Gedeão Silveira Pereira, vicepresidente de la Confederación de Agricultura y Pecuaria de Brasil (CNA) y presidente de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM), compartió su visión sobre la realidad del mercado ganadero brasileño. En el marco del programa Hablemos de Agro, Gedeão Silveira expresó que el Mercosur sigue siendo una estructura inconclusa. “Ojalá que tengamos un Mercosur que funcione, porque hasta ahora no tenemos nada; el Mercosur no existe”, afirmó dejando en claro su escepticismo sobre la integración regional. Con una metáfora sencilla pero contundente, expresó la falta de cohesión en el bloque: “El Mercosur existe solamente para dejarme pasar la frontera en camioneta”.
Por otro lado, Pereira abordó los desafíos económicos que enfrenta Brasil y su impacto en la industria cárnica. "Brasil hoy es un país con una gran incertidumbre en cuanto a su futuro", afirmó Pereira, destacando la falta de estabilidad en las políticas económicas y un déficit fiscal elevado. La reciente propuesta de ajuste fiscal del ministro de Economía generó fluctuaciones en el mercado cambiario: "El dólar, que estaba por debajo de los 6 reales, subió hasta 6,20 o 6,30 y luego bajó nuevamente a 5,70-5,80". Sin embargo, este vaivén ya ha impactado en la inflación, que podría alcanzar el 5% en 2025, encareciendo el costo de vida y afectando el consumo interno.
A pesar de la incertidumbre, el consumo de carne en Brasil ha mostrado un crecimiento moderado. "Brasil sigue siendo el mayor exportador de carne vacuna del mundo, pero el 74-75% de la producción se destina al mercado interno", señaló Pereira. No obstante, el comportamiento del consumidor podría verse afectado si la inflación se mantiene en alza, lo que generaría un aumento en el saldo exportable. "Si el poder adquisitivo de la población se reduce, es posible que veamos un mayor volumen de carne disponible para la exportación en 2025", agregó.
El sector ganadero ha experimentado fluctuaciones en los últimos años, en parte debido al avance de la soja sobre tierras tradicionalmente ganaderas. "Muchos productores dejaron la ganadería para apostar por la soja cuando los precios alcanzaron los 14 dólares por tonelada", explicó. Sin embargo, el precio del novillo ha mostrado signos de recuperación. "El año pasado, en algunos momentos, el novillo en Brasil estuvo por debajo de los 3 dólares, pero ahora se mantiene por encima de esa cifra", destacó.
Perspectivas de mercado y el rol de las exportaciones
Pereira también resaltó el crecimiento de la demanda internacional y la estrategia de los frigoríficos brasileños en el comercio global. "Cada vez estamos vendiendo más carne al mercado internacional. Hay frigoríficos que están expandiéndose en Paraguay y Brasil con el objetivo de abastecer esta creciente demanda", explicó.
El vicepresidente de la CNA destacó que, pese a los desafíos económicos, Brasil sigue siendo un actor clave en el comercio mundial de carne y que las perspectivas de mediano plazo podrían ser favorables para el sector. "Si el mercado internacional sigue absorbiendo nuestra carne y los precios se mantienen firmes, podríamos entrar en un periodo interesante para la ganadería brasileña", señaló.
Uno de los temas clave abordados en la entrevista fue el reciente acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea, un pacto que ha generado tensiones debido a su impacto en la competitividad agropecuaria del bloque sudamericano. "El Mercosur es muy competitivo en lo que hace, no solo Brasil, sino también Argentina, Paraguay y Uruguay. Por eso, Europa ha sentido la presión, especialmente Francia, junto con Holanda, Bélgica e Irlanda, que han mostrado resistencia", comentó Pereira.
El vicepresidente de CNA explicó que la composición del Parlamento Europeo, tras las recientes elecciones influenciadas por las protestas de agricultores europeos, podría traer aún más proteccionismo. "Es un Parlamento más a la derecha y más proteccionista", señaló, subrayando la preocupación de Brasil por la imposición de nuevas regulaciones ambientales que podrían dificultar las exportaciones.
Una de las mayores preocupaciones está relacionada con las regulaciones sobre deforestación y bienestar animal. "Nos están poniendo restricciones en productos clave, como la carne vacuna y el pollo. Por ejemplo, nos están exigiendo nuevos criterios sobre el manejo de gallinas y la inseminación artificial del ganado", explicó.
Otro punto de debate fue la cuota de 99.000 toneladas de carne vacuna que Mercosur podría exportar a la Unión Europea bajo el acuerdo. Pereira manifestó que Brasil, a diferencia de Uruguay, no cumple con la trazabilidad exigida para ingresar a este mercado con ventaja. "Hablé con el CEO del mayor frigorífico del mundo y me dijo que el mercado europeo es irrelevante para Brasil. Nosotros no hacemos trazabilidad como Uruguay, lo que nos dificulta cumplir con la cuota", expresó.
