Los graves problemas sanitarios que vive la humanidad y que traerán consecuencias económicas a nivel global, en Uruguay tendrán al agro como herramienta de salida.
Pablo D. Mestre
El Uruguay se salva con el agro o con él perece.
La icónica frase del Ing. Luis Artagaveytia en el marco de su discurso en una Expo Prado, que fuera acuñada durante años por diario El País como slogan, se ajusta perfectamente a esta situación que está viviendo el país en el marco de la crisis global.
Son tiempos difíciles y lo que viene no parece ser muy alentador para la economía, o por lo menos para cumplir con lo que estaba planificado en este año 2020.
Pero, afortunadamente siempre hay un pero, existen factores que hacen que se pueda ser moderadamente optimista en cuanto a una salida lo mejor posible para todos.
Esta, una vez más, será de la mano de la agropecuaria. Porque, repasando los números, éstos son elocuentes en cuanto a la importancia que tiene el sector en la economía.
Las cifras. El resumen ejecutivo de comercio exterior, elaborado por Uruguay XXI el año pasado, refleja con claridad este concepto.
En 2019, las exportaciones uruguayas de bienes, incluyendo las realizadas desde zonas francas, registraron un aumento de 0,7%, totalizando US$ 9.146 millones, en un año marcado por tensiones comerciales entre los principales mercados, y una relativa desaceleración de la economía mundial.
El crecimiento en las exportaciones de soja -basadas en el volumen-, y el de la carne bovina -explicadas por el factor precio- impulsaron las ventas externas en 2019 y lograron compensar la caída en las exportaciones de ganado en pie y productos forestales (celulosa y madera), que fueron los productos con incidencia negativa en 2019.
Se reflejó que nuevamente China fue el principal socio comercial en 2019, representando el 31% de las exportaciones con montos exportados de US$ 2.872 millones y con un significativo crecimiento con respecto a 2018. Le siguieron como destinos Unión Europea (17%), Brasil (13%), Estados Unidos (7%), Argentina (4%) y México (3%).
El resumen elaborado por Uruguay XXI reflejó que la carne bovina recuperó el primer lugar como producto de exportación en 2019, luego de ser superada por la celulosa en 2018. El precio promedio de exportación de carne uruguaya aumentó 10%. Y respecto a la demanda, el mercado chino ocupó más del 60% del total, mientras que el europeo tuvo una participación de 16%.
Diario del lunes. Independientemente de la contundencia de los números vale la pena analizar ciertos aspectos que parecen básicos a esta altura.
Esta pandemia comenzó nada más ni nada menos que en nuestro principal mercado. No solo de Uruguay, en el principal mercado del mundo. Cuando en enero escuchábamos de una epidemia causada por un virus en una región de China, todos pensamos que estaba lejos. Que no era para preocuparse.
Pero si de algo debemos estar seguros es que en estos tiempos, nada está lejos.
Eso no lo leyeron así en Europa y el Covid-19 está causando estragos impensados no sólo en algo esencial como salud, sino también con el rebote inmediato en la economía de los países del “primer mundo”.
Uruguay tiene la “ventaja” de enfrentar esta pandemia tras haber “balconeado” ese estrago que está causando en Europa, lo que posibilitó que nuestro recién asumido gobierno actuara con cartas a la vista y esté tomando, una a una, las mejores medidas para afrontar desde todo punto de vista esta crisis.
O sea, esta vez tuvimos la posibilidad de actuar mirando el diario del lunes.
En lo económico, un factor que permite ser optimista es que, mirando la tan mentada curva de crecimiento del contagio del virus en nuestro país, cuando llegue al epicentro de casos, que lamentablemente llegará, y por tanto las impostergables medidas para paliarlo causarán la lógica recesión económica, nuestros clientes seguramente estarán ya, si Dios quiere, remontando su recuperación en ambos sentidos.
Señal de esto se dio en estas horas con las compras de carne desde China, o con la reapertura después de dos meses de la Gran Muralla al público. En lo económico, los estímulos económicos con un recorte en la tasa de interés diferencial, o el acuerdo en EEUU de un histórico paquete de estímulo por más de US$ 2 trillones. Y también es de esperar que se vaya recuperando Europa. Con esto, nuestro proceso de recesión debería ser más corto y por tanto menos dañino de lo que se piensa.
Además, también hay que considerar que esta crisis económica es, a diferencia de otras, a nivel mundial y por tanto también las soluciones debieran ser globales.
La piola que cincha. Entonces, sea cual fuera la salida, que vendrá no tengan dudas, en Uruguay estará una vez más liderada por el sector agropecuario. Ese sector que no para, que no puede dejar de faenar, de ordeñar todos los días, de sembrar y cosechar, el mismo que alimenta a todos, de acá y de allá y por tanto lidera la generación de divisas.
Por eso, es bueno que las autoridades del gobierno, que han actuado en forma inobjetable hasta ahora, al momento de las resoluciones y de los estímulos no dejen de lado a la agropecuaria nacional.
Porque, una vez más, el Uruguay se salva con el agro o con él perece. ´
Así hay que tomar este momento de dificultades. Y siempre pensar que “para adelante quedan las casas…”.