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Gerardo Zambrano: “Defiendo a un gobierno que está haciendo bien las cosas, pese a errores que todos podemos cometer”

Entrevista al empresario agropecuario y presidente de Zambrano & Cía.

Gerardo Zambrano
Nota a Gerardo Zambrano, empresario agropecuario e inmobiliario uruguayo, en su oficina en Montevideo, ND 20221223, foto Juan Manuel Ramos - Archivo El Pais
Juan Manuel Ramos/Archivo El Pais

Si hay una pregunta recurrente al aproximarse el fin de cada año es ¿cuándo sale la entrevista a Zambrano? No sólo desde el sector agropecuario, sino diversos actores de la vida del país aguardan sus opiniones sobre los temas de actualidad. Para coincidir, o para discrepar, porque lo atractivo es que marca posición, con las consecuencias que ello tiene. Como cada año reitera: “no soy político” y asegura que “nunca podría serlo, no duraría un minuto”. Es más, recuerda que su amigo Jorge Batlle le decía: “no sabés nada de política”. También confiesa que no tiene Partido Político y que cree “en las personas”. Por eso, asegura, “me siento con la libertad de hablar de todo”. Su vocación de servicio la desarrolla compartiendo el tiempo en la empresa y sus establecimientos con tres fundaciones que integra: la Pérez Scremini (de la cual es presidente), la Beisso Fleurquin y la del Padre Novoa.

Lo que sigue, es lo sustancial de más de dos horas de conversación en una mañana de este inicio de año.

-¿Qué balance hace del 2022?

-Lamentablemente hacemos esta entrevista en un momento complicado, porque el foco de atención está más en mirar las cosas malas que las cosas buenas del gobierno. Lo que está pasando de las cosas malas, es justamente lo que la oposición, el FAPIT (NdeR: Frente Amplio/PIT CNT), deseaba para tener un tema y desviar las cosas positivas, que no quieren ver, lo que estaba previsto desde el primer día. Una oposición que se basa en la repetición de la mentira y eso provoca, en algunas personas, una verdad que no existe.

-Pero empezó por el final…

-Bueno, el 2022 termina siendo un buen año, con dos semestres muy distintos y con unas perspectivas, mirando al 2023, con ciertas preguntas e inquietudes.

-¿A qué se refiere?

-Lamentablemente estamos empezando un año donde la atención está centrada en los problemas, reales, que ha habido con el tema de Astesiano y Marset por ejemplo, a través de los cuales buscan pegarle al presidente de una manera, como bien lo dijo Javier García, poco habitual, descarada y vergonzosa. Y con eso lo que hacen es distraer la atención de las cosas que el Gobierno tiene para mostrar siguiendo el compromiso electoral y buscando cumplir con los planteos asumidos.

-¿Por qué califica así a las críticas?

-Es que llama la atención, más allá de los problemas que son reales, que se filtren datos, se supone que desde Fiscalía, para que cierta prensa esté diariamente dándole al Frente lo que no encontraban durante todos estos años para pegarle a quien está haciendo un gobierno excepcional mirando al país, a la gente y las cosas que hay que mirar de acuerdo con lo que había prometido.

-¿Marcar errores no es también el rol de la oposición?

-Es que el Frente está haciendo foco sólo en esto, ocultando los temas importantes con tal de buscar el objetivo a cualquier costo de volver al poder. Porque el Frente Amplio no se acostumbró a perder, no tenía pensado perder y no estaba preparado.

-Suena duro el concepto...

-Es que, perdieron el gobierno y como ese jugador mal perdedor cuando lo expulsan que dice: “ya que me voy, quiero ver a quién me llevo”. Y están tratando de llevarse a todos, usando cualquier herramienta, usando la mentira reiteradamente para tratar de hacerla realidad. Están dispuestos a buscar cualquier herramienta, cualquier excusa y de cualquier forma para volver al poder. No importan los argumentos, no importa el tema social, todo ese populismo que transmiten. Es contradictorio a lo que el país precisa. Pero nada dicen, por ejemplo, que la intendente de Montevideo (Carolina Cosse), acaba de subir el boleto (que además es subsidiado), en momentos que bajan los combustibles. Es todo así. Lo mismo que los sindicatos.

