El integrante de la Asociación Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural (Aupcin) consideró que aún con baja en la cuota 481, hay otras oportunidades de negocio para los corrales. Mencionó que la industria “está buscando que se genere ganado para adelante” y dijo que hoy pagan hasta US$ 4,70 porque la reposición de novillos está cara, “o lo compra un feed lot, o se va a la exportación en pie”. El Dr. Álvaro Ferrés criticó las medidas de Foica, “porque tienen de rehén al productor” y dijo que los problemas con los Fondos “no afectan al negocio en sí”. Además, anunció el mercado a futuro del novillo.

-En los primeros días de febrero comienza una nueva ventana de faena Cuota 481. ¿Cómo la ve?

-El tema de la cuota cada vez se achica más y dentro de los corrales de engorde la planificación para cuota cada vez tiene menos incidencia. Eso no quiere decir que no haya dos o tres semanas que se concentra ese ganado porque la oportunidad de que entre en Europa es que se faene en esta fecha. Por lo tanto, la próxima semana y la otra se va a faenar ganado de cuota, lo que está preparado y acordado entra en la semana.

-¿Eso es un volumen tan incidente como era antes?

-No. Claramente no.

-¿Cree que va a seguir para adelante?

-No, tampoco. Eso no quiere decir que no haya oportunidades de negocios, alternativas, para ganado a corral que sean similares al ganado de cuota. Que también se esté haciendo, pero no necesariamente se tiene que concentrar dentro de lo que llamábamos las ventanas, que cada vez son las “ventanitas” más chicas.

-¿La industria está más afín a manejar un precio preestablecido para la próxima ventana de faena cuota?

-La industria es consciente de que si no estimula la producción, el ganado no se produce. Se podrá hacer lo que se produce naturalmente, porque llueva, haya pasto, se engorde; pero para los corrales de engorde tiene que haber cierta certeza que no vamos a perder mucho dinero. Ya nos pasó con gente que se arriesgó y perdió mucho dinero. Entonces, cuando pasa eso, después se buscan certezas, y pasa por tener oportunidades de precios, o que planteen negocios para adelante. Hoy estamos viendo una industria que está buscando que se genere ganado para adelante.

-¿Cómo ve el escenario de la industria para estos meses?

-De abril para adelante, porque desde acá a abril lo que está encerrado se va a cargar y ya está negociado, la industria se está dando cuenta que se enfrenta a tres problemas. El primero, es la escasez de ganado de reposición. El segundo, el valor de éste, porque la reposición de novillos de 400 kilos está caro, US$ 2.30, 2.40. ¿Por qué están esos valores? Muy sencillo, porque si no se lo compra un feed lot, se va para la exportación en pie. Y por otro lado, otro factor que está empezando a incidir ahora es cuál va a ser el precio del maíz frente a este escenario de clima que estamos viviendo este último mes, mes y medio, donde se acentuó mucho la falta de agua. Los maíces de segunda, no sé cómo van a caminar desde el punto de vista del agua, ni hablemos de cuánto se sembró, ni de la chicharrita. Y los maíces de primera, que también donde no tienes riego ya se empezaron a sentir o resentir potenciales rendimientos. Eso va a hacer que haya un precio de comida para adelante que ya no es el que imaginábamos hace un mes y medio, dos meses para atrás. Va a ser más caro. Antes estábamos pensando un maíz que capaz que valía, a levantar en chacra, 160 dólares y ahora ya se habla de 180, 190 dólares. Ese es otro cambio en el costo productivo. La industria esto lo está viendo. Entonces, los valores que empiezan a aparecer en el mercado empiezan a ser superiores a lo que hay hoy. Y eso es porque sino la gente no encierra y lo vende para la exportación en pie, y menos corriendo riesgo climático. Entonces, si la industria quiere que se haga ganado para abril, mayo, junio, etc., no tiene más remedio que hacer lo que está haciendo, que es salir a buscar el ganado y poniendo una moneda más arriba.

-En cuanto a valores, ¿Hay una posición por parte de algunas plantas en el eje de US$ 4,70 para el novillo en la ventana de mayo?

