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El susto del año y las nuevas barreras...

Pablo Antúnez

Periodista Rurales El País

imagen-pnz9177.jpgChina es un gigante dormido. Dejadlo dormir, porque cuando despierte, el mundo se sacudirá”. Esta frase fue pronunciada en 1816 por Napoleón Bonaparte, general francés considerado uno de los mayores genios militares de la historia. Dejando el plano bélico de lado y pensando en la necesidad de contar con más alimentos, lo cierto es que China compra cada vez más carne y otros rubros agropecuarios. Hace rato que su demanda despertó y parece insaciable. Con un sector agropecuario y agroindustrial que es la base de las exportaciones y que en plena pandemia de Covid-19 empujó la economía, Uruguay pasó a ser chino dependiente y eso, en algún momento, se puede pagar caro. También es cierto que esa dependencia es inevitable y hay que aprovechar las oportunidades comerciales. Más de la mitad de las exportaciones de carne bovina y prácticamente las menudencias de todas las especies, se exportan hacia el gigante asiático y en abril, la cadena cárnica se llevó el susto del año.Debido a “fallas” internas y algunos problemas de comunicación a nivel del MGAP, China hizo temblar a la industria cárnica. El problema se focalizó en el etiquetado de un contenedor exportado por BPU Meat, generándose por circunstancias ajenas a la empresa y costó la cabeza dos jerarcas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. La planta cárnica afectada, perdió miles de dólares por haber quedado fuera del principal mercado y muchos obreros vieron peligrar su fuente de ingresos. Recién recobró la habilitación el mes pasado. ¿Qué nos enseñó ese episodio?... Primero: los mercados son los que mandan y hay que cumplir con sus exigencias a rajatabla si se quiere venderles. Gracias a la seriedad de la industria frigorífica y de las certificaciones país, China reconoció el esfuerzo de Uruguay y miró hacia adelante. En una palabra, confía en Uruguay y eso vale mucho, pero todavía más en la cultura asiática. La comunicación en la cadena cárnica debe ser fluida y cuando se trata de normativas de mercados, debe serlo mucho más. Uruguay no puede darse el lujo de perder ningún mercado, precisa de todos para generar más divisas y para mantener las fuentes de empleo, que en la cadena cárnica es mano de obra especializada y valiosa. Alertas. A su vez, como sucedió en su momento con la fiebre aftosa, en lo comercial, desde algunos mercados, surgieron este año nuevas señales de barreras no arancelarias. La Unión Europea viene presionando a Uruguay para que prohíba el uso de las sales de Estradiol en sus programas reproductivos, por más que no exista información científica que demuestre que es nociva para el consumidor de la carne procedente de animales que alguna vez en su vida recibieron sales de Estradiol. El miedo de la Unión Europea es que se usen esos estrógenos como promotores de crecimiento. A esta exigencia, que los productores consideran arbitraria y que de aplicarse afectará el comercio de ganado y la producción de terneros, se suma la ampliación del tiempo de espera antes de que un bovino tratado con Fipronil (garrapaticida) sea enviado a faena. Prácticamente duplicar el tiempo de espera, como proponen las autoridades de la UE, hace inviable el uso del principio activo, dejando de lado una herramienta que funciona bien contra la garrapata. ¿Cómo defenderse cuando las respuestas que otorga la ciencia no alcanzan? ¿Qué tanto se puede hacer para frenar las imposiciones de algunos mercados que complican el comercio?

Licenciada en Comunicación por la Universidad ORT (2017) y máster en Dirección de Comunicación Corporativa (2024). Desde agosto de 2020 forma parte del equipo de Rurales El País. Actualmente colabora con la revista de la Asociación Rural y produce el programa #HablemosdeAgro, que se emite los domingos por Canal 10. Además, acompaña a empresas del sector agropecuario en el diseño y la implementación de sus estrategias de comunicación. Anteriormente trabajó como periodista agropecuaria en El Observador y fue productora del programa radial Valor Agregado, en radio Carve.

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