En agosto todos creían que los precios podrían bajar 50 dólares más y en septiembre todo cambió. ¿Es una oportunidad? Mercado de la Soja. La soja ha sido uno de los protagonistas del mercado agrícola en Chicago en lo que va de septiembre, acumulando una notable tendencia alcista a lo largo de las últimas semanas. Los contratos de noviembre y enero han subido un 4,27% y un 4,11%, respectivamente, lo que refleja un renovado optimismo entre los operadores y una demanda sostenida a nivel internacional. Este crecimiento se ha visto impulsado por una combinación de factores tanto macroeconómicos como específicos del mercado agrícola.
En primer lugar, el principal motor de la demanda de soja ha sido China, el mayor importador de soja del mundo, que registró un récord de importaciones durante agosto. Este auge en las compras chinas se debe, en parte, a la recuperación de su industria porcina, que había sido devastada por la peste porcina africana. La demanda de alimentos para animales se ha disparado en el país asiático, lo que ha generado una mayor necesidad de soja para la producción de harina de soja, el principal ingrediente en la alimentación animal.
Además, el informe semanal del USDA sobre las ventas de soja estadounidense ha superado las expectativas del mercado, lo que demuestra que la demanda global de este producto sigue siendo sólida. Las cifras de exportación de EE.UU. han sido clave para mantener los precios elevados, y los fondos de inversión han continuado respaldando esta tendencia alcista.
Otro factor relevante ha sido la revisión al alza en las proyecciones de exportación por parte del USDA. En su último informe, el organismo recortó las existencias finales de soja en EE.UU. a 6 millones de toneladas, una señal de que la oferta podría ser más ajustada de lo previsto inicialmente. Este ajuste, sumado a una reducción en la proyección de cosecha de soja debido a las condiciones climáticas adversas en algunos estados productores, ha reforzado las expectativas de una menor oferta disponible en el mercado global.
No obstante, a pesar de estos factores alcistas, existen elementos que han limitado el crecimiento de los precios de la soja. En particular, la caída de los precios del aceite de palma en Malasia, uno de los principales competidores del aceite de soja, ha ejercido una presión bajista sobre los precios del aceite de soja en Chicago. Esto se debe a que ambos productos son sustitutos en el mercado global de aceites vegetales, y cuando uno baja de precio, el otro tiende a seguir su tendencia.
Además, el buen estado de los cultivos de soja en EE.UU. también ha contribuido a frenar el aumento de los precios. Según el último informe del USDA, el 65% de los cultivos de soja en EE.UU. se encuentran en condiciones “buenas” o “excelentes”, lo que sugiere que la cosecha de este año será abundante. El progreso de la cosecha, que ya cubre el 6% del área destinada a la soja, y la posibilidad de una mayor oferta en el corto plazo han moderado el impacto alcista.
Mercado del Maíz
El maíz ha seguido una trayectoria alcista similar a la de la soja en el mercado de Chicago, aunque con un impulso más moderado. Los contratos de diciembre y marzo han registrado subidas del 1,73% y del 1,53%, respectivamente, en las últimas semanas. Este aumento en los precios del maíz ha sido impulsado por varios factores climáticos, de demanda y de reducción de posiciones cortas por parte de los fondos de inversión.
Uno de los principales factores que ha influido en el mercado del maíz ha sido el clima en Estados Unidos. Las lluvias y los vientos asociados al huracán Francine han retrasado el progreso de la cosecha, lo que ha aumentado la humedad en los granos de maíz y ha generado una prima de riesgo climático en el mercado. Este factor ha generado incertidumbre entre los productores y ha contribuido al aumento de los precios, ya que los operadores temen una posible reducción en la calidad del maíz cosechado.
Por otro lado, la mayor demanda de maíz por parte de México ha sido otro factor alcista. México, uno de los principales importadores de maíz estadounidense, ha incrementado sus previsiones de importación debido a las condiciones de sequía que han afectado a su producción interna de maíz. Esto ha generado una mayor demanda de exportaciones estadounidenses, lo que ha beneficiado a los agricultores de EE.UU.
