“Necesitamos buenos rendimientos sí o sí para tener buenos resultados en los cultivos de invierno”, expresó Carlos Enrique Oyharzabal, productor agrícola-ganadero de Soriano.
En diálogo con Valor Agregado de radio Carve, Oyharzabal, comentó que durante los últimos 20 días, de la mano de una mayor luminosidad y aumento de la temperatura, los cultivos de invierno empezaron a caminar. “Hubo un cambio en las colzas que avanzaron muchísimo; las gramíneas empezaron a macollar y les ponemos las primeras ureas. El panorama ha cambiado notoriamente en los últimos 20 a 25 días”, aseguró.
El trigo y la cebada vienen muy bien, dado que, hasta ahora, les ha corrido bien el año y no han tenido agua en exceso.
De todas formas, el agricultor confirmó que los cultivos de invierno se implantaron con costos muy altos y, a este escenario de riesgo, se le sumó una baja “muy importante” en los precios. “La situación empezó compleja y ahora es aún más compleja; dependemos de un muy buen resultado físico”, indicó.
A modo de referencia, marcó un rinde equilibrio de 1.700 a 1.900 kg/ha para la canola; unos 4.000 a 4.300 para el trigo y la cebada.
No obstante, puntualizó que los kilos se van ajustando todos los años y tienen rendimientos de equilibrio parecidos: “Lo que cambia es el nivel de riesgo que tomamos en cada campaña, este año tomamos un 65% superior al año pasado. Es decir, por lo que el año pasado sembramos una hectárea, este año 1,65 has”, dijo.
Verano. La soja es el cultivo estrella de Uruguay y se va hacer, pero de la forma más defensiva posible: gastando lo menos posible, ajustando costos y tratando de no perder potencia.
Para la soja informó que, lamentablemente, hay una perspectiva de seca, aunque resta ver cómo evoluciona.
“La tendencia parece ser otro verano seco. Tendremos que armar situaciones defensivas con poblaciones bajas, fertilizaciones buenas, tratando de acumular agua con barbechos largos. Nos preocupa la situación hídrica de verano”, explicó.
Además, el productor de Soriano estimó que va a haber un incremento en los costos (de 20% o 30%), sobre todo, en los fertilizantes.
En su caso plantarán maíz solo donde se lo pueda regar, porque la perspectiva para la primavera temprana “es muy mala” y el maíz de primera circula en ese período.
Ganadería. La ganadería viene funcionando parecido a la agricultura con costos que aumentaron mucho y achican los márgenes. El corral sigue siendo positivo, pero con márgenes más ajustados. Este negocio depende de lo que pase con la reposición y el gordo: “Estamos con costos altos, pero mientras la industria de señales de precios relativamente buenos el corral va a seguir trabajando al 100%”.
“Necesitamos certezas para adelante para seguir encerrando.
La comida ajusta mucho y es uno de los costos más grandes, pero la reposición también. Entonces, si la comida se mantiene cara, pero la reposición ajusta, hay que hacer la cuenta de nuevo. No sé si los US$ 5 es una línea que no podemos cruzar sin ver qué pasa con lo otro”, concluyó.