-¿En qué sentido?

-Si uno analiza el espectro político del Frente Amplio y quien lo dirige es lo que decimos siempre: es un FAPIT. Porque Pereira (Fernando), más allá de su rédito político, tiene una forma de actuar y de ser, que no tiene nada que ver con el nivel que hoy estamos viendo en el Partido de gobierno y del presidente. Y así son los sindicatos, a los que habría que regularizar.

-¿Cómo lo haría?

-La personería jurídica parecería ser una cosa imprescindible. ¿Por qué se regulan todas las otras cosas y no los sindicatos? ¿Por qué los pocos que no quieren trabajar arrastran, cada vez menos pero arrastran, a los que sí quieren trabajar, a todo nivel? ¿Por qué el problema siempre está en la minoría y no en la mayoría dentro de los sindicatos, que son los trabajadores? Acá no se respeta a la mayoría trabajadora y sí a la minoría actuante. Entonces, el hecho de tener una personería jurídica y regular los sindicatos daría la libertad y ahí a mí me gustaría ver cómo son los resultados de la clase trabajadora, con sindicatos que realmente los represente y que actúen en beneficio de ellos. Mientras no se reforme, y los menos en base a una militancia política estricta y dedicados exclusivamente a eso, dirijan, vamos a seguir teniendo un PIT Frente Amplio con una oposición permanente.

Gerardo Zambrano
Nota a Gerardo Zambrano, empresario agropecuario e inmobiliario uruguayo, en su oficina en Montevideo, ND 20221223, foto Juan Manuel Ramos - Archivo El Pais
Juan Manuel Ramos/Archivo El Pais

-¿Cómo ve al Gobierno?

-Hay que seguir con las transformaciones, con todos los cambios y las promesas electorales, que se vienen cumpliendo y no tengo duda que las van a lograr en su totalidad, a pesar de las dificultades que ponga la oposición, de las dificultades de los mercados en el mundo y de nuestros socios del Mercosur. Hay que seguir haciendo las cosas bien, siendo inmunes y estar preparados para esos ataques que van a venir cada vez de una manera más profunda y también menos educada.

-A propósito, la educación es uno de los pilares que siempre ha reclamado se debe poner énfasis.

-Y se ha puesto, es una realidad que a mí entender vamos en el buen camino. De aquella famosa, frase de Mujica: “educación, educación, educación”, que no se realizó y si se inició fracasó, ahora estamos frente a una cosa totalmente distinta y real.

-¿Habla de la reforma propuesta?

-Hay un Ministerio muy bueno, encabezado por el ministro Da Silveira, con el apoyo del gobierno y con un abanderado como Robert Silva que está llevando a cabo sus ideas, a pesar de las agresiones que ha recibido. Lo veo con fuerza, con convicción, con firmeza. Es una persona que estaba vinculada de adentro, que había tenido el apoyo de los docentes, que le han dado la fuerza necesaria para poder enfrentar a la oposición, que lo que no quieren es que mejore la educación. Porque sabemos que para la izquierda cuanto menos educación hay, es cuanto más control tienen sobre la población. Eso es una realidad propia de lo que es el populismo. Estoy contento porque hay un camino de cambio y son las cosas que uno quiere ver de un gobierno, con el cual es afín. No es un tema fácil y tampoco de una repercusión inmediata, porque estos cambios se van a ver en el transcurso del tiempo. Quedan todavía un par de años para seguir insistiendo y dejar algo consolidado que no pueda tener una marcha atrás, gane quien gane el gobierno en las elecciones siguientes.

-¿Qué opina de la Reforma de la Seguridad Social?