Además, la Unión Europea redujo sus estimaciones sobre la cosecha de maíz en la, lo que ha aumentado las expectativas de una mayor demanda de importaciones por parte del bloque europeo. La sequía ha afectado a varias zonas productoras clave en Europa, como Francia y Rumanía, lo que ha reducido las previsiones de producción y ha generado incertidumbre sobre la oferta global de maíz.
Sin embargo, al igual que en el mercado de la soja, también existen factores que han limitado el crecimiento de los precios del maíz. El progreso de la cosecha en Estados Unidos, que ya ha cubierto el 5% del área apta para el maíz, ha añadido una mayor oferta al mercado, lo que ha moderado el impacto alcista. Además, las ventas semanales de maíz de EE.UU. fueron inferiores a las expectativas del mercado, lo que ha contribuido a frenar el alza de los precios.
Otro factor limitante ha sido la previsión de menores importaciones de maíz por parte de China. El gigante asiático ha reducido sus expectativas de importación debido a un incremento en la producción interna, lo que ha añadido un nivel de incertidumbre en el mercado global del maíz.
Mercado del Trigo
El trigo ha sido uno de los mercados más dinámicos en las últimas semanas, completando su tercera semana consecutiva de subidas en Estados Unidos. Los contratos de diciembre y marzo en Chicago subieron un 4,89% y un 4,39%, respectivamente, mientras que en Kansas estos contratos aumentaron un 3,90% y un 3,72%. El impulso en los precios del trigo se debe a una combinación de factores climáticos, geopolíticos y de especulación financiera.
Uno de los principales factores que ha influido en el mercado del trigo ha sido la crisis de oferta en la Unión Europea. La Unión Europea redujo su previsión para la producción de trigo blando en la UE a 114,40 millones de toneladas, el nivel más bajo en 12 años. Esta reducción refleja la gravedad de la situación climática en varios de los principales países productores del bloque, como Francia, donde la producción de trigo ha caído a su nivel más bajo desde 1983.
El informe del USDA también subrayó esta situación, al recortar su estimación de la cosecha total de trigo en la UE de 128 a 124 millones de toneladas. Además, el USDA redujo su proyección de exportaciones del bloque europeo a 31,50 millones de toneladas, lo que ha generado expectativas de una mayor demanda de trigo proveniente de otras regiones del mundo.
Otro factor relevante ha sido el clima adverso en Rusia. Las lluvias excesivas en Siberia han retrasado la cosecha de trigo de primavera, lo que ha generado preocupación sobre el volumen final de la campaña 2024/2025. Además, las condiciones climáticas también han retrasado la siembra del trigo de invierno para el nuevo ciclo agrícola, lo que ha añadido incertidumbre sobre la oferta futura de trigo en Rusia, uno de los principales exportadores mundiales del cereal.
El conflicto en el Mar Negro ha vuelto a generar tensión en el mercado del trigo, después de que Ucrania acusara a Rusia de atacar un barco civil de granos con un misil en la zona económica marítima de Rumania. Aunque este incidente no ha tenido un impacto inmediato en los precios, debido a la rápida reanudación de los despachos de trigo tanto desde Ucrania como desde Rusia, ha aumentado la volatilidad en el mercado.
En Estados Unidos, el déficit de humedad en las zonas productoras de trigo de invierno ha sido otro factor clave. Según el USDA, el 57% de la superficie destinada al trigo de invierno experimenta algún nivel de sequía, lo que ha generado preocupación sobre el desarrollo de la cosecha en el país. En Kansas, una de las principales zonas productoras, la proporción de suelos con sequía moderada ha aumentado al 56,14%, lo que podría afectar el rendimiento de los cultivos en el futuro.
En resumen
El panorama de los mercados de soja, maíz y trigo se presenta con importantes desafíos y oportunidades. Si bien la demanda global y los factores climáticos han impulsado los precios en las últimas semanas, también existen elementos limitantes que podrían moderar estas subidas. Los productores y comerciantes deberán seguir de cerca la evolución de los factores climáticos, las tensiones geopolíticas y las dinámicas de oferta y demanda a nivel global, para tomar decisiones informadas y mitigar los riesgos con seguros en un mercado agrícola cada vez más volátil.