La lluvia fue el broche de oro para encuadrar el 24° remate anual de San Alberto, de la familia Steverlynck. Ya estaban contentos porque se vendió todo y porque los promedios fueron buenos, pero el agua fue el aplauso que faltaba desde el cielo.
Este martes, en el local Conventos, de la Sociedad Agropecuaria de Cerro Largo, en Melo, escritorio Silveira Negocios Rurales liquidó el 100% de la torada Aberdeen Angus de cabaña San Alberto.
Se ofrecieron 50 toros Angus colorados y negros (tanto de pedigree, puro por cruza y SA) que hicieron un promedio de US$ 3.050, con un máximo que fue de US$ 3.700, mientras que el mínimo fue US$ 2.500.
Además, se ofrecieron 60 vaquillonas coloradas SA que promediaron US$ 890, lograron un precio máximo de US$1.010, mientras que el mínimo fue US$ 850.
Rafael Steverlynk aseguró estar “muy conforme” con el remate, porque se vendió la totalidad de las vaquillonas y los toros y porque, además, hubo clientes nuevos y otros que repitieron.
“Fue un remate ágil, con mucha demanda; hubo clientes que no pudieron comprar toros, si habían más se vendían”, aseguró.
La torada se repartió para varios departamentos: Cerro Largo, Treinta y Tres, Rivera, Tacuarembó y Maldonado.
Steverlynk comentó también que la oferta “fue muy bien presentada”, tanto por el estado de los animales como por sus datos.
Rodrigo Silveira, principal de la firma rematadora, contó a El País que la venta anduvo “muy bien”, con negocios que se pudieron concretar con agilidad y fluidez. Por sobre todas las cosas destacó la colocación total del remate.