-No hay ningún gobierno que no haya captado y dimensionado el tema. Y ninguno, por el costo político que puede llegar a tener, lo quería realizar. De las grandes cosas que veo de este gobierno y sobre todo en la convicción de nuestro presidente Lacalle Pou, es llevar adelante las cosas, más allá de los riesgos políticos que pueda asumir. Él está convencido, y eso es muy bueno, que la reforma de la Seguridad Social no va a tener efecto político controversial. A pesar de eso, obviamente quiere involucrar al Frente porque saben también que hay que hacer esta reforma que es imprescindible. Creo que el FAPIT no la va a aceptar, como no ha aceptado absolutamente nada y le pega a todo lo que se mueve, con Fernando Pereira a la cabeza, que ya lo hizo en el PIT CNT. Ya deberíamos estar acostumbrados a este personaje que actúa de esa manera, obviamente con aspiraciones políticas. Pero la reforma de la Seguridad Social se va a llevar a cabo. Es el camino adecuado, a pesar que dentro de coalición multicolor haya algún partido, como Cabildo Abierto, que cuestiona, buscando su perfil propio, lo que dificulta mucho un buen desarrollo. Estoy de acuerdo con el presidente que no solo no debería tener ninguna controversia política, sino que a la larga va a tener un rédito positivo.

-Veo que está muy en sintonía con la gestión del presidente.

-El presidente tendrá, más allá de los errores, todo el apoyo de quienes miramos la realidad de los hechos. No como la oposición que le quieren pegar, usando cualquier argumento, a alguien que el mundo reconoce. Porque errores cometemos todos, problemas tenemos todos en la vida, hay que encararlos y enfrentarlos de la mejor manera posible. Y coincido con algo fundamental que dice Lacalle Pou.

-¿A qué se refiere?

-Que en la política no vale todo. En estos momentos lo estamos viendo con esa oposición aferrada a los problemas que se están viviendo, lo que puede ser un boomerang. Porque pegar en el piso, o pegarle a todo lo que se mueve, no está bien visto incluso por quienes están en ese sector político. La sociedad en algún momento también analiza y usa la inteligencia para ver dónde están los cambios y las reformas en los temas que realmente importan. Y que, si bien no son de una respuesta inmediata, como los cambios de la educación o el cambio de previsión social, sí sabemos que es el camino y todo el mundo está de acuerdo en eso. Lo que pasa que todos quieren llevarse la cocarda, pero nadie quiere asumir a ningún riesgo político como lo está asumiendo este gobierno, el cual, nosotros apoyamos, felicitamos y vamos a defender de cualquier manera, porque coincidimos y porque queremos que es el camino que el país precisa.

-Habla como todo un político…

-Obviamente que no soy político, ni podría serlo de acuerdo con los parámetros de la política. Cada vez que escucho y veo la actitud del FAPIT con respecto, sobre todo a los últimos eventos, estoy menos de acuerdo con el presidente que dice que hay que ser suave con las personas y firme con las ideas. Pero sí tengo una crítica.

-¿Cuál?

-Veo el poco efecto de las auditorías planteadas al principio de este gobierno en áreas estratégicas importantes donde había desconfianza y se iba a poner el punto de atención. No ha pasado nada con las auditorías. Me hace acordar a otros gobiernos de otros países donde esas cosas quedan en la nada y a la larga se pagan. Llama la atención que no se haya avanzado, a ningún nivel: de Ministerios, Seguridad Social, Mides, etc.

-Como empresario, ¿Qué balance hace?

-La baja de los commodities, fundamentalmente la carne, marca los problemas que hay que enfrentar y dentro de ellos, hay uno que es conocido, conversado, trillado, que es la visión de un atraso cambiario.

-Esa es una realidad.

-Sin dudas. No soy economista y no voy a ponerme a hacer el análisis, ya hay muchas opiniones sobre el porqué de las circunstancias y la realidad del tipo de cambio. Hasta las autoridades de gobierno reconocen que hay un atraso, no es un tema que sea de los empresarios, de los exportadores o del sector agropecuario, es un tema común que están todos de acuerdo. Por más que quiera marcarse que hay una flotación libre, hay medidas del Banco Central en la suba de tasas permanentes en pesos que hace que pase. Eso hace que tengamos un desfasaje importante, una falta de competitividad y un problema a resolver.

-¿Cómo lo ve?

-Es que eso viene de la mano con el control de la inflación, que en principio se está controlando, lo que debería permitir en algún momento que el tipo de cambio se corrija. Hay que tomar en cuenta que los economistas estimaban que a fines del 2022 estaría en torno de los 43 a 45 pesos, pongamos 44 pesos y cotizó por debajo de 39.

-¿Qué espera?