Señaló que la fortaleza de Uruguay en la carne vacuna radica en la trazabilidad y la base genética de sus rodeos. "Uruguay tiene que seguir apostando por la calidad y la trazabilidad. En Alemania, he comido carne uruguaya en restaurantes especializados y su reputación es inigualable", destacó Silveira Pereira.
Más allá del mercado europeo, el gran desafío para Brasil es la investigación sanitaria en mercados clave como China. "El tema sanitario en Chile y China es una preocupación grande. Estamos atentos a cualquier medida que pueda afectar nuestras exportaciones", advirtió.
Por otro lado, Gedeão Silveira Pereira abordó temas clave para el comercio agropecuario en la región. Uno de los puntos centrales fue la preocupación en torno a posibles cambios en los aranceles de China para la carne importada. Pereira señaló que el gobierno chino ha recibido inquietudes de los productores locales, quienes consideran que las importaciones afectan su rentabilidad. "Si China decide aumentar los aranceles, eso nos preocupa mucho, porque es nuestro principal mercado. Brasil depende en gran medida de las exportaciones a China", advirtió. Además, mencionó el crecimiento del mercado estadounidense para la carne brasileña, que en pocos años ha pasado de ser marginal a convertirse en el segundo mayor destino de exportación.
Consultado sobre la posibilidad de que Donald Trump aumente los aranceles a la carne vacuna, Pereira confirmó que esta es una preocupación latente. "Los aranceles, tanto en China como en Estados Unidos, son un factor de riesgo. Sin embargo, Brasil tiene una posición distinta a la de Uruguay, ya que su peso en el comercio internacional le permite negociar con mayor fortaleza", explicó.
Otro tema relevante fue la situación sanitaria y la estrategia de Brasil en relación a la fiebre aftosa. Pereira destacó que el país ha dejado de vacunar contra la enfermedad y está en proceso de ser reconocido como libre sin vacunación. "Esto, hasta el momento, no ha tenido un impacto significativo en el mercado de la carne vacuna, aunque puede ser beneficioso para el sector porcino", afirmó. También mencionó la preocupación por la situación en Venezuela, ya que el movimiento de personas y animales desde ese país representa un riesgo sanitario para la región.
De igual forma, se abordó la postura del sector privado brasileño respecto a los tratados comerciales. Pereira expresó que Brasil tiene un número limitado de acuerdos y que es necesario avanzar en tratados con socios clave como China, Japón y Corea del Sur. "Nosotros no tenemos tratados comerciales con nadie. Mientras que países como Perú tienen acuerdos con más de 80 naciones, Brasil sigue atado a estructuras burocráticas", criticó. En este sentido, señaló que el presidente argentino, Javier Milei, ha expresado intención de liberalizar el comercio, algo que desde la CNA ven con interés, aunque insistiendo en la importancia de negociaciones bilaterales.
La discusión con Gedeão Silveira Pereira giró en torno a la denuncia de dumping presentada por Brasil contra las exportaciones de productos lácteos desde Uruguay y Argentina. Pereira explicó que la Confederación de Agricultura y Pecuaria de Brasil (CNA) presentó esta demanda debido a una distorsión en el mercado provocada por un fuerte subsidio del gobierno argentino a sus lecheros, lo que generó una sobreoferta en Brasil y afectó a los productores locales.
Sin embargo, según Pereira, CNA reconoció que Uruguay no tenía relación con esta práctica y que su industria láctea es altamente competitiva y de alta calidad. La denuncia se generalizó dentro del Mercosur, pero en conversaciones con el ministro Fernando Mattos y el embajador se aclaró que Uruguay no era el objetivo de la medida. Esto brinda tranquilidad al sector lácteo uruguayo, dado que Brasil es su principal mercado de exportación.
En otro tramo de la conversación, Pereira abordó la relación entre el sector agropecuario y el gobierno de Lula da Silva en Brasil. Explicó que CNA mantiene un diálogo fluido con el ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, y con Apex Brasil, la agencia de promoción comercial. Sin embargo, la relación del sector con el gobierno en general no es óptima, debido a cuestiones como la propiedad de la tierra y el apoyo del gobierno a movimientos como los Sin Tierra.
Pereira destacó que la incertidumbre en torno al derecho de propiedad es un punto de tensión constante entre el sector agropecuario y el gobierno de izquierda. También mencionó que las políticas ambientales impulsadas por figuras como Marina Silva generan preocupaciones en el sector productivo brasileño. En este contexto, subrayó que los productores continúan enfrentando desafíos significativos en la defensa de sus derechos y la estabilidad de sus operaciones en el país.