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Primera‌ ‌mirada‌ ‌sobre‌ ‌el‌ ‌Uruguay‌ ‌ganadero‌ ‌2022‌ ‌

Después de que este año se diera un combo de factores alcistas sobre los precios ganaderos, para 2022 los astros no parece que vayan a estar tan alineados. El interés exterior seguramente se mantenga, y la demanda estará allí

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Por Rafael Tardáguila 

Con el segundo semestre de 2021 avanzando, es buen momento para empezar a evaluar en qué rango hay más posibilidades de que se sitúen los precios ganaderos. Con la lógica salvedad de que, en estos momentos de grandes viandazos, con los mercados llenos de “cisnes negros” (los eventos extraordinarios están, valga la paradoja, cada vez más al orden del día) las posibilidades de que se den acontecimientos distorsivos no son poco probables.

El mercado internacional de la carne vacuna ha gozado de presiones alcistas desde varios ángulos en este 2021. Algunos de ellos seguirán jugando a favor el año que viene, en otros casos todavía no se sabe cómo estarán impactando, pero algunos otros no serán tan alcistas como ahora.

Yendo de lo general a lo particular, el contexto de los mercados de las materias primas está muy presionado al alza. Los precios de los minerales, los productos agrícolas, las carnes, el petróleo, entre varios etcéteras, son altos. No solamente es alcista de por sí para la carne vacuna, sino también por el aumento de los costos de producción. Ante costos de las materias primas alimenticias más altos, el equilibrio del mercado se da con menores niveles de producción y, por lo tanto, a precios más elevados.

En lo referente a la proteína animal también hay impulsos alcistas, fundamentalmente por el tremendo impacto de la peste porcina africana sobre la producción de cerdo en China y varios países más. Este ha sido el principal factor distorsivo en el mercado de la proteína animal desde el primer semestre de 2019. En este punto es que hay varios imponderables. ¿Realmente China logró recomponer sus existencias de cerdos y tendrá volúmenes de producción en niveles similares a los pre epidemia? Es una gran pregunta. De ser contestada de forma afirmativa, su impacto sobre los precios del mercado de la proteína animal será menor. Pero ahora el virus ingresó al continente americano, algo que hacía 40 años que no pasaba. ¿Llegará a Estados Unidos o a Brasil? Son dos de los grandes exportadores mundiales y en este caso, si la respuesta es afirmativa, el impacto puede ser fuertemente alcista sobre los precios.

Por su parte, en el caso concreto de la carne vacuna también hubo factores alcistas en 2021 desde el lado de la oferta y es aquí donde aparecen ciertas certezas en cuanto a que no estarán jugando tan a favor el año que viene. Brasil y Australia estarán culminando la fase de recomposición del rodeo y comenzarán, de forma gradual, una senda de crecimiento de la oferta. En los primeros siete meses de 2021 las exportaciones australianas son 22% inferiores a las de los mismos siete meses de 2020, en tanto que las de Brasil bajaron 5%. Entre ambos son 180 mil toneladas embarque que estaban el año pasado y no estuvieron en este.

La expectativa es que ambos grandes oferentes comiencen en 2022 a elevar su volumen de producción. Por ende, factiblemente, también su saldo exportable aunque, en el caso brasileño, podría haber una mejora de su economía y del poder adquisitivo de la población que incremente la demanda doméstica.

Además, Argentina en estos meses autolimitó sus ventas al exterior con el objetivo de reducir el precio de la carne al público en un año electoral. Las elecciones de medio término son a mediados de noviembre. La expectativa es que, superado el acontecimiento, las limitaciones se levanten, dadas las necesidades de ingreso de divisas.

Por último, India atravesó por graves problemas de Covid-19 que, durante algunos meses del año, limitó su producción y sus exportaciones. Lo esperable es que esto no suceda el año próximo.

Los países mencionados son cuatro de los cinco exportadores de carne bovina del mundo. El otro es Estados Unidos, que aprovechó de excelente manera la coyuntura elevando en el eje de 20% sus exportaciones en lo que va del año.

Es factible que Brasil, Australia, Argentina e India eleven sus exportaciones el año que viene. Por lo tanto, habría más carne vacuna en el mercado internacional. Lógicamente, se trata de un factor que presiona a la baja los precios del mercado internacional.

En el plano interno, en 2022 comenzará a quedar disponible para faena la generación 2019, que es la de los famosos 3 millones de terneros y que muy pocos se fueron exportados en pie cuando terneros. Por lo tanto, habrá una creciente disponibilidad de novillos para faena en la medida que vaya avanzando el año. Esto podría compensar una eventual disminución de vientres para faena si es que el año se desenvuelve de buena manera desde el punto de vista climático y hay buena disponibilidad de forraje.

Pero, desde el punto de vista del clima, hay que tener en cuenta que los modelos están indicando una mayor probabilidad de que los meses del verano sean Niña, que implica mayor probabilidad de lluvias por debajo de lo normal. Y esta situación podría complementarse con una disminución del área ganadera, dado el crecimiento de la superficie ocupada por la agricultura, como pasó en el invierno y volverá a suceder con los cultivos estivales.

Por lo tanto, hay que manejar dentro de las posibilidades que podría darse un faltante de forraje que impacte de forma negativa sobre los precios ganaderos, primero sobre la reposición, pero también sobre los del gordo.

En definitiva, después de que este año se diera un combo de factores alcistas sobre los precios ganaderos, fundamentalmente desde el exterior, para el año próximo los astros no parece que vayan a estar tan alineados. El interés internacional seguramente se mantenga, por lo que la demanda estará allí. Pero, eventualmente, habría que hacer números con precios algo por debajo de los alcanzados este año.

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