Luis Lacalle Pou será el candidato del Partido Nacional y llevará en la fórmula a Beatriz Argimón como vicepresidente. Aseguró que " la “trilogía letal” creada por la propia política económica que impulso el Ministro Astori, junto con el partido de gobierno, se verá contrarrestada con la disminución del Déficit Fiscal y las propuestas que realizamos para mejorar la competitividad, básicamente: relaciones laborales, infraestructura, energía, combustibles, inserción internacional y burocracia estatal".
Pablo D. Mestre, [email protected]
1) ¿Qué papel va a jugar el sector agropecuario en el próximo periodo? ¿Cuáles son las políticas sectoriales que piensa impulsar?
El aparato productivo Uruguayo está en crisis. Algunas características de esta crisis son el atraso cambiario, alto endeudamiento, incremento de la morosidad en los bancos, altos costos productivos, altas tarifas públicas, baja calidad de la inserción internacional que arroja un alto pago de aranceles, las condiciones de inseguridad que limitan el desarrollo de algunos rubros como por ejemplo el ovino, etc. Este deterioro de los factores competitivos, que el actual poder ejecutivo no ha sabido resolver, ha llevado a la pérdida de productores y a que muchos rubros se vean muy comprometidos a nivel país, como es el arroz y la lechería.
A pesar de estas condiciones hostiles para la producción, tenemos un sector agropecuario que será un dinamizador de la economía del país en los próximos años, si se realizan algunos cambios.
Algunas de las políticas sectoriales para el sector agropecuario en un gobierno del Partido Nacional las podemos resumir en los siguientes puntos:
El Partido Nacional ha propuesto una serie de medidas que permiten generar ahorros. Parte de estos ahorros van a permitir lograr alivios a las condiciones productivas del Uruguay como es la reducción de algunos costos relevantes para el sector como lo son los costos energéticos.
La mejora de la competitividad pasa también por una agresiva inserción internacional. El mundo está demandando lo alimentos que el Uruguay produce y son valoradas la condiciones naturales bajo las cuales el Uruguay desarrolla sus sistemas productivos. Hoy el Uruguay deja en las aduanas del mundo 270 millones de dólares por concepto de aranceles.
El rol de la investigación e innovación es clave para generar saltos en productividad. El sector agropecuario requiere de la generación de certezas tecnológicas para los desafíos de los sistemas productivos de hoy y también requiere el desarrollo de soluciones a problemas que son incipientes.
El país rural ha asistido a un crecimiento sin precedentes de la inseguridad. En el caso particular del sector ovino, el abigeato ha sido identificado como una de las principales limitantes de su desarrollo. Para esto es necesario dar máxima jerarquía al tema seguridad rural, abordándolo como un tema al que se debe responder con estrategias de alcance nacional. Se creará una unidad especializada en la prevención y control del delito en el medio rural es muy importante dada las particularidades del sector.
Estamos frente a uno de los sectores más relevantes de la economía del país y por eso la agenda de problemas y de oportunidades que tenga el sector Agropecuario será parte de la agenda política prioritaria del país.
2) ¿Es posible superar un déficit fiscal de más del 4% sin la necesidad de aumentar impuestos? ¿Asume el compromiso de no subir la carga tributaria al agro?
Nosotros entendemos que gran parte del problema se encuentra en la Política Fiscal llevada adelante por las administraciones del Frente Amplio. Este elevado déficit fiscal, última cifra de 4,6% del PIB, no se ha originado porque la recaudación haya bajado sino porque el gasto ha aumentado cuantitativamente más de lo que aumentaron los impuestos y las tarifas.
Por lo tanto, uno de nuestros principales objetivos es bajar el déficit fiscal. Las alternativas posibles para lograrlo son: aumento de impuestos o disminución de gastos. Hemos optado por el camino de la reducción de gastos, porque el otro camino ya fue recorrido por las administraciones del Frente Amplio, con resultados negativos. Por lo tanto optamos por mejorar la eficiencia del propio Estado, es necesario un manejo responsable de las finanzas públicas, que no traslade sus ineficiencias a los emprendimientos del sector privado. Este es el principal desafío, en eso hemos sido contundentes con la respuesta de buscar ahorros desde el primer día, para mejorar las finanzas públicas.
Nuestros técnicos han encontrado la oportunidad de ahorrar 900 millones de dólares a través de un gasto más eficiente. Se han basado en las cifras de la Rendición de Cuentas del año 2017, los balances de las EEPP, los informes de la Auditoría Interna de la Nación, el diálogo con actores partícipes de la gestión estatal o que son afectados por esa gestión y en informes internacionales como el estudio del BID de setiembre de 2018, “Mejor Gasto para Mejores Vidas”. También se proponen algunos cambios institucionales -que no implican nuevos costos- para apoyar una gestión más eficiente del Estado y de las empresas privadas: Creación de la Agencia de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas que dependerá de la Presidencia de la República; una Unidad Centralizada de Compras; cambios en la Reorganización funcional (esto refiere a la Desburocratización y la supresión de trámites innecesarios) y una regla fiscal que tendrá como objetivos poner límites al gasto desenfrenado del gobierno.