-Sí, esos valores ya se escuchan, depende obviamente de los pesos de carcasa.

-¿Y con US$ 4,70 cierra el número, con la expectativa de lo que puede valer el maíz por ejemplo?

-Hoy el punto de equilibrio, vamos a suponer un maíz a US$ 180, o 200, estamos hablando de US$ 4.50, 4.60, por eso es que la industria está proponiendo esos valores, si no, no le hacen ganado. La industria sabe. Cuando vas a negociar buscás ese piso y te estimulás porque, o el agricultor convierte el maíz en carne, o eventualmente te estimula a encerrar ganado, a no venderlo a la exportación de ganado en pie. Eso es lo que está pasando, ahí es donde están los valores que se manejan.

-Ese ganado se termina y se tiene que faenar, la permanencia en los corrales afecta la operativa y los costos. ¿Cómo observa esta situación de mucha incertidumbre que genera el conflicto del sindicado de la industria?

-Cuando hay una discusión por un tema salarial, estamos acostumbrados que haya ciertas medidas. En este caso quedamos de rehenes los productores y ahí no comparto la medida que hacen los sindicatos, porque si tienen que negociar con la industria, no tienen que quedar de rehenes los productores. Pero lo que creo que es un error garrafal de la Foica es que al ir contra los productores, empezamos a generar tres o cuatro reacciones frente a eso.

-¿A qué se refiere?

-Primero, la molestia, la falta de planificación para adelante, el retorno de los ganados, las pérdidas económicas; pero arriba de eso, las señales que se da al sistema. Entonces, los productores empezamos a buscar alternativas porque nosotros tenemos que seguir produciendo. Hoy nos estamos cocinando, hace un calor brutal. Tenemos una soja que, si no llueve en los próximos días, no sé si va a seguir. Entonces, de alguna manera los productores vivimos y dependemos del clima. Cuando tienen todos estos conflictos que nosotros no entendemos, no manejamos, pero sí se nos vuelven contra nosotros, además de generar la irritabilidad que se nos genera, no entendemos, porque los funcionarios de la industria frigorífica tienen unas ausencias brutales, con 20 o 30% del personal que no va a trabajar. O sea, da la sensación que no precisan trabajar, o si lo precisan, no lo cumplen, porque si no, no tendrían por qué faltar. Y nosotros que estamos de este lado, lo mismo que puede pasar con un tambero, esa señal, esa irritabilidad crece. Y arriba de eso, empezamos a buscar alternativas.

-¿Por ejemplo?

-Y bueno, que haya más exportación de ganado en pie y de ganado gordo. Nosotros tenemos que tener certeza que el ganado gordo que está preparado para ser faenando, si no se va para ahí, que se vaya para la exportación en pie. Y ahí es donde creo que la Foica, además, se pega otro tiro en los pies. Porque nosotros los productores, estamos estimulando que el ganado se vaya a la exportación en pie. ¡Gordo! Ya no estoy hablando del ternero. Porque te lo compran, te lo levantan, te lo pagan y se va del campo, que nosotros cada vez tenemos menos pasto por el clima. Entonces, son medidas que a veces entendemos que sean con la industria, pero cuando quedamos nosotros los productores de rehén y las señales hacia nosotros son tan malas, atentan contra los volúmenes de producción para adelante. Porque no te estimulan a producir más, y sí estimulan cada vez más la exportación de ganado en pie. Y hay más.

-¿En qué sentido?

-En los sistemas intensivos de producción, llámese corrales de engorde, que se necesita sacar o sacar el ganado, si ese ganado se queda una semana, dos semanas, porque no lo faenan, o los días que sea, es muchísima la pérdida de plata que se genera. Además de eso, todo el sistema de producción que viene atrás. Por lo tanto, creo que estas medidas sindicales que se hicieron fueron contraproducentes, para los productores, para la industria, y creo que la Foica no peleó bien donde tenía que pelear, si lo que pretende es tener una mejora salarial o mejorar las condiciones. A los productores nos genera gran irritabilidad y eso no ayuda en el desarrollo de un país productivo, más considerando que hay una capacidad industrial ociosa. O sea, yo creo que hay varias cosas que no están viendo para adelante. Si quieren que el país produzca más, exporte más, se faene más, y los productores, produzcamos más.

