Con una soja que se ubica por debajo de los US$ 400, en ganadería los precios tendiendo a la baja y la reposición firme, “claramente estamos pasando por un ciclo de precios bajos, con costos que no han reaccionado en la misma dimensión, y eso aprieta mucho a los márgenes”, indicó Federico Baccino, asesor agrícola ganadero.
En diálogo con Valor Agregado de radio Carve, el asesor explicó que con estos márgenes apretados, el negocio queda una línea cercana al equilibrio, “pero cuando el clima ejerce su efecto, muchas veces hay descalces y márgenes que pueden ser negativo. Una prueba clara es lo que ha subido el endeudamiento del sector en un solo año, y la morosidad se duplicó”.
“Esto son indicadores de un momento de muy baja liquidez del sector, porque la rentabilidad es baja”, afirmó el especialista.
En ganadería, los valores que se le traslada desde la industria al productor, “son razonables, para adelante tenemos una primavera buena en el este y en el norte, en el centro es normal, en el sur y suroeste está más complicado por el tema de falta de agua”.
Teniendo en cuenta que podría aparecer más oferta de ganado, y próximamente se enfrentará una nueva venta de faena Cuota 481, Baccino señaló que “no veo que tengamos demasiado por mejorar hacia adelante. Cuando uno le plantea a la industria un acuerdo de largo plazo para encerrar, no están pudiendo darnos el precio que necesitamos, y en muchos casos ni nos pueden pasar precio, porque tiene incertidumbre”.
A pesar de que la soja se encuentra por debajo de los US$ 400, “es difícil” que la ganadería pueda ganar terreno frente a la agricultura en zonas más marginales, “hoy la ganadería, el motor que está teniendo es la cría, pasa por un momento que es bueno desde que se afianzó la exportación en pie, la pone a resguardo, y tiene un precio razonable para su producción”.
Sobre el pasaje de un negocio a otro, Baccino recalcó que no se daría porque al ser la cría el sector de mayor fortaleza dentro de la ganadería, es un negocio que no ocupa campos que tienen aptitud para agricultura, además habría que realizar una inversión entre “US$ 1.200 y US$ 1.500 por hectárea entre terneros y pradera”.
Con este escenario planteado para la cría, “hoy los que están incómodos en la cadena son el recriador, el engordador a corral y el invernador, el criador está bastante blindado”.
“En el stock ganadero tenemos más vacas de cría que antes, entonces, la flecha hacia criar por tener una rentabilidad que es menor, pero de menor riesgo, es clara, es una tendencia que viene para quedarse”, expresó.
Para que la situación de la cría se mantenga, “es esencial” que la exportación en pie siga operando con fluidez, “sino habrá un traslado de precios que no blinda a la cría”.
