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Se cayó demanda china para los cueros ovinos

Prácticamente no hay acopio y la mercadería perdió valor.

CURTIEMBRE ZENDA
CURTIEMBRE ZENDA LEATHER EX CURTIEMBRE BRANAA, PRODUCCION, OBREROS, EMPLEADOS, TRABAJADORES, CUEROS, FABRICA, PLNTA INDUSTRIAL, 20070410
DARWIN BORRELLI

CURTIEMBRE ZENDA LEATHER EX CURTIEMBRE BRANAA, PRODUCCION, OBREROS, EMPLEADOS, TRABAJADORES, CUEROS, FABRICA, PLNTA INDUSTRIAL, 20070410

Pablo Antúnez

Por más que se movió un poquito el mercado en estos últimos días, la dificultad para colocar los cueros ovinos sigue complicando y preocupando a la industria frigorífica de cara a la nueva zafra de ovinos.

China era el tradicional comprador de esta mercadería, pero su gobierno acentuó los controles ambientales sobre las pequeñas curtiembres y puso en jaque el negocio. Esas pequeñas curtiembres eran el destino de los cueros ovinos; la medida del gobierno chino provocó una baja drástica en la demanda.

Actualmente la demanda de China por cueros ovinos “está baja” y en Uruguay las empresas que quieren guardar los cueros ovinos a la espera de  mejoras del mercado, acopiarlos les sale más caro, pues gastan casi lo mismo en conservarlos que el valor que pueden recuperar de esa materia prima.

El presidente de Frigorífico “San Jacinto”, Gastón Scayola, reconoció esta semana en el marco del Seminario: “El Negocio Ovino”, organizado por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) que esta problemática continúa siendo “un tema importante para la industria, porque era un recupero que ayudaba al rubro”.

Del mismo modo expresaron a El País otras fuentes de la industria frigorífica. Un empresario del rubro que pidió no ser citado recordó que los cueros ovinos valían entre US$ 12 y US$ 14 por unidad “, pero lo más curioso es que prácticamente todos los días “estábamos recibiendo interesados en quedarse con la producción total de los cueros ovinos que se generaban en planta”. Hoy “pasamos al otro extremo, donde hay cueros que no tienen valor”, explicó.

Actualmente, en el mercado, el cuero pelado carece de valor y de interés por parte de los acopiadores, porque el costo que representa la preparación del cuero, no se paga por la exportación. A su vez, la industria frigorífica no sabe qué hará con los cueros que obtenga de las faenas de lanares, principalmente cuando comience la entrada fuerte de corderos a las plantas de faena.

Esos cueros no se pueden enterrar o tirar en cualquier lugar, sino que esa operación debe ser permitida y supervisada por la Dirección de Medio Ambiente. De todos modos, más allá de las gestiones realizadas hasta el momento, la industria espera encontrar una solución junto a la Dinama.

Más allá de lo engorroso que significa guardar los altos volúmenes de cueros que se generan en un frigorífico, también afecta el bolsillo de las empresas porque no puede recuperar valor con esa mercadería.

Hoy son muy poquitos los acopiadores que siguen guardando cueros ovinos esperando que algún día los mercados tengan una corrección.

Los costos y especialmente, los de los fletes, también están complicando en el segmento del cuero, más cuando no hay compradores para esa mercadería y encima hay que guardarla a esperar la vuelta de la demanda. El futuro es incierto y puede complicar bastante una zafra ovina que por ahora viene pintando bien y frente a mercados de carne ovina que se muestran bastante interesados en subir el volumen importado.

Combustibles, energía, mano de obra y otros componentes de los costos están pegando fuerte porque no evolucionaron igual que el precio de los alimentos.

Guillermo Crampet

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