Publicidad

IBF Negocios entra en el directorio de Procampo

La empresa de inversiones adquirió parte del paquete accionario de la compañía semillerista

Integrantes de Procampo e IBF Negocios en las oficinas de las afueras de Montevideo.
Integrantes de Procampo e IBF Negocios en las oficinas de las afueras de Montevideo.
Procampo

La empresa Procampo se fundó hace 33 años, siempre con el foco puesto en la comercialización de semillas y brindar soluciones al productor. Su participación está en cultivos de verano como maíz, girasol o sorgo, así como en forrajeras, representando a KWS desde hace 25 años, unos 20 años con sorgos San Pedro y una década con la representación exclusiva de Embrapa.

“Desde hace algunos años, con mi socio Germán Verdier, por edad y etapa de la vida, empezamos a armar un plan para asegurar la durabilidad de Procampo sin nosotros”, sostuvo Felipe González, director y fundador de Procampo Uruguay.

En paralelo a este proceso se hicieron inversiones en la oficina nueva, cámara de frío, se agrandó el local y se tomó más gente, por lo que el Ing. Daniel Rubio fue contratado para ayudar en esta etapa de transmisión de la empresa, y precisamente allí fue que IBF Negocios se interesó en la firma.

“Nos preguntaron si estábamos interesados en vender parte del paquete accionario y nos pareció interesante: era atractivo por pensar en la empresa hacia adelante y nos alimentó mucho el autoestima el hecho de que valoraran el trabajo que hemos hecho. Ahí se integraron Hugo Benedetti y Carlos Ameneiros como directores”, expresó González.

“Te hacen pensar en la empresa desde afuera del negocio, y te ayuda a crecer mucho, con personas inteligentes y que le dan un enfoque por fuera del rubro”, valoró el director de Procampo.

IBF es una empresa de inversiones, que “lo que hace básicamente es juntar las dos puntas del negocio, con empresas que están buscando socios por los motivos que comenta Felipe, y el proceso que pasaron como creadores de Procampo es el que pasan casi todos los fundadores que se asocian con IBF”, dijo Carlos Ameneiros, integrante de IBF y nuevo director de Procampo, que valoró que se va “generando la cercanía por la otra punta de inversores que confían en IBF para participar de las empresas, delegando en nosotros parte de la gestión. Por eso ofrecimos la compra de parte del paquete accionario, porque es de interés que las compañías tengan continuidad y los socios fundadores estén en el negocio”.

“La gestión, el funcionamiento y la toma de decisiones continúan en la dirección que González y Verdier venían llevando adelante, quizás con una instancia más de conversación”, añadió Ameneiros.

IBF ingresó en el agronegocio hace un par de años, incursionando con Agroenfoque, una empresa de nutrición vegetal, con fertilizantes con valor agregado, y eso los obligó a analizar el sector entendiendo las oportunidades en profundidad. “El uruguayo está cerca del agronegocio y pensamos que sabemos, igual que en el fútbol, pero hay que profundizar y analizar su desarrollo en nuestro PBI, siendo que es una parte importantísima de la generación de riqueza y de nuestra cultura”, sostuvo Ameneiros.

En el modelo de IBF, las empresas elegidas son “necesariamente sanas y les va bien, porque eso las hace atractivas”. No se compran acciones de una empresa para resolver problemas estructurales y pensar en mejorarla.

En este sentido, sostuvo que a Procampo le pueden agregar conocimiento en manejo de gobernanza, estructuración financiera, identificando junto a los directores puntos de la compañía a reforzar para subir un escalón, definiendo un plan estratégico y trabajando sobre la evidencia de datos.

PRODUCCIÓN. “Venimos de 3 zafras donde La Niña nos dio años secos, y el cultivo de maíz tardío fue una de las herramientas que se posicionó en las rotaciones en Uruguay con muy buenos resultados”, dijo Federico Bellenda, integrante de Procampo. Ahora, en un año “Niño”, el escenario cambia y ese porcentaje de casi 60% de maíz de segunda se revierte por los pronósticos. “Creo que vamos a terminar en un área superior a las 200.000 hectáreas. Dicho esto, hay casi 800.000 hectáreas de cultivos de invierno y atrás de eso va maíz o soja, entonces estamos esperanzados de que se terminen de levantar estas cosechas y se finalice la siembra de soja para que la siembra de maíz tardío sea efectiva”, dijo Bellenda.

Además de todos los avances importantes en genética, desde Procampo destacan toda la agronomía aplicada en las siembras más tardías de maíz. “Sembrar de manera tardía es poner al período crítico del maíz, es decir la floración, fuera de la fecha donde las probabilidades de lluvia son menores”, dijo Bellenda.

Finalmente, sobre el crecimiento de área en un momento de incertidumbre con el precio del ganado, González dijo que “Uruguay es naturalmente importador, por lo que la propia paridad de importación respalda el precio del grano”.

“Apostamos por ampliar el portafolio de su oferta para, además de seguir consolidados en los rubros ya conocidos, permitan pensar en un crecimiento acelerado de la compañía”, dijo Ameneiros. En este sentido, la firma semillerista está haciendo ensayos con remolacha forrajera, centeno híbrido, trigos y sojas, entre otros, pero no se lanzarán al mercado hasta tanto no esté probado el éxito para el productor.

Procampo da un paso importante en la transferencia de su legado y una profesionalización aún mayor de la compañía. La señal del ingreso de IBF Negocios en el paquete accionario muestra cómo empresas de inversiones se interesan cada día más en el activo más importante del país: el sector agropecuario.

Publicidad

Publicidad