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Niños traviesos en un sube y baja pintado de color esperanza...

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Cambiante y desafiante fue el 2023 en materia agropecuaria. Un año donde la “Niña” mostró toda su rudeza a través de una de las mayores secas que se recuerden, con las devastadoras consecuencias económicas, y luego el “Niño”, que no le fue en zaga, castigando a través de las abundantes lluvias nuevamente al sector y a la población toda. Pese a esas “travesuras” de niños en el sube y baja de realidades, como siempre, el sector agropecuario resistió, pateando terrones y capeando el temporal…

La seca provocó cuantiosas pérdidas al país, el gobierno tomó medidas, asistió a los afectados, pero las consecuencias quedaron, en todos los sectores agro exportadores.

En agricultura, cayó abruptamente el volumen exportado, en torno a un 70% para las oleaginosas y sólo se salva el arroz que aumentó sus ventas al exterior. También bajaron los porcentajes de ventas de carne vacuna, así como su cotización, mientras los lácteos se mantuvieron en volumen, pero bajaron los precios. El creciente sector forestal mostró cifras positivas en la exportación de celulosa, a influjo de nuevas inversiones en el país.

Promediando el año, cuando la “Niña”, le pasó la posta al “Niño”, más allá de los desastres generados por excesos de agua, especialmente en el norte, la situación cambió.

Transcurriendo la primera primavera con lluvias, luego de tres años, los ganados comenzaron su recuperación, los pastos le cambiaron el color a los campos y con ello, el ánimo de los productores fue otro y comenzó la suba de valores. En la agricultura, rubro que tiene la revancha en seguida, los cultivos de invierno trajeron otros números y también se revirtió el sentimiento del sector acostumbrado a dar estas batallas.

Sobre fines de la primavera, la visita del presidente Lacalle Pou a China, junto con varios de sus ministros y unos 40 empresarios, generó muchas expectativas para el futuro del imprescindible relacionamiento con nuestro principal mercado. Las afirmaciones del presidente Xi Jinping sobre su voluntad de “acelerar” el proceso que derive en el tan ansiado TLC, más otros acuerdos concretos firmados, para distintos rubros, también fueron buenas noticias hacia el ánimo de la agropecuaria.

Esto, sirvió para que el gobierno ganara algunos puntos en la confianza del sector, deteriorada por el tipo de cambio y la falta de respuestas a algunos temas que los productores vienen reclamando desde que asumió la actual administración. El avance en la concreción de estos temas, sumado a la innegable inversión en infraestructura que se aprecia en todos los rincones del país, son pilares en los que el Poder Ejecutivo afrontará un año crucial en materia política.

Un año, en el cual, sin dudas, la dilucidación de la venta de activos de tres plantas de Marfrig a Minerva en el país, marcará la agenda del agro. El sector ganadero está convencido, y lo han hecho saber públicamente los productores, dirigentes gremiales y consignatarios de ganado, que la concentración de plantas no es buena cosa para su negocio. Por lo cual se espera que, en los primeros meses del año, previo a la resolución de la Comisión de la Competencia, haya cada vez más manifestaciones al respecto.

Ese tema será uno de los que marcará la agenda del agro en un año que tendrá elecciones internas en los Partidos Políticos, elecciones Nacionales y eventualmente un balotaje para elegir al próximo gobierno. Éste, como tantos otros, reflejará esa cada vez más grande “grieta” (palabra impuesta en Argentina, pero que lamentablemente cada vez se aplica más acá en Uruguay), que separa en dos puntos de vista prácticamente a todos los temas.

... Se salva con el agro...

Independientemente de ello, al finalizar este 2023, a la hora de hacer el balance del sube y baja en el que estuvo la agropecuaria, permítanme reflotar una frase que utilicé hace un par de años en cuanto a que: “el agro tiene quién le escriba”. Es que, los números de este suplemento hablan de la importancia que El País le sigue dando al sector: fueron más de 1.000 páginas de Rurales en el año (1.044 para ser precisos), a través de 52 Suplementos (tres de ellos dobles), con 732 páginas total, a un promedio de más de 14 páginas por domingo, y 312 páginas de lunes a sábado. Exclusivamente con temas de agro. Realizado por un staff de 20 personas: 6 periodistas, 10 columnistas, 2 en Redes Sociales y 2 en RuralesTV.

Porque estamos convencidos de la vieja frase que nos identificó por mucho tiempo: “… El País se salva con el agro…”, seguiremos en el 2024 por ese trillo, reflejando todo lo que pase en el sector más influyente de la economía nacional. Es que, pese a las “travesuras” de los niños en el sube y baja, el agro cree saber que se puede, querer que se pueda… para mirar al futuro, más que nunca, pintado de color esperanza…

Feliz año para todos.

Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.
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