Publicidad

Envían hoy carne ovina uruguaya con hueso a Nueva York

Cortes tienen por destino circuito Kösher de alto valor.

imagen-11928575.jpg
[[[[[[[; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ;

Pablo Antúnez

Hoy viernes sale el segundo embarque de carne ovina uruguaya con hueso a Estados Unidos, tras la habilitación de ese mercado el pasado mes de septiembre y luego de 17 años de negociaciones sanitarias.

Las primeras 11 toneladas, entre cortes envasados al vacío y carcasas enteras para que los compradores puedan ver la conformación de los animales, ya están en viaje hacia el Puerto de Filadelfia y estarán arribando el próximo jueves 30. El comprador es la principal empresa distribuidora de carne ovina de Estados Unidos y que incluso distribuye carne australiana en ese mercado.

Ambos embarques fueron hechos por Frigorífico “San Jacinto” en base a 1.500 corderos que fueron aportados por el Compartimento Ovino de alta bioseguridad, instalado en el Campo Experimental “Dr. Alberto Gallinal” del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).

En enero de 2018, ingresarán los primeros corderos a un segundo compartimento que estará en Florida, gestionado por el Movimiento de la Juventud Agraria y la Asociación Rural de Reboledo, sobre un campo que es propiedad del Instituto Nacional de Colonización. La meta es valorizar la producción de corderos de pequeños y medianos productores. Ambos compartimentos son auditados por la

Dirección General de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que es la autoridad sanitaria; se rigen estrictamente por el código zoosanitario de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

Este segundo embarque tiene por destino la comunidad israelí en Nueva York, abarca 500 corderos que fueron faenados bajo las normas del rito Kösher. Este negocio abre un camino de valorización adicional para la carne ovina uruguaya con hueso, pero la gran meta de Uruguay es agregarle valor a los animales procedentes del compartimento ovino, certificando algunos atributos especiales que el consumidor está dispuesto a pagar. Lograr esas certificaciones abre la posibilidad de diferenciarse de la carne ovina de Australia y Nueva Zelanda que tienen una larga permanencia en el mercado estadounidense.

Más allá de la habilitación de Estados Unidos queda gran parte del partido por jugarse en las gestiones para abrir la Unión Europea —el partido en el ovino se juega con hueso y especialmente en el mercado europeo—, Canadá, México e Israel, entre otros mercados potenciales para el ovino y para incrementar a futuro la producción de corderos. El rubro ovino busca volver a ponerse de pie y la habilitación de estos mercados de alto valor le devuelven la esperanza al productor.

Guillermo Crampet

Publicidad

Publicidad