-Mirando las proyecciones de los economistas para fin del 2023, hablan de 43 pesos, quiere decir que sería similar al cierre del 2021. Es un problema, no hay ninguna duda y un problema serio para un país exportador como el nuestro. Pero no el único.

-¿A qué se refiere?

-Si a eso le sumamos un costo importante del Estado, que no se le encuentra la vuelta. Tenemos un Estado complejo, burocrático, costoso y nada eficiente, ese es otro gran problema. Si vemos que, además del atraso cambiario, es un país caro para vivir y caro para producir, nos genera un problema que hay que encarar y tratar de solucionar.

-¿Esto cree que afecta a las inversiones en el país?

-En el sector agropecuario, el campo, los ganados siguen siendo un atractivo muy importante para los inversores, a pesar que las tasas de interés han subido mucho en el mundo y eso saca al que optaba por comprar cosas. Pero, a pesar de eso, no ha mermado la inversión. Las personas que han invertido en el sector agropecuario, a nivel de los Agro Bonos nuestros, o con capitalizaciones, etc., siguen viendo un atractivo muy importante. O sea que Uruguay sigue siendo atractivo, el sector agropecuario sigue siendo atractivo y las herramientas de inversión siguen siendo atractivas también sea en ganado o en tierras. Lamentablemente no tenemos volumen, no tenemos una fuerza de país como para dentro de Mercosur tener más incidencia, pero lucharemos con lo que tenemos, que no es poco, es bueno y hoy estamos con un gobierno afín al sector agropecuario.

-A propósito, ¿Qué le genera la compra de BPU por parte de Minerva?

-Una preocupación. Porque siendo un frigorífico de punta, por cómo fue construido y con la entrada de los japoneses, había un montón de condiciones muy favorables para que otro actor entrara al mercado. Siempre es muy bueno que haya mercados libres y la competencia es absolutamente imprescindible para el buen funcionamiento de todo. Soy muy proclive a la competencia con quien sea y en el área que sea. Eso es lo que hace que uno esté siempre atento y quiera permanentemente buscar las mejores soluciones y los cambios que hay que hacer.

-¿Entonces?

-Es una lástima que una empresa japonesa decida retirarse. Ese es el primer signo de interrogación ¿por qué? Se habla que había unos temas, del manejo, en la compra, en el sistema, pero también un tema sindical, con dificultades a nivel de los trabajadores con convenios distintos a otras industrias. Eso evidentemente iba a contrapelo de lo que son los costos, frente a un mercado que quizás ellos, en la parte de compras, no conocían. No dudo que haya temas de manejo interno de la misma empresa, pero el hecho de tener que vender una industria perdiendo una fortuna, hace abrir mucho los ojos. Pero no es lo único, porque también está quién lo compra.

-¿Lo dice por Minerva?

-Exacto. No es un tema menor que quien compre BPU sea una empresa como Minerva, que generó algún intento de incumplimiento de contratos el año pasado, pero además, que las industrias brasileñas manejen más del 51% de la faena del país, es una preocupación. La concentración puede ser perjudicial. Veremos cómo se desarrolla, pero hay que mirar muy de cerca, a pesar que insisto que la libre competencia es lo más sano que existe en un libre mercado.

Gerardo Zambrano
Nota a Gerardo Zambrano, empresario agropecuario e inmobiliario uruguayo, en su oficina en Montevideo, ND 20221223, foto Juan Manuel Ramos - Archivo El Pais
Juan Manuel Ramos/Archivo El Pais

-¿Qué espera para el país?

-La posición del presidente frente a la apertura comercial, más allá del Mercosur, es una de las necesidades que tenemos. Uruguay es sabido que paga muchos aranceles compitiendo con otros países que ya tienen acuerdos y que año a año van bajando sus costos. Las intenciones y las demostraciones públicas del presidente, inclusive dentro de la órbita del Mercosur, han sido bien claras; también ha sido muy clara, la oposición que tenemos dentro del bloque. Eso, por más que uno quiera sentirse o ser independiente, el estar integrando un Mercosur, en el que los más grandes no cumplen 100% con lo que está pactado, nos imposibilita a llegar a concretar ese avance imprescindible que hay que tener. La carne, por citar un ejemplo, estaba con más de US$ 200 millones de aranceles y este año va a estar arriba los US$ 300 millones, es muy importante lo que se deja por el camino.

