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¿No hay dos sin tres?

Ing. Agr. Rafael Tardáguila | rafael@tardaguila.com.uy

Uruguay parece encaminado a lograr una producción del orden de los 3 millones de terneros tres años seguidos. Aunque esto recién podrá ser confirmado dentro de cerca de dos años, los ciclos largos de la ganadería permiten ir “orejeando” con bastante anticipación cómo se vienen dando las cosas. Y si de truco se tratara, la boca es una pieza y las otras dos cartas son del mismo palo.

Anteriormente, la experiencia decía que a un año de relativamente altas tasas de preñez le seguía uno de bajas, porque a las vacas les costaba ciclar y criar el ternero a la misma vez. Eso ha quedado atrás en los últimos años y las condiciones vienen dadas como para que se registren tres años consecutivos con una producción de terneros por encima o, al menos, muy cercana a los 3 millones.

La generación 2024, los terneros contados a mediados de este año ya confirmaron que superaron los 3 millones; los que nacieron en esta primavera, de acuerdo con los resultados del Taller de Preñez de INIA y a la cantidad de vacas en el rodeo de cría, deberían ser un número similar. Considerando la condición corporal de las vacas, los nacidos el año que viene podrían ser, por tercer año consecutivo, un número muy cercano a los 3 millones.

La encuesta del Plan Agropecuario RING (Red de Información Nacional Ganadera) sobre el estado corporal del rodeo de cría en el período de setiembre a octubre da cuenta de 59% de los rodeos con condición corporal 4 o superior y solo 3% menor a 3,5. A la misma altura del año pasado 57% de los productores respondieron que las vacas tenían una condición corporal de 4 o más. El año pasado era la mejor condición corporal desde que comenzó la encuesta, en aquel entonces cinco años antes, y este año se supera incluso ese registro de 2024. Por lo que, en el arranque del entore, las condiciones lucen muy favorables como para que se preñe una proporción relativamente alta de las vacas de cría, incluso las que están con ternero al pie.

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La buena condición del rodeo de cría este año se sustenta en excelentes condiciones forrajeras promediando la primavera, con 68% de los productores consultados que respondieron que la altura del campo natural es de 5 cm o más y solo 2% dijo que mide menos de 3 cm. A su vez, 87% de las respuestas señalaron que la calidad de la pastura es buena o muy buena.

Es factible que las vacas que se están entorando este año sean una cantidad mínimamente inferior a la del pasado, dado que se envió una mayor cantidad de vacas y vaquillonas a faena, aprovechando los altos precios. Pero también hay que considerar que hay una mayor cantidad de vaquilloncitas en las nuevas generaciones y que está creciendo el número de productores que sirven las vaquillonas a menos edad, por lo que potencialmente hay una mayor cantidad de hembras que entran al rodeo de cría. Por lo tanto, con toda seguridad el número se ubicará cercano a los 4,3 millones (este año fueron 4,34 millones). Con una tasa de destete que se puede proyectar en 70% (sería el tercer año consecutivo que este número tiene un 7 en la decena), los terneros a nacer el año que viene y que serán contados a mediados de 2027 serán, por tercer año consecutivo, alrededor de 3 millones.

El total de vacunos en el país se ha mantenido relativamente estable en la última década, entre un piso de 11,3 millones y un máximo cercano a 12 millones. Sin embargo, la composición ha sufrido cambios significativos con un crecimiento relativo del rodeo de cría (la máquina de producción) y un descenso de las demás categorías. La suma de vacas más terneros a mediados de este año era 64% del rodeo total; a principios de siglo eran 10 puntos porcentuales menos. Esto se da como consecuencia de una aceleración de las recrías y de la terminación, en buena medida por el crecimiento en la cantidad de animales terminados a grano, con los corrales demandando animales jóvenes pero formados, cercanos a los 400 kilos, lo que hace necesaria una inversión creciente en la recría para llegar en tiempo y forma con lo que demanda el mercado y que este año -altos precios del gordo y bajos de los granos forrajeros mediante- ha pagado precios más que atractivos, de más de US$ 3 el kilo. Y también por el piso que le da al precio de los terneros la exportación en pie, que permite a los criadores invertir con relativa seguridad para intentar destetar más terneros.

Pocos años atrás llegar a los 3 millones de terneros era una aspiración lejana. Este siglo comenzó con una producción anual de poco más de 2 millones. En un cuarto de siglo, gracias al crecimiento del rodeo de cría y a una mejora de la tasa de destete, la cantidad aumentó casi 50%. Y mantendrá la tendencia en la medida que la ganadería siga arrojando buenos resultados y mantenga la senda para transformarse en desarrollada, con un descenso de las categorías improductivas (novillos añosos, vaquillonas de más de 2 años) y con un crecimiento relativo del rodeo de cría respecto a la cantidad total de vacunos.

Las cosas están dadas para que estas condiciones se mantengan. La aspiración, mirando hacia adelante, será tomar los actuales 3 millones como piso y mantener la senda de crecimiento para que, dentro de no tantos años -aunque los avances en la ganadería se toman su tiempo, ya que la biología manda- se esté más cerca de los 3,5 que de los 3 millones. No es algo tan lejano, solo tiene que seguir mejorando la tasa de destete y creciendo la proporción de las vacas de cría. Con una tasa 4-5 puntos porcentuales superior y 300-400 mil vacas de cría más, ya se estará en 3,5 millones.

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