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“El protocolo para poder exportar sorgo a China está bien avanzado”

Leonardo Olivera, director general de los Servicios Agrícolas del MGAP, dijo que “hace tiempo que no se daba un contexto tan favorable” para la agricultura, al tiempo que manifestó que para la soja fue un año “agridulce” porque no se pudo captar del todo los buenos precios por los magros rendimientos. Respecto de la reaparición del girasol, aseguró que hay “espacio y condiciones para crecer”, y consideró que para la DGSA lo principal es “mantener el status fitosanitario, mejorarlo y potenciarlo para que nuestros productos accedan a más mercados y con mejores precios”.

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Leonardo Olivera, director general de los Servicios Agrícolas del MGAP

Hernán T. Zorrilla| Encargado del área Agrícola y Forestal del Portal Rurales El País

-¿Cómo evalúa la situación de los diferentes cultivos y el negocio agrícola al día de hoy?

-La situación de los cultivos hoy es muy buena. Desde el punto de vista de la demanda hay buenos precios, y eso de alguna manera, sumado a lo que fue la buena cosecha del año anterior, consolida una fuerte intención de crecimiento. Hace tiempo que no se daba un contexto tan favorable como el de este año. Hay que ver cómo acompaña el clima, ya que si este también es favorable seguramente tengamos un muy buen año.

-La soja recuperó valores que hace años no tenía, pero la cosecha se vio afectada por el déficit hídrico de la zafra. ¿Qué balance se hace desde el MGAP?

-La verdad que fue una zafra complicada, con rendimientos magros. Hay muchos productores que no llegaron al rendimiento de equilibrio, y hay otros pocos que hicieron un muy buen negocio. Todo depende de cómo se dieron las precipitaciones. Lo vemos como un año que pudo haber sido muy bueno, pero sin embargo los resultados lo marcan como un año agridulce. Se pudo captar poco de los buenos precios por los bajos rendimientos.

-El maíz continúa con buenos augurios de precios y es fundamental para el ganado, ¿cómo ve la actualidad de este cultivo y sus perspectivas de crecimiento?

-Creo que es un cultivo que se va consolidando en el país. La mejora genética y el desarrollo de la tecnología ha permitido de alguna manera estabilizar los rendimientos y maximizar los potenciales. Si bien este año en los cultivos de primera no se obtuvieron buenos rindes por las condiciones restrictivas del agua, en las siembras de segunda se vienen dando buenos rendimientos y esperamos que el año que viene el área se mantenga o incluso pueda crecer.

-Otro cultivo de verano interesante es el sorgo, ¿cómo viene avanzando la generación de un protocolo para su exportación a China?

-El sorgo es un cultivo muy importante para el país y creemos que se adapta muy bien a nuestras condiciones de producción en casi todos los departamentos. Es un tema que nos tiene muy ocupados y trabajando muy fuerte ya que entendemos que puede generar un nuevo canal exportador. El año pasado pudimos exportar cebada a China por primera vez y sería bueno poder abastecer a dicho país en su demanda con más granos forrajeros. El protocolo ya está avanzado y en ese sentido estamos trabajando junto a la asociación de comerciantes de granos, productores, INIA, INASE y el MGAP para clasificar la zafra que está terminando y tener datos de otras anteriores en lo que hace a malezas, plagas, etc. Lo que producimos en el campo debemos sumarlo al acondicionamiento post cosecha que nos permite lograr un producto acorde al mercado chino. La reunión para tratar estos temas está fijada para la próxima semana y esperamos ahí finalizar la respuesta a China.

-¿Cómo analiza esta nueva etapa del girasol?

-Lo evaluamos como algo muy positivo ya que el girasol es un cultivo muy querido por los productores, y además lo conocen muy bien. Actualmente está bien demandado en el mundo y los precios son muy interesantes, dado que el mercado de los aceites está traccionando con mucha fuerza. Siempre es bueno tener más cultivos en la rotación para diversificar tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista sanitario y ambiental. Uruguay tiene espacio y condiciones para crecer y esperamos que así sea.

-El arroz obtuvo producciones récord con 9400 kg promedio por hectárea y marca un panorama distinto hacia el futuro, ¿cómo ve esta situación?

-El arroz viene pasando por un muy buen momento, no solo desde el punto de vista de la demanda internacional y de los precios, sino también con el clima. Si bien no se permitió una siembra mayor en área por la falta de agua en las represas, lo que se sembró tuvo un clima muy favorable que permitió esos altos rendimientos que tú mencionas. Además, lo veo bueno para un sector que viene de años muy difíciles, y esto da firmeza para consolidar el crecimiento. Desde el MGAP hemos trabajado muy fuerte en reabrir y mantener el mercado con México, defendiendo nuestro status fitosanitario y lo hemos conseguido con éxito hasta el momento. Esto también es muy importante para el sector y su crecimiento.

-Estamos en momento de siembra de los cultivos de invierno. Considerando que el año pasado el trigo y la cebada tuvieron producciones récord, y que los valores son muy interesantes. ¿Cómo ve esta etapa?

