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Un año cambiante con un final que genera optimismo

El sector cierra un año 2023 donde el viento estuvo de frente, en el final se observa un cambio significativo en el aspecto climático, ojalá que los mercados internacionales acompañen con buenos precios y demanda por el bien de todos.

Martín Olaverry

Cerramos el año luego de enfrentar momentos complejos como fue la sequía más importante que le tocó vivir al país dejado una marcada huella en la producción. La sequía, ha impactado de manera contundente, generando pérdidas que se aproximan a los 2.000 millones de dólares.

El primer semestre estuvo marcado por la combinación de la sequía, una corrección en los precios internacionales y las adquisiciones de China, que, aunque voluminosas, se realizaron a menor precio. Estos factores afectaron los ingresos del sector, creando un escenario complicado.

Sin embargo, en el segundo semestre, la situación comenzó a cambiar con la llegada de precipitaciones que marcaron el inicio de la recuperación. La primavera se consolidó en todo el territorio, brindando una buena disponibilidad de pasto y agua, aunque las lluvias excesivas generaron complicaciones en algunas tareas.

En cuanto a los números, el ejercicio agrícola 2022-2023 reflejó ingresos desafiantes. Las empresas ganaderas tuvieron un ingreso de capital de 77 dólares por hectárea. Por otro lado, las agrícolas ganaderas experimentaron un golpe significativo con una cosecha de soja prácticamente perdida, reflejando un ingreso por hectárea de apenas 12 dólares.

La agricultura cierra una campaña de invierno con buenos rendimientos, algunos problemas de calidad de grano, pero en general el balance del resultado es positivo y permite encarar la zafra de verano con buenas perspectivas. La soja 2024 se ubica en el eje de los US$ 450. Es extremadamente necesario para el agricultor obtener un buen resultado para cubrir parte de las pérdidas que origino la sequía.

El sector agropecuario y exportador ha seguido con preocupación la cotización del peso frente al dólar, si bien se tomaron algunas medidas vinculadas a la tasa de interés el dólar cierra el año por debajo de los $ 40.

En materia de inserción internacional, desde el Ejecutivo se insistió en la posibilidad de flexibilizar el Mercosur y avanzar en acuerdos comerciales que no se lograron hacer efectivos. De todos modos, la reciente visita del presidente Lacalle Pou logró algunos resultados positivos: bajar de 90 a 46 días el tiempo de espera para la faena además la habilitación para exportar algunas menudencias (mondongo y librillo).

En la industria frigorífica también se vivieron cambios en 2023. La Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia autorizó la venta del frigorífico BPU de capitales japoneses al Grupo Minerva Foods. Asimismo, se espera la definición sobre la venta del Frigorífico San Jacinto, propiedad del grupo argentino Pérez Companc, a Frigorífico Pando, empresa de capitales uruguayos propiedad de la familia Urgal.

Un hecho destacado del año, es la venta de activos de Marfrig a Minerva, incluyendo 16 plantas frigoríficas en toda la región, tres de ellas en Uruguay. Este proceso está bajo estudio de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia, generando mayoritariamente voces contrarias en el sector productivo ante la posibilidad de que Minerva controle aproximadamente el 45% de la faena. Este tema seguramente se resuelva en el primer semestre de 2024.

El cierre del año también presenta un repunte en los precios para la ganadería, con el novillo en torno a US$ 3,20 y la vaca en el eje de US$ 2,90. La faena de vacunos superó las 50.000 cabezas en las últimas 10 semanas, cerrando el segundo semestre con un total de 2.300.000 cabezas. Cerró con un descenso del 5% respecto al año anterior, y el ingreso promedio de la tonelada de carne vacuna se ubicó en 4.217 dólares, disminuyendo un 15% en comparación con el mismo período del año pasado.

Un dato relevante dentro de la composición de la faena es la participación del corral, 1 de cada 3 novillos faenados se terminaron en confinamientos. En el cierre del año se observa a una industria más interesada en ofrecer un precio base para los corrales que se ubica en el eje de US$ 3.60.

Durante este 2023 hay que destacar el papel que jugó la exportación de ganado en pie, marcó un piso de precio para el ternero y opero en el primer semestre del año con nuevas categorías como el novillo de 400 kilos. El año cerrará con una venta total de unos 300 mil animales. Turquía sigue siendo el principal mercado, pero también se sumaron nuevos destinos como fue el caso de Marruecos.

El ovino cierra un año muy complicado especialmente para la lana media y gruesa, la carne ovina bajo un 23% en promedio frente a 2022 ubicándose en U$S 3817 por tonelada. Para la lana el gobierno busca un acuerdo puntual con China para lograr colocar un volumen importante de lanas medias. El stock podría seguir bajando viendo la evolución de la faena que crece al cierre del año un 8% ubicándose en 1 millón 300 mil cabezas, se observa un incremento de las ovejas que crecen un 19% frente a 2022 y superan las 400 mil cabezas.

Como decíamos en el comienzo, el sector cierra un año donde el viento estuvo de frente, en el final se observa un cambio significativo en el aspecto climático, ojalá que los mercados internacionales acompañen con buenos precios y demanda. Les deseamos un excelente 2024 con salud y trabajo.

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