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Cocina Rural: Mujeres que transforman tradiciones y sabores

Mujeres rurales se animan y presentan sus talentos en Masterchef, demostrando que la pasión no tiene límites

mujeres rurales.

El campo uruguayo esconde abundantes y conmovedoras historias de mujeres que encuentran en la cocina una vía para superar adversidades. Dos de estas mujeres, María Cardozo y Nancy Amarilla, han transformado sus vidas a través de la gastronomía rural, enfrentando desafíos con valentía y resiliencia. Sus historias, llenas de sacrificios y logros, inspiran a muchas otras en situaciones similares.

Cocineras rurales como María Cardozo y Nancy Amarilla se animaron y presentaron sus talentos en MasterChef, demostrando que la pasión por la cocina no tiene límites. Estas talentosas mujeres decidieron llevar su amor por la cocina rural al reality show Masterchef Uruguay de Canal 10, enfrentándose a un riguroso proceso de selección y destacándose entre miles de aspirantes para demostrar sus habilidades culinarias en un escenario nacional.

La participación de mujeres rurales en eventos como MasterChef es un ejemplo de cómo están expandiendo sus horizontes y rompiendo barreras. Al compartir su talento culinario en una plataforma nacional, no solo están mostrando sus habilidades, sino también destacando la rica herencia cultural que llevan consigo. Esta visibilidad contribuye a una mayor apreciación y respeto por el trabajo arduo y la creatividad que caracterizan a las mujeres rurales de Uruguay.

María Cardozo combina lo mejor de dos mundos en su cocina. Creció aprendiendo recetas tradicionales de su abuela, pero también ha incorporado técnicas modernas para crear platos únicos que reflejan su herencia y su innovación.

Nancy Amarilla, de Rocha, ha enfrentado una vida llena de desafíos. Su participación en MasterChef no solo brinda una plataforma para mostrar su talento, sino que también inspira a otras mujeres a perseguir sus sueños y a encontrar fortaleza en sus pasiones.

Conozcamos sus historias.

Beatriz María Cardozo Ferreira

Beatriz María Cardozo Ferreira

Beatriz María Cardozo Ferreira es una empleada doméstica rural cuya pasión por la cocina la ha llevado a participar en el famoso programa MasterChef. Desde sus humildes comienzos como autodidacta hasta la creación de un canal de YouTube, la historia de María es un testimonio de perseverancia y amor por la gastronomía.

María comenzó a explorar la cocina por necesidad, cocinando para su familia en el campo.

“Soy una empleada doméstica. Siempre viví en el campo, desde que era chica con mis padres. Mi madre se casó con un señor que fue el que me dio el apellido, y nos llevó para el campo y fue la experiencia más linda en el campo vivir siempre,“ recordó.

Fue en este entorno en donde María desarrolló sus habilidades culinarias, a pesar de las restricciones impuestas por su madre, quien prefería encargarse de la cocina.

“Mi mamá cocinaba muy rico, pero yo quería meter malo y no me dejaba porque a ella le gustaba hacerlo. Entonces lo único que podía hacer es pelar las patas,“ comentó la cocinera amateur.

A medida que formaba su propia familia, María tuvo que aprender a cocinar.

“Yo aprendí a cocinar, cocinando, cuando formé mi familia. Primero, para mi esposo y, después, para mis hijos,“ explica.

Tiene dos hijos, Rosario de 17 años y Lautaro de 13, quienes también la apoyan en su aventura culinaria. “Mis dos hijos y mi compañero también les gusta mucho el dulce, así que es lo que practico bastante”, señaló.

Además de sus labores domésticas, María se adentró en el mundo del Internet, comprando libros de cocina y experimentando con recetas con los ingredientes disponibles.

“Soy muy autodidacta, o sea, cocino comida de estancia, pero siempre con esa curiosidad de querer ir más allá,“ afirmó.

