Es importante "explotar la trazabilidad individual obligatoria", dijo Fernando Gil, gerente general de INAC.

Autoridades de INAC: Fernando Gil, gerente general; Federico Stanham, presidente; y Jorge Acosta, gerente de Información. Foto: Ariel Colmegna.
Los cortes bovinos uruguayos intentan diferenciarse aún más en China explotando el atributo de la trazabilidad individual obligatoria que tiene todo el rodeo bovino. “A futuro, cuando un consumidor chino vaya a la góndola del supermercado, podrá leer con su celular un código QR y verá un montón de información sobre el producto, porque tiene la trazabilidad de campo que se junta con la trazabilidad industrial generada a través del sistema de cajas negras”, explicó el gerente general del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Fernando Gil.
La certificación será voluntaria y optativa para los exportadores uruguayos que habitualmente comercializan sus productos cárnicos en el mercado chino.
Este avance será posible a través de la instalación de una certificadora china en Uruguay, la que con el apoyo del INAC, buscará facilitar el ingreso de la carne bovina uruguaya a los puertos chinos, pero siempre el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca será el que mantendrá la autonomía en las certificaciones de producto.
El presidente de INAC, Federico Stanham, recordó que a principios de año el ministro Tabaré Aguerre estuvo en China en misión oficial y se generó el interés de la certificadora china basándose en la trazabilidad uruguaya. “Esta certificadora venía a instalarse a Uruguay y el tema era gestionar su instalación de la forma más alineada a los intereses del país. En eso se estuvo trabajando INAC desde mayo, hay un memorándum firmado y lo que tenemos que hacer es implementar la forma en que esta certificadora pueda hacerse de la información sobre la trazabilidad para dar una determinada certificación a los lotes que se vayan a exportar de Uruguay”, explicó el jerarca.
China es el principal importador de alimentos del mundo y tiene sus puertos saturados de contenedores. A medida que el poder adquisitivo de los consumidores va creciendo, el consumo de proteínas animales aumenta. Para evitar esa aglomeración de contenedores en los puertos chinos, el gobierno de ese país “comenzó a instalar estas certificadoras en los puertos de salida en los países que exportan. Con eso lo que hacen es tener una inspección cabal para poder hacer un ingreso más rápido en los puertos de llegada. No es que esa mercadería no tenga ningún tipo de inspección cuando llega a puerto, sino que la inspección es mucho menor porque hay todo un sistema de respaldo donde la mercadería viene con un montón de información que hace que sea mucho más seguro y se pierden menos días en el puerto para entrarla”, explicó Gil.
Como Uruguay es un importante abastecedor de carne por los canales formales, no por el denominado canal gris, el gobierno chino, al mirar a Sudamérica, decidió instalar la certificadora en Uruguay. “Fue el primer país al que le propusieron”, dijo el gerente general del INAC. El acuerdo se hizo en el marco de la misión que tuvo el presidente Tabaré Vázquez en octubre de 2016, con la meta de lograr un mayor enlace comercial entre China y Uruguay.
“Estamos trabajando para que esto sea una oportunidad para nuestra producción y no se transforme en una carga. Buscamos que sea a ultranza respetar toda la soberanía nacional que tenemos con respecto a todos los controles que hacemos que para ellos son un insumo. Lo que puedo adelantar es que en estos meses de trabajo, efectivamente estamos consiguiendo eso, con muchísima buena voluntad de China. Básicamente eso es lo que estamos haciendo hoy, concentrándose en cómo toman información de nuestros sistemas de trazabilidad para que en lugar que sea sólo una caja con carne, vaya también con información con un sistema de trazabilidad que nosotros le imprimimos y que va a tener impacto en la góndola”, explicó Gil.
El jerarca remarcó que “hay avances, pero no llegamos aún a la meta. Creo que es una muy buena oportunidad para Uruguay, que la validación no tiene que ser del INAC al final del camino, sino de los propios exportadores y por eso estamos siendo muy celosos en que se respete todo lo que tiene que ver con la soberanía de nuestras competencias como Estado y que sea absolutamente voluntario para los exportadores uruguayos. Eso hoy se está obteniendo y garantizando”, afirmó Gil.