Por lo tanto estamos convencidos que se puede reducir el Déficit Fiscal sin aumentar impuestos a ninguno de los sectores de la economía del país y devolverle competitividad a todo el sistema productivo. El Sector agropecuario está incluido y es nuestro compromiso que su carga tributaria no se incremente.
3) El Ministro Astori definió como “trilogía letal” a la sumatoria de: endeudamiento, déficit fiscal y atraso cambiario. ¿Cómo se evita esto?
La realidad de la economía uruguaya al día de hoy es la siguiente: destrucción de puestos trabajo, cuatro años consecutivos de caída de la inversión que medida en términos del producto se encuentra entre las más bajas en los últimos 15 años y un serio problema de competitividad que afecta transversalmente a todos los sectores.
Nuestro diagnóstico es que la responsabilidad de esta falta de competitividad cae en buena medida en la irresponsable política fiscal de las administraciones del Frente Amplio. Este elevado déficit fiscal de los últimos años, tiene como contraparte un crecimiento de la deuda pública (Deuda Bruta para el Primer Trimestre del 2019: 66,8% del PIB, 39.140 millones de US$) y está detrás del atraso cambiario que vive hoy el país.
Así que la “trilogía letal” creada por la propia política económica que impulsó el Ministro Astori, junto con el partido de gobierno, se verá contrarrestada con la disminución del Déficit Fiscal y las propuestas que realizamos para mejorar la competitividad, básicamente: relaciones laborales, infraestructura, energía, combustibles, inserción internacional y burocracia estatal.
4) ¿Frente a lo que es el cambio de la matriz energética en Uruguay hay espacio para una reducción del precio de la energía eléctrica?
Uruguay ha procesado varios cambios en la matriz energética que permiten tener hoy una mayor diversidad de fuentes, y con un porcentaje importante en renovables.
Sin embargo, nada de esto ha llegado al consumidor. En tarifas industriales no estamos tan lejos de los precios de la región, pero las tarifas residenciales son notoriamente superiores a los de nuestros vecinos. Y mientras esto sucede, UTE ha hecho transferencias cada vez mayores a rentas generales, superando en el último año los US$ 300 millones, dejando claro que más que tarifas por servicios son impuestos encubiertos.
Por todo esto es que es indudable que hay espacio para la reducción del precio de la energía eléctrica y así lo haremos en la medida que se vayan equilibrando los recursos disponibles.
5) ¿En su programa de gobierno se prevé una baja del costo de los combustibles? ¿Cree que importar, como lo plantean algunas gremiales, sería la solución?
Nosotros tenemos el objetivo de ofrecer a todo el sector productivo y a los consumidores finales combustibles a precios menores que los actuales y en línea con los de la región.
Para esto haremos un esfuerzo desde el inicio del gobierno buscando corregir las principales ineficiencias del negocio y trasladando eso inmediatamente a precios.
A su vez tomaremos medidas que impacten en el mediano y largo plazo, entre lo que proponemos está la liberación de la importación de combustible. Esta medida aislada no tiene un efecto inmediato, pero sí lo tendrá en el mediano y largo plazo, aumentando la competencia y obligando a ANCAP a realizar los ajustes necesarios si quiere ser competitivo.
6) ¿Cuál es su postura sobre la exportación de ganado en pie?
Defendemos el libre mercado. La exportación en pie ha permitido dinamizar un eslabón de la cadena como es la CRÍA, que históricamente ha sido de los más débiles. La exportación en pie hace que hoy tengamos un pico de vacas de cría en casi 4.3 Millones de cabezas y la faena no se haya resentido más allá que en este 2019 estemos asistiendo a un escenario coyuntural más restrictivo de oferta de ganado para invernar.
La exportación en pie ha tenido un impacto social muy grande en la ganadería uruguaya que ha permitido valorizar el ternero y este mayor valor beneficia a los productores criadores que son la inmensa mayoría de los productores uruguayos, los cuales tiene una escala mediana a chica.
7) ¿Qué posición tiene sobre los tratados internacionales de comercio que permiten abatir los aranceles que se pagan actualmente?
La respuesta debe encuadrarse dentro de un tema más amplio que refieren a la inserción comercial internacional del país, la cual está condicionada por factores endógenos como son los costos de producción (costos energéticos, impositivos etc.), así como también por las estrategias de acceso a mercados impulsadas por el gobierno. Hoy, los costos de los productos exportables uruguayos al mundo, se ven incrementados en unos 270 millones de dólares anuales fruto de los aranceles pagos.
Es en este sentido que la búsqueda de acuerdos preferencias que permitan a nuestras exportaciones ingresar en mejores condiciones a esos mercados resulta prioritario, por lo que se deben apoyar e impulsar aquellas negociaciones tanto en los ámbitos multilaterales (OMC) como a nivel del Mercosur (Acuerdo Mercosur/Unión Europea), o bilateral logrando una flexibilidad del bloque que permita ir en busca de un abatimiento de aranceles.
De todas formas no debemos limitar la visión de inserción comercial solamente a una cuestión arancelaria. Para que nuestro comercio se incremente también se necesita mejorar rápidamente las condiciones de competitividad.
Una baja o eliminación de aranceles mejorará nuestro acceso a esos mercados, pero no será suficiente si no somos competitivos. La competitividad excede la cuestión arancelaria y para ello se necesitará impulsar políticas que nos permitan acceder en mejores condiciones.