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La tristeza, rabia e indignación de un productor al que una jauría le mató casi la mitad de las ovejas

En San Jacinto, Canelones, le mataron 19 de las 42 ovejas, y le hirieron otras 20

Los perros le mataron 19 e hirieron a 20 de sus 42 ovejas
Los perros le mataron 19 e hirieron a 20 de sus 42 ovejas

A unos 10 kilómetros de San Jacinto, en Barra de Pedrera, hay una familia rural a la que los perros le mataron casi la mitad de sus ovejas e hirieron de gravedad al resto. Los Pereyra fueron los protagonistas de otro lamentable ataque de una jauría. Es una familia entera que vive de una producción pequeña que, de a poco, la fue haciendo. Comenzaron arrendando pedacitos de campo en Treinta y Tres, dedicándose a la ganadería e intercalando con un poco de agricultura. Entre los siete hermanos manejan 300 hectáreas, por lo que los números tienen que dar, porque de otra forma se los “comen” los impuestos.

En diálogo con El País, Norberto Pereyra contó que son cinco los perros que desde hace algo más de una semana están en la vuelta de la zona. Primero, le corrieron una vaca y salió desesperado a buscarlos porque vive de esos animales. No los pudo agarrar y cruzaron a molestar al ganado del vecino. Luego desaparecieron. Allí fue cuando se puso en contacto con el grupo de Whatsapp de los vecinos, pero nadie era el dueño de los canes.

El sábado de noche vino un temporal con mucho viento que no permitió escuchar nada. Como buen hombre de campo se levanta de madrugada y está atento a todo ruido extraño. Los perros de su casa comenzaron a ladrar y, a lo lejos, sintió el bochinche. Agarró la moto y se topó con la desgarradora situación. Ahora son 19 las ovejas muertas, algunas sacrificadas por la gravedad de las heridas. Además, hay otras 20 en tratamiento de un total de 42 ovejas.

Norberto fue el protagonista de un video que el domingo se viralizó en pocos minutos. En él mostraba a sus ovejas desparramadas y agonizando. La angustia, la rabia y la impotencia se apoderaron del pequeño productor que rompió en llanto y cortó la filmación.

“Hay un problema de un país que ataca políticas a la ciudad, el Estado está ausente cuando pedimos caminería y patrullaje rural. La Policía vino el domingo sí, pero se tuvo que ir enseguida porque había que ir a reforzar la seguridad del clásico. Anoche me quedé solo. No tenía a nadie, pasé toda la noche en vela. Soy terco y los persigo porque vivo de esto, porque tengo salud, porque necesito trabajar y porque me gusta la actividad”, narró.

Agradeció a toda la gente que se solidarizó con su causa, en donde muchos le ofrecieron ovejas. “Es gente que vive de su producción, como nosotros. Es verdad que el gobierno ha cambiado muchas cosas para el bien del campo, pero todavía está ausente en cosas que antes practicaba, como eran las perreras. Hoy los perros se transformaron en plaga”, expresó.

Y aseguró que “es inviable” que un país que quiere ser productivo tenga que “atropellar perros todo el día”. “Esas cosas están en la prehistoria. Que hagan lo que quieran hacer con los perros, pero en la calle no pueden estar. Todos los días hablamos de lo mismo. Trabajo 16 horas por día, no tengo tiempo ni para la familia. Levantarse un domingo y salir como loco no es vida”, concluyó.

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