La agropecuaria nacional perdió a un gran referente. El país a un ciudadano destacado. Su familia y amigos a un gran hombre y la Iglesia a un gran cristiano. La sorpresiva muerte de Gustavo Basso Pallares ha calado hondo en muchos sectores de la sociedad. Un tipo bueno, amable, familiero, profesional, sumamente capaz y apasionado por todo lo que emprendió, que a los 66 años falleció en un trágico accidente, cuando aún tenía mucho por hacer.
Nacido un 29 de agosto de 1958 en Florida, donde se crió y desarrolló gran parte de su actividad, desde la música (estudió en el Conservatorio Nacional), hasta la actividad laboral a la que se integró muy joven. Primero en el escritorio que integraban Romualdo Rodríguez con Edgardo y Alfredo De Palleja, ejerciendo la parte de administración de estancias. Poco tiempo después, pasó a ser el gerente de escritorio Romualdo Rodríguez, “llegamos a tener 27 remates en un mes”, mencionó hace un año cuando lo entrevistamos con Martín Olaverry para Hablemos de Agro. Siempre arriesgado, recordó que a invitación de un amigo arrendó un campo, “en tiempos que con la venta de la lana pagábamos la renta y el presupuesto. Y después arrendamos otros”.
Posteriormente fundó, con Walter Hugo Abelenda, el escritorio Abelenda y Basso, con remates en la Asociación Rural de Florida, embarques a frigoríficos y negocios particulares. Luego se independizó y formó, hace prácticamente tres décadas, la firma Gustavo Basso Negocios Rurales. Integró, además, durante muchos períodos, la directiva de la Asociación de Consignatarios de Ganado de la que fue un reconocido impulsor.
Hace poco más de un año, junto con Jorge Cunietti, se hicieron cargo de la firma Juan Carlos Martínez Negocios Rurales, operando en Cuchilla de Silvera y manteniendo la trayectoria de dicho escritorio en el consorcio Lote 21.
Esa inquietud por buscar distintos nichos en los negocios, hizo que, junto con Pablo Carrasco, y las esposas de ambos, el 16 de septiembre de 1999, fundaran Conexión Ganadera. “Una ventana de oportunidad dentro de la producción nacional”, según dijo en el citado programa de Canal 10. Buscadores de negocios y oportunidades, además del negocio de inversión en ganados, desde Conexión Ganadera lanzaron la carne Stradivarius producida exclusivamente a pasto, comercializada primero en el mercado de EE.UU., y luego en Uruguay.
También Basso era director de frigorífico Bamidal, dedicado a la faena de corderos con planta en Paso de los Toros.
Además, fue productor agropecuario, activo integrante del Grupo Crea Sarandí Grande.
Casado con Daniela Cabral, tuvieron dos hijas, Agustina y Candelaria y 3 nietos, Nacho, Juan Diego y Felipe. En ese programa Hablemos de Agro se despidió con un deseo: “que el Uruguay de mis nietos, sea un país donde la naturaleza tenga un lugar de privilegio, donde puedan desarrollarse con una buena educación y tener la posibilidad de seguir viviendo en el país para aprovechar la riqueza de valores que tiene en su gente”.
Siguiendo su huella seguramente así será...
A la familia, a los amigos y a los socios, mis más sentidas y cristianas condolencias.
Pablo D. Mestre.