Publicidad

Menor productividad y descenso de ingresos en ejercicio lechero

La diferencia entre predios estuvo dada por el mejor uso de los insumos.

Tambo en Florida
Recorrida por tambo en el departamento de Florida, establecimiento de ganado vacuno holando destinado al ordeñe, produccion y venta de leche cruda, industria lactea, hombre de campo arreando ganado, peon de campo, ND 20170703, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

Recorrida por tambo en el departamento de Florida, establecimiento de ganado vacuno holando destinado al ordeñe, produccion y venta de leche cruda, industria lactea, hombre de campo arreando ganado, peon de campo, ND 20170703, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais

Pablo Antúnez.

Por segundo año consecutivo los tambos CREA bajaron la productividad, la carga por hectárea y la producción —además del nivel de suplementación — , registrando un resultado económico relativamente bajo.

Esa caída se explica en que buena parte de los déficit de las empresas se fueron cubriendo con ventas de ganado, pero también hay menos vacas por hectárea que antes. Entonces, “con menos vacas por hectárea y con una producción individual menor, porque se le dio menos de comer al ganado en 2015/16, se conseguían promedios menores”, explicó el coordinador lechero de Fucrea, Ing. Agr. Mario Fossatti.

Luego la primavera fue buena y todo el mundo intentó maximizar los márgenes aprovechando el pasto y dando menos concentrado. “Cuando pasamos raya, al cabo del año conseguimos menos producción individual y menor producción por hectárea”, destacó el coordinador lechero de Fucrea.

El ingreso por hectárea para estas empresas lecheras fue US$ 237, “es el dinero que queda para pagar arrendamiento, servicio de deudas y hacer inversiones. Es el resultado de la producción total obtenida, menos costos variables y fijos necesarios para lograrla”, explicó Fossatti. Para este experto, el partido “se jugó en la eficiencia productiva y en la eficiencia con la que se usaron los insumos. Eso fue lo más notorio de este ejercicio”, remarcó Fossatti a El País.

Diferencia. La gran diferencia entre predios con buenos resultados y no tan buenos o con resultados menores, “estuvo dada por la eficiencia en el uso de los insumos. Tanto los productores de menor resultado, los de resultado promedio o los que obtuvieron niveles de ingresos más altos, tuvieron costos muy similares. La diferencia es que los mejores resultados tuvieron US$ 400 más de ingreso por hectárea que los de menores resultados”, remarcó Fossatti.

Otra de las características que mostró el resultado económico de las empresas lecheras CREA —aquellas que aplican mayor tecnología y tienen como pilar el trabajo en grupo— fue “la gran variabilidad de los resultados que se registró en la última década”.

En ese sentido, el coordinador de Lechería de Fucrea explicó que existe una variedad de resultados económicos que anda entre 11 y 12 veces. “El más bajo es de US$ 55 por hectárea y el más alto es US$ 600, casi 12 veces la diferencia de punta a punta y la variación de los precios pasa de 24 centavos de dólar por litro en el ejercicio más bajo a 43 centavos en el más alto”.

Cuando “se analizan los resultados de la última década , se reparten entre años de más de US$ 400 por hectárea y años de menos de US$ 300 por hectárea. Hay pocos resultados intermedios”, mostró Fossatti.

Todo eso generó desajustes muy fuertes en las empresas lecheras. El experto remarcó que “no es casualidad que en las últimas décadas se hayan implementado dos Fondos de Fortalecimiento y Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL) que obedecen a un problema económico de los productores asociado a esas fuertes oscilaciones de precios, tanto de productos como de insumos”. El precio de los insumos también mostró oscilaciones importantes en el ejercicio.

“Hubo ejercicios como 2008/2009 donde el precio del fertilizante llegó a estar en más de US$ 1.500 por tonelada y ahora está algo arriba de US$ 400 por tonelada. Este año hubo variaciones similares y esas fuertes variaciones hacen que tengamos que reenfocar las estrategias empresariales y de producción para podernos manejar con éxito la empresa. Hay que tomar los recaudos necesarios para que los años malos no nos peguen muy mal y para poder aprovechar muy bien los años buenos”, dijo Fossatti.

También es curioso que “los productores que tuvieron mejores resultados dieron menos ración que los de mejores resultados, pero gastaron más en pasturas. El promedio bajó la cantidad de concentrados”, remarcó Fossatti.

Guillermo Crampet

Publicidad

Publicidad