-Los cultivos de invierno pasan por un buen momento desde el punto de vista de los precios y la demanda internacional. Los rendimientos y la calidad obtenidos el año pasado fueron excelentes y ojalá este año se repitan. La siembra arrancó con mucha fuerza durante el mes de mayo, pero ahora el clima pone una pausa y habrá que ver cómo continúa para lograr consolidar las estimaciones de siembra que están proyectadas.

-¿Qué evaluación se hace de las exportaciones de cebada forrajera a China?

-Es muy importante ya que se logró llegar con buena calidad de producto y esto nos permite ingresar al mercado con buena nota. Esto además nos da pie para consolidar este mercado y que en el futuro pueda tomar más relevancia. Este año por primera vez tenemos un plan de negocio con este destino y creemos que eso también es muy importante, no solo para el negocio de los productores, sino para el sistema en su conjunto. Permite balancear entre la siembra de invierno y verano, que en los últimos años se había decantado un poco hacia los cultivos de verano.

-La colza sigue creciendo en área y se transforma en una opción interesante en las rotaciones, ¿con qué perspectivas ve el desarrollo del cultivo?

-La colza viene ganando terreno a paso firme, la demanda internacional está muy fuerte para el mercado de los aceites. Además, Uruguay ha hecho las cosas muy bien en términos de controlar los límites máximos de residuos ya que entendemos la importancia que tiene y queremos maximizarla. Los involucrados lo tienen bien presente y esto ha permitido ingresar a los mercados más exigentes de Europa. Creo que de aquí para adelante el crecimiento va a ser más moderado, pero es un cultivo que va a ser una parte importante en la rotación de invierno.

-Los cultivos de invierno hoy, ¿son una opción más interesante que los puentes verdes tradicionales en aquellos lugares donde se pueden realizar?

-Sin duda. Siempre es mejor tener un cultivo que de márgenes de ganancia que tener un puente verde que generalmente genera costos. Además de esto, genera un movimiento a nivel país muy importante de transporte, logística y acondicionamiento que se traduce en más trabajo y más exportaciones.

-¿Cómo se viene trabajando desde el MGAP en los desafíos ambientales existentes?

-Venimos muy bien, estructurando cambios en el sistema de registros que van a determinar la prohibición de algunos ingredientes activos y la restricción de su uso en otros. Además, se van a generar nuevos requisitos para comenzar con la implementación de la evaluación de riesgos en salud humana y ambiental. Por otra parte, se generó un área de bioplaguicidas donde la idea es impulsar el uso de productos biológicos y agentes de control biológico para la complementariedad con los productos de síntesis en el mediano plazo, e ir sustituyendo unos por otros en el largo plazo si estos funcionan de forma eficaz. Es bueno recordar que muchos de estos productos tienen exenta la tasa de registro. En cuanto a fertilizantes se generó la normativa que reglamenta la ley 13663 del año 1968 donde dentro de las exigencias para el ingreso de fertilizantes al país hay que hacer análisis de contaminantes. Por lo tanto, tenemos objetivos claros hacia el futuro. Además, la tecnología en el desarrollo de nuevos productos y el manejo de fitosanitarios cada vez más amigables con el ambiente ayudan a tener una producción más sostenible y segura para toda la cadena.

“Comunicar el orgullo del nivel de la agropecuaria” -¿Por dónde pasan las principales líneas de trabajo de la Dirección General de Servicios Agrícolas hacia el futuro? -Lo principal para esta unidad es mantener el status fitosanitario y mejorar y potenciar las condiciones para que nuestros productos puedan acceder cada vez a más mercados y lograr mejores precios. Obviamente que desde aquí damos las condiciones fitosanitarias para cumplir con las exigencias de los mercados, pero luego el trabajo de negociación y acuerdos pasa por otros canales como pueden ser los privados, la Cancillería, etc. También estamos poniendo énfasis en controlar y mejorar los insumos que ingresan al país y que van a ser utilizados luego en nuestros sistemas de producción. Hay que trabajar y modernizar el sistema de registros permitiendo que se agilicen, alentando a aquellos que son más amigables con el ambiente y dando de baja a través de las reevaluaciones a aquellos que tienen por sustituto a productos que tienen menores impactos en salud y ambiente. Además, contamos con un sistema innovador para la gestión y el monitoreo de aplicaciones, que permite evaluar el cumplimiento de la normativa y el seguimiento de los productos aplicados. Este sistema que comenzó con 30 equipos se estará ampliando para lograr una mayor cobertura en las áreas de aplicación de fitosanitarios, lo que nos dará una ventaja en el futuro desde el punto de vista de la trazabilidad de nuestra producción. Trabajamos mucho en comunicar las buenas prácticas agrícolas a través de cursos y capacitaciones con los distintos actores involucrados en la cadena productiva. Por todo esto somos muy optimistas con el futuro de la producción agropecuaria en el país. Aquellos que la conocen saben bien que mundialmente pocos pueden acceder a nuestro nivel. Seguramente el desafío está en comunicarlo mejor a nuestra población para que también se sienta orgullosa de lo que tenemos y hacia dónde vamos.

Hasta ahora los rendimientos obtenidos oscilan entre 3.000 y 3.600 kilos por hás

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