tren para transportar buena parte de su producción, lo cual beneficia el esquema de costos. Los farmers suelen vivir en el campo, y si bien comentan con un orgullo enorme a qué generación de productores pertenecen y un legado familiar que quieren continuar, lo hacen también porque los servicios son casi iguales que en la ciudad.
Podríamos seguir por el acceso al crédito, considerando además que tener un inmueble allí es dinero casi líquido: el día que sale a la venta se va, y si tu exigencia de precio lo amerita, no pasa de algunas semanas en que se concrete la operación.
Ahora, volvamos al principio. ¿Se imaginan lo que sucedería con el agricultor uruguayo si se comienza a avanzar en algunos de los aspectos antes dichos? Veamos el lado bueno, ya que en buena medida hemos avanzado en todos, pero ilusiona pensar en ponerle ese anhelado “segundo piso” a la producción.
Podríamos comenzar con seguros agrícolas accesibles y que funcionen o por un acceso al crédito que viabilice la incorporación de equipos de riego como una práctica normal y no excepcional. De esta forma, nuestra variación interanual seguramente no haya más “veranos 2023”. Y con eso no se beneficia solo el productor sino el país en su conjunto porque como se comentó en la gira: el Estado americano prefiere pagar que tener sorpresas.
Otro punto neurálgico es el acceso a servicios, porque si bien se ha avanzado mucho siguen existiendo brechas importantes en nuestro país. Quizás así, tendríamos más gente viviendo en el campo.
Porque además, en Estados Unidos no todo es color de rosa. Tienen problemas de otra índole que gracias a Dios, en la penillanura levemente ondulada no existen. Porque ser una potencia, también implica los costos de serlo.
Vivimos en un país extraordinario, donde las propias circunstancias obligaron al productor a ser extremadamente sofisticado, adaptado y resiliente. Imaginemos si de a poco, vamos consiguiendo esa plataforma de despegue. Tengo total confianza de que, en algunos años, voy a poder escribir que lo logramos.
PARTICIPANTES DE LA GIRA.
Gabriel Carballal, Marcos Armand Hugon, Freddy Armand Hugon, Luis Faber, Adriana Melgarejo, Jorge Espíndola, Leonardo Ferres., Alfredo Sobredo, Tobias Adolph, Jorge Waller, Rafael Murialdo, Davy Dufour, Francisco Haedo, Danny Cairus. , Cynthia Pereira. , Alexis Gonzalez , Danny Favout y Hernán Zorrilla.