Hay frigoríficos habilitados, falta resolver certificación halal.
Media res vacuna en frigorífico.
Pablo Antúnez.
La Agri-food and Veterinary Authority (AVA) de Singapur rehabilitó los 11 frigoríficos uruguayos que tenían permiso para exportar desde 2009 y a su vez, la Dirección General de Servicios Ganaderos (MGAP) hizo gestiones para habilitar otras plantas que son las que ya están admitidas en mercados exigentes, según confirmó a El País una fuente de la secretaría de Estado.
El pasado domingo, el ministro interino de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech anunció la reapertura de ese país del sudeste asiático para carne bovina y ovina con hueso; sería la primera vez que Singapur admite ovinos de un país de Sudamérica y una oportunidad para valorizar la producción en cortes caros.
El mercado todavía no está operativo pues aún falta el certificado sanitario, pero el desafío mayor para Uruguay será conseguir la certificación halal (faena bajo rito musulmán) de las instituciones reconocidas por el Consejo de Ulamas de Singapur (MUIS), que es el organismo del estado que garantiza los derechos de la comunidad musulmana y que permite todos los productos aptos para esa comunidad. El mercado halal de Singapur está representado por el 15% de alrededor de 5 millones de personas y va en crecimiento, pero lo más importante es que Singapur es la puerta de entrada para China, otros nichos del sudeste asiático y Australia.
La habilitación de Singapur “es una buena oportunidad para Uruguay, principalmente para lo que son los cortes bovinos del trasero (bola de lomo, nalga, pesceto, etc.) y los cortes finos. Este destino compra mucho esa mercadería desde Brasil y Uruguay podría competir con ese tipo de producto”, afirmó a El País el broker Juan Galimberti, principal de Food Forward, empresa que ya atiende ese mercado desde Brasil.
“En caso de los delanteros bovinos y los recortes (trimming), que también Singapur compra de Brasil, se los lleva de los frigoríficos que no tenían habilitación para Rusia o China y el precio está como US$ 200 o US$ 300 más abajo que el valor que hay hoy de Uruguay para Rusia o China”, explicó el operador.
En cuanto al set de cortes finos que tiene por destino el segmento de restaurantes, hoteles y cruceros, Galimberti destacó que Singapur “es uno de los mercados que muestra crecimiento para los cortes finos, principalmente para los de valor agregado, los que tienen especialidad como la carne con marca o el porcionado”.
Ovinos. Respecto a la carne ovina, el operador afirmó que “hay que seguir el ejemplo de Australia y Nueva Zelanda que mandan por avión cortes finos para los restaurantes. Son pocos kilos para venta directa para importadores que tienen sus propios restaurantes o tienen un listado de restaurantes para vender ese tipo de mercadería”, destacó.
El director de Food Forward insistió en que Singapur es un mercado para la valorización del ovino. “Está lleno de hoteles y tiene mucho turismo, pero también hay supermercados para productos de alto valor agregado, orgánicos o naturales. En esos supermercados también hay muchos productos como carne con marca y ahí es donde Uruguay puede meterse y competir”, explicó.
Certificación. El cuello de botella para Uruguay es lograr la certificación halal de los centros islámicos aprobados por el MUIS, porque esas son las certificaciones aceptadas por los restaurantes, supermercados especializados y los centros de Singapur. Galimberti reconoció que “ese tipo de certificación no existe en Uruguay, porque no hay una institución certificadora islámica reconocida por Singapur. Lo poco que se puede exportar con el tipo de Halal que tiene Uruguay es muy limitado, es apenas para el 5% del mercado, pero no se accede con esa certificación a los destinos más interesantes”.
La certificación de la faena ritual “es el gran problema que hemos visto últimamente. Si Uruguay llega a resolver eso podrá entrar en otros países del sudeste asiático como Indonesia, Malasia y Filipinas”, dijo Galimberti.
Por otra parte, Singapur no tiene cupos para la exportación de carne vacuna u ovina pero si barreras arancelarias, explicó el CEO de Marfrig para el Cono Sur, Marcelo Secco. El empresario comentó que los aranceles son “superiores a las de China pero están por debajo a las de Corea que son del 40%”.
De todas maneras, Secco entiende necesario conocer el certificado sanitario para evaluar con mayor facilidad las oportunidades del mercado.