-¿Cómo ve en ese sentido al Ministerio de Relaciones Exteriores?

-Lamentablemente terminamos el 2022 con una controversia no menor en RREE, es otro de los problemas que enfrenta este gobierno y que ha hecho que renuncie la Vicecanciller (Carolina Ache). El tema político que está en el entorno. Ya Talvi (Ernesto), en una gestión a mi entender muy buena durante la pandemia, tenía un relacionamiento que no era el adecuado en la Cartera. Renuncia, asume un diplomático de carrera afín al gobierno, creo que afín a todos los gobiernos, y eso hace que haya una interna con la Vicecanciller, de enfrentamientos que son esas cosas políticas que uno no termina de entender. Eso también ha provocado que el manejo interno, como la falta de comunicación o lo que fuera, lleva una situación como ese famoso pasaporte (a Marset) y toda esa mala gestión que se hizo por el abogado defensor y por la gente que intervino en ese tema. Ahora, con el cambio debería mejorar el racionamiento y esperemos que las cosas funcionen. Lo que siempre apuesto en el Ministerio de Relaciones Exteriores es que debería ser un agente comercial fundamental en el relacionamiento con los países que consumen lo que nosotros exportamos. Y en la búsqueda también, en lugar de andar con muchos cócteles, de esos negocios y el acercamiento con los países buscando tratados de libre comercio.

-¿Qué proyecta para el 2023 en el sector agropecuario?

-Lo veo de otra manera a cómo terminó el 2022. Estaríamos en el piso, de acuerdo a las referencias, por la situación, básicamente de China. Siempre dije que es difícil depender de este mercado, pero no había otra forma por el mercado mismo, por lo cual no había elección. Además de una guerra que no teníamos pensada, que afecta a la Unión Europea, uno de los compradores principales también de nuestros productos. Por suerte Uruguay ha tenido otras opciones como Estados Unidos. Entonces, el 2023, más allá de una recuperación en China que se espera, vamos a ser un año bueno, por encima de los valores del cierre del 2022. Hay que marcar la importancia del agro en la economía del país como sector agroexportador y como productor de alimentos insertado en el mundo, reconocido en su calidad, en sus producciones naturales y en el cumplimiento de sus obligaciones. Somos chicos lamentablemente, pero el reconocimiento es grande. Este gobierno ha dado un respaldo muy importante y eso ha hecho que el agro se desarrolle. Están los proyectos de inversión, que han sido una herramienta muy importante para todo, hay un esquema productivo que está avanzando rápidamente. Estamos bien, con un gobierno que ha implementado herramientas apoyando a un sector que responde rápido.

-¿Es Optimista?

-Siempre, Uruguay tiene todas las condiciones y los mejores mercados, más allá de las dificultades arancelarias, y de volumen también. Pero tiene a favor la calidad y el cumplimiento. Proyecto un 2023 más estable y más racional en el transcurso de todo el año en lo que refiere a la producción y a lo que el país agropecuario puede dar, dentro de la economía nacional y de lo que es el apoyo actual del Gobierno.

-Ya comienza la competencia política electoral. ¿Cómo la ve?

-El Dr. Lacalle Pou va a dejar una vara muy alta en la Presidencia de la República, quizás no pensábamos que fuera a manejar las cosas tan bien como lo ha hecho. Eso hace que no va a ser fácil para ninguno de los candidatos que vengan a sucederlo. Sin dudas que hay gente capaz dentro del Partido Nacional, los nombres ya son más que conocidos y reconocidos. Lo dijo el presidente, que la competencia interna dentro del Partido, es muy importante y yo comparto totalmente, porque es el mayoritario dentro la coalición. Álvaro Delgado es el sucesor que más se visualiza, en un Partido Nacional que está bien equilibrado como para encarar eso y apostar para un próximo gobierno. Sería bueno que en Uruguay hubiera un sistema como el americano, con cuatro años de gobierno y la posibilidad de una reelección por un periodo más, después se va a la casa y no vuelve nunca más. Si el presidente Lacalle Pou pudiera tener otro período, aprovechando todo lo que se ha hecho y lo que falta por hacer, a nivel local o internacional, sería bárbaro. Eso hay que trabajarlo para tratar de cambiarlo.

