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Baethgen: “En Uruguay ya hay información para un buen plan de gestión de aguas”

El vicepresidente de INIA dijo que "los buenos impactos del riego tienen que ver con mayores rendimientos, pero sobre todo rendimientos más estables año a año”

Walter Baethgen

Los buenos impactos del riego tienen que ver con mayores rendimientos, pero sobre todo rendimientos más estables año a año. Walter Baethgen, vicepresidente de INIA, investigador de la Universidad de Columbia y participante de distintos proyectos agropecuarios en distintas partes del mundo, así lo afirma.

Los malos impactos por su parte van con la “disminución y a veces agotamiento de las fuentes subterráneas, la contaminación de los pozos con arsénico como ha sucedido en India o la salinización de los suelos”, indicó Baethgen. A la hora de pensar en una política de control y manejo de aguas a nivel nacional, así como un riego escalable, son aspectos a tener en cuenta.

Viabilidad. “En Uruguay ya hay muchos estudios, desde la época de la Dirección de Aguas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en las décadas de 1970 y 1980, así como trabajos de Prenader en la década de 1990, trabajos más recientes de INIA y de Udelar, sobre cuestiones que tienen que ver con el manejo de aguas”, dijo el vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria.

Para el especialista, hay algunos aspectos para estudiar algo más, vinculados a la gestión de agua a escala de cuenca, “pero ya hay mucha información para implementar un buen plan de gestión de aguas, incluyendo el riego”.

En este sentido, ya hay una estrategia de riego desde 2015 y este año INIA está trabajando con el Banco de la República para contribuir a la elaboración de un posible plan nacional de riego.

Casos. En el mundo hay distintas experiencias para imitar, así como hay otras que se pueden observar y aprender lo que no se tiene que hacer.

En Estados Unidos, puntualmente en el estado de California y en la ciudad de Los Ángeles, construida en el desierto, la dependencia es enorme de un agua que se usaba originalmente para el riego de cultivos en el valle. “Para un productor agropecuario allí es mejor negocio vender el agua para las ciudades”, dijo Baethgen.

Chile tiene otro tipo de experiencias, con políticas bien intencionadas pero que tuvieron escollos a la hora de ver de quién es el agua. “Los productores vendían el campo, pero se quedaban con los derechos del agua, entonces si comprás una unidad productiva para regar los cultivos había que pagar tasa al propietario de antes”.

Oportunidades.Para Baethgen, especialista que usa mucho la ciencia y los datos en sus análisis, estos aprendizajes, entre otros, muestran las oportunidades que tiene Uruguay de hacer las cosas bien.

“Hace un par de años tuvimos la sequía más grande de la historia, pero nuestro régimen de lluvias, comparado con otros países del mundo, es muy bueno”, expresó. En este sentido, dijo que probabilísticamente se puede establecer que en invierno sobra agua y en verano falta. Los productores agropecuarios, aprendieron a manejarlo en las pasturas, por ejemplo.

“La cuestión es ver cómo hacemos para aprovechar esto y generar reservas para cuando no hay sin que tenga impacto ambiental negativo, usando la ciencia y los datos para tomar decisiones planificadas y favorables”, remató el vicepresidente de INIA acerca de una posibilidad de gestión integral y manejo de aguas.

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