-¿El mercado de futuro del novillo sale para este año?

-Estamos trabajando, es un instrumento que en este momento al Uruguay le vendría muy bien, que es necesario, que va a ser una excelente herramienta para generar certezas de valores para adelante. En la agricultura es muy común, los que plantan soja, maíz, trigo, cebada, manejan mucho esos precios para adelante, pero los ganaderos no conocemos esos instrumentos y a veces nos genera duda. Vamos a suponer que todos lo entendemos y que a todos nos parece interesante la herramienta, creo que es muy buena y en Uruguay estamos en la oportunidad de hacerlo. Si bien es un país chico, sabemos que se intentaron dos o tres veces y no anduvieron, pero creo que si Uruguay no tiene una oportunidad de precio futuro, salir de estos niveles de faena es difícil.

-¿Por qué no crece?

-Entre otras cosas, porque para crecer precisás invertir y para invertir precisás tomar riesgo. Y cuando tiene mucho riesgo la gente no está tan dispuesta. Ahí es donde tenés que generarle certezas al sistema. Puedo entender lo que propone Inac, de buscar el estímulo económico, pero en realidad lo que nosotros pensamos como productores es saber que si el ganado lo voy a producir y lo voy a vender va a valer US$ 4.70, 4.30, o 3.30, no importa, un valor que genere renta. Esa es la oportunidad que tiene el mercado futuro, sabiendo que la cuota 4.81 no está y que la oportunidad de hacer negocios parecidos a la cuota 4.81 la industria nos dice que es difícil, porque ese volumen de colocación de cortes, de fijación de precios no es tan fácil. En otros países funciona, Brasil por ejemplo, creo que en Uruguay podría tener una oportunidad.

-¿Entonces habrá otro intento para el mercado futuro?

-Sí. Y va a ser muy pronto.

-¿Qué tan pronto?

-Estamos pensando que se empiecen a hacer las primeras operaciones y primeras puestas de precios en febrero. Pero no es precio de febrero, será precio de mayo y precio de agosto, porque en realidad se opera para adelante. Pero sí, está todo armado para que el mes que viene se pueda estar empezando la primera operación.

-Esta situación que hoy enfrentan algunos de los fondos de inversión en ganadería que canalizaban dinero de fuera del sector en el negocio, ¿puede afectar el precio de la reposición?

-Mi respuesta es no. El precio de la reposición, si se afecta en los próximos meses va a depender del clima, pero no porque estos fondos funcionen o no funcionen. Estos fondos tienen los esquemas armados donde compraban ganado, lo recriaban en ciertos campos y después se comercializaba.

-¿Qué es lo que va a pasar entonces?

-Que en esos campos que no actúen más ellos van a estar otros. O sea, no es que el país pierda ese pedazo de campo y que ahí no se demande reposición. Podrá sí, eventualmente, haber alguna incidencia en las rentas de los campos del norte, porque operaba uno muy grande allá en esa zona. Pero desde el punto de vista de los precios de la reposición, de la faena, no lo veo por ningún lado.

-¿Y la confianza de inversores que colocaban dinero en el negocio ganadero se ve afectada?

-Ah, bueno, sí, obviamente. Si tenemos dos empresas que están con problemas y una tercera que se está hablando mucho, creo que esos sistemas, si quieren seguir funcionando para adelante, van a tener que generar instrumentos de confianza, de certeza. Si no, va a ser muy difícil. Por más que la mayoría de la plata que iba a esos fondos no era necesariamente del sector, sino que gente que invertía de afuera. Le ofrecieron una alternativa de negocio, le ofrecieron un interés interesante, tomaban un riesgo, porque vamos a decir la verdad, todos los que pusieron plata ahí tomaron un riesgo, esa es la verdad de la milanesa. Entonces, entiendo que el negocio genuino, no el que tenía gente de afuera, no creo que se vea afectado. Claro que lo mejor sería que todo esto funcionara normalmente, que no haya riesgo.