-¿Qué opina del Partido Colorado?

-Se precisa un Partido Colorado con una firmeza que hoy no tiene lamentablemente. Ha habido cambios no menores y dificultades, como la renuncia de la Vicecanciller, la no continuidad, por lo menos por ahora, de Pedro Bordaberry, con figuras que están queriendo aparecer y que sería muy bueno que lo hicieran, como Gabriel Gurméndez, gente que tiene experiencia y conocimiento de la realidad. El Partido Colorado tiene que rearmarse y reorganizarse, van a tener que empezar a tomar decisiones, de cómo se va a conformar, porque es imprescindible que aporte para la coalición para poder mantener el gobierno. Si uno mira las elecciones pasadas, la aparición de Talvi (Ernesto), con una interna muy exitosa para él, se pensó que podía ayudar mucho, después la realidad marcó que no y se vinieron dificultades dentro del partido que carece del liderazgo. El Secretario (Julio Ma. Sanguinetti), es una persona muy política, más allá de la edad, quizás puede aportar desde otra parte, pero no directamente en un acto eleccionario.

-¿Y el resto de los partidos que integran la coalición de gobierno?

-Cabildo Abierto aportó mucho en las elecciones pasadas, siendo la sorpresa de ese momento por la poca campaña y la buena votación. Más allá de algunos errores cometidos en el planteamiento en contra a varios proyectos de la coalición, no creo que pueda tener la misma performance electoral. Destaco sí la gestión del Ministro Salinas (Daniel). Una lástima que como él mismo lo mencionó (y coincido) que la política es para los políticos, que tienen que tener una piel muy gruesa y él tiene piel fina, por eso su retiro de la función política. Para mí es lo mejor de Cabildo. Y el Partido Independiente con una muy buena gestión de Mieres (Pablo), en el Ministerio de Trabajo, creo que puede aportar también.

-¿Es optimista para que puedan mantener el gobierno?

-Hay que apuntar bien a que la coalición mantenga el criterio común, lo fortalezca y que logre los objetivos de mantener la continuidad de un gobierno, que apoyo, porque está haciendo las cosas bien, más allá de los problemas y dificultades que podemos tener todos en la vida diaria.

Brucelosis: “Aprovechar que tenemos un gobierno afín al agro...”

-¿Cómo ve al MGAP?

-Hay problemas. Si bien tiene una cúpula buena, profesional, la infraestructura abajo, consecuencia de 15 años del gobierno del Frente, piensa distinto, actúa distinto y no van enfocados al apoyo a los productores.

-¿En qué lo ve?

-En una burocracia de funcionamiento. Hay cosas que hay que “hacer o hacer” y no se han logrado.

-¿Por ejemplo?

-Las campañas sanitarias. La brucelosis es un problema y no funciona porque el productor no siente que vaya en el camino de la defensa a su producción. Tengo experiencia, en el 2007 por una vaca positiva tuve que sangrar 2.500 reses y pasé casi un año para que me levantaran la interdicción.

-¿Por qué cree que no se arregla?

-Creo que los veterinarios muchas veces, por intereses, ponen piedras en el camino. Además, los costos por sangrados, aunque dicen que después los reintegra el Ministerio, en realidad los asume el productor directamente, más los que genera cualquier interdicción.

-¿Cuál es la salida?

-En 2007 quise vacunar, pero no había vacunas. Hoy que está, creo que no hay más remedio que encarar una vacunación, si quieren que sea opcional, aunque para mí tiene que ser obligatoria. Y si no es obligatoria, el que vacuna a costo propio y le aparece algún foco, no puede tener los mismos castigos que uno que no vacuna. Es muy simple. ¿Cómo se controló el Covid? ¿O la aftosa? Vacunando. ¿Cómo se puede controlar la brucelosis? Vacunando.

-¿Qué le parece el planteo de ARU?

-Se está analizando ese camino, pero con mucha discusión y con mucha dilación de tomar la decisión final, de lo que se debería haber hecho ya. Sobre todo, ahora que hay un gobierno afín al sector agropecuario que está viviendo este problema sanitario.

Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.

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