Originaria de Durazno, María ha vivido en varias estancias y tambos, antes de establecerse en Flores. “Nací en Durazno, y allí estuve hasta mis siete años. Después con mis padres nos fuimos para el campo. Siempre vivimos en distintos departamentos,“ comentó. Actualmente, el pueblo más cercano a su hogar es Trinidad, a 40 kilómetros de distancia.

La curiosidad y la necesidad de adaptar recetas con los ingredientes disponibles impulsaron a María a incursionar en la huerta. “Yo planto para poder usar, porque en la ciudad cuando la gente necesita una lechuga va al supermercado, va a la frutería, pero acá no es así,“ explicó.

La necesidad de consumir más verduras por problemas de salud también la motivó. “Me gustó y le agarre bastante la mano”, aseguró.

El éxito en la huerta llevó a María a documentar sus experiencias en un canal de YouTube. “Lo que a mí no funciona lo voy a enseñar a la gente a la que pueda ayudar, y funciona,“ comenta.

Con la misma pasión, María se inscribió en MasterChef. “Siempre me daba curiosidad cómo es que se hacían los programas y cómo vivía la gente que yo miraba por la televisión,“ dijo.

El apoyo de su familia y amigos fue crucial para animarse a participar. “Me etiquetaron cuando se abrieron las inscripciones y me daban para adelante: ‘dale María, vos sos re cocinera, vos podés’”, le decían.

En MasterChef, María busca representar sus raíces y su estilo de cocina.

“Lo que yo quise mostrar para la audición de MasterChef es algo que me representara en la comida”, comentó, destacando platos como los raviolones rellenos de calabaza, cultivada por ella misma, y queso ricotta hecha con leche de sus propias vacas.

María es un ejemplo de cómo la pasión y la dedicación pueden abrir nuevas oportunidades.

“Siempre he escuchado un dicho que dice que si trabajas de lo que te gusta, nunca más tendrás que trabajar,“ reflexionó.

Sueños que cumplir. Con sueños de abrir una cafetería o un pequeño local de comidas, María sigue adelante con la esperanza de que su participación en MasterChef le ayude a despegar en su vida profesional.

A los 37 años, María continúa trabajando como empleada doméstica en la estancia donde vive con su familia, pero su espíritu emprendedor y su amor por la cocina prometen llevarla aún más lejos.

“Si pudiera explotar esto que sé y lo que sigo aprendiendo día a día y estando en el programa, va a estar bien para mí,“ concluyó.

La historia de María es un recordatorio de que con pasión, esfuerzo y el apoyo adecuado, los sueños pueden hacerse realidad, incluso desde el medio del campo.

Nancy Bettina Amarilla Martínez

Nancy Bettina Amarilla Martínez

Nancy Bettina Amarilla Martínez nació en Costa Azul, en Rocha, pero se crió en Castillos. Es una mujer cuya vida ha sido una mezcla de desafíos y logros. Tuvo una infancia marcada por la pobreza y tragedias familiares, pero encontró en la cocina su refugio y pasión. Actualmente, trabaja como cocinera en una estancia en Rocha, y ha llevado su talento a la televisión como concursante en el programa MasterChef.

Es la sexta de siete hermanos. Su padre, policía de profesión, dejó la fuerza debido a las dificultades económicas y la familia se mudó al campo. Nancy recuerda con cariño su infancia, a pesar de las dificultades: “Mi infancia fue linda, éramos muy pobres, pero siempre había amor. Éramos siete hermanos”.

Tiene una hija de 27 años y lleva nueve años en pareja con un hombre de Velázquez.

La vida de Nancy estuvo marcada varias pérdidas. Su madre murió de cáncer hace 16 años y su padre falleció hace tres años debido a COVID-19, además de la pérdida de varios hermanos. También ha tenido que enfrentar la responsabilidad de cuidar a su hermano sordomudo de 53 años, quien depende de ella. “Mi hermano vive en Castillos y mis vecinos me ayudan a cuidarlo mientras yo trabajo en la estancia. Ha sido duro, pero siempre encontramos una manera de seguir adelante”, contó.

Desde 2004, Nancy ha trabajado en una estancia en Rocha, en donde no solo se dedica a la cocina y tareas de limpieza, sino también a la cría de ovejas.

Su amor por la cocina comenzó a temprana edad, enseñada por su madre. Ella le enseñó a cocinar cuando tenía siete años. Siempre le ponía un banquito para que alcanzara la mesada. “Me enseñó a cocinar, a coser, a planchar. Siempre nos inculcó la importancia de ser autosuficientes”, aseguró.

“Aunque mamá no me dejaba usar la cocina a leña ni acercarme mucho para que no me fuera a quemar. Siempre me gustó la cocina, pero la verdad que no siempre fui muy buena. Cuando vine para la estancia, no me quedaba muy bien el churrasco y mi patrona se reía. Si era buena con los guisos, pero de a poco fui mejorando”, dijo.

La habilidad culinaria de Nancy ha crecido significativamente, especialmente con el apoyo de sus patrones en la estancia, quienes la animaron a participar en MasterChef. “Mi patrona siempre me decía que debería ir a MasterChef. Finalmente, decidí intentarlo y no podía creer cuando me llamaron para participar”, recordó.

Nancy se inscribió en abril de 2023 y fue seleccionada en marzo de 2024. “Cuando me llamaron, no podía creerlo. Fue una sorpresa increíble”, relató.

En el casting, Nancy preparó croquetas de camarones, impresionando a los jueces. “Participar en MasterChef ya es una victoria para mí. De 3.000 personas que se presentaron, quedamos 24. Es un honor”, aseguró la cocinera amateur.

Nancy también mencionó su fuerte en la cocina: “Mis platos más destacados son la lasaña de camarones, el lomo a la pimienta con papas a la crema y la carne al ajillo. Pero me gusta experimentar y siempre estoy buscando nuevas recetas en Internet”.

Nancy disfruta de su trabajo en la estancia, en donde realiza diversas tareas y aprecia el ambiente rural. Valora la cooperación y el aprendizaje continuo, utilizando Internet para mejorar sus habilidades culinarias.

Trabaja en Bella Vista Sociedad Ganadera, ubicada a 50 kilómetros de Castillos. A pesar de las dificultades, se siente afortunada por el apoyo de sus patrones y espera seguir creciendo tanto en su vida personal como profesional.

“Acá trabajo en la cocina, hago limpieza, pero también los patrones mejoraron la sangre y la genética de las ovejas, y hay muchas que ahora empiezan la parición en julio, y yo y mi pareja nos dedicamos a eso. Aparte de la cocina y de la limpieza, ayudamos a las ovejas que son trilliceras. El año pasado tuvimos 112 corderos trilliceros, y tuvimos tres o cuatro cutrillizos. Además, el año pasado tuve 25 corderos guachos. Así que tengo mi tiempo bastante ocupado”, aseguró.

Y agregó: “trabajar en la estancia es maravilloso. No solo cocino, también ayudo con las ovejas y hago lo que sea necesario. En el campo, todos hacemos de todo”, expresó Nancy.

“Mis patrones son como mi familia. Me han apoyado en las buenas y en las malas. Gracias a ellos, estoy aquí y sigo adelante. Espero seguir mejorando todos los días”, expresó.

Nancy Bettina Amarilla Martínez es un testimonio de resiliencia y pasión, demostrando que, a pesar de las adversidades, siempre es posible encontrar la manera de salir adelante y perseguir nuestros sueños.

Es Licenciada en Comunicación, egresada de la Universidad ORT en 2017. Trabaja en Rurales El País, sección a la que ingresó en agosto de 2020. Antes fue periodista agropecuaria en El Observador y productora en el programa radial Valor Agregado, de radio Carve. Escribe artículos para la revista de la Asociación Rural y se desempeña como productora del programada #HablemosdeAgro, que se emite los domingos